Las Piedras Sagradas

Capítulo 5

EDWARD

Reviso los planos de los diferentes panems de las orbes. Tratando de averiguar como es que alguien puede entrar sin ser detectado. Cuando escucho como alguien toca a la puerta.

—Adelante—digo lo suficientemente alto para que el que esta al otro lado de la puerta pueda oírme. Jared entra a mi cuarto, esperando en la puerta.—¿Qué sucede?

—Señor, su padre mando a llamarlo. Quiere verlo en la sala de reunión.

—En un segundo estoy con él.

Ojeo por una última vez los planos frente a mí obteniendo toda la información que necesito antes de ver a mi padre. Los soldados, como siempre, me escoltan hasta el salón donde está mi padre. Alastair esta con él cuando entro.

—En ese caso le estamos dando la oportunidad de presentarse a sí mismo. Lo cual dudo que haga—mi padre argumenta con él.—Quien sea que esta haciendo esto no es tan ingenuo para hacer algo como delatarse a si mismo enfrente de toda esa gente y menos si el lugar esta lleno de soldados.

—De todas formas estaríamos arriesgándolo a usted mucho. Puede que el sujeto en cuestión tenga refuerzos, alianzas que lo ayudan.

—No se gana una batalla sin dar pelea mi querido amigo. Tenemos que hacer esto si queremos demostrar que nos mantenemos fuertes a pesar de los inconvenientes que se nos interponen. No queremos que la gente comience a entrar en pánico.

—Pero señor...—mi padre levanta la mano indicándole a Alastiar que se detenga. Es claro que no piensa cambiar de opinión. 

—Como usted ordene—el pobre hombre se da por vencido.— Preparare todo para su conferencia.

Hace una reverencia para proseguir a salir de la habitación.

—¿Me mando a llamar padre?—mi padre se gira para verme. 

—Camina conmigo—se levanta de su asiento saliendo de aquí. Lo sigo detrás a una distancia prudente, en el que solo yo puedo oír lo que dice.—¿Haz podido encontrar algo?

—Nada. Quien sea quién se haya metido en el panem es muy listo y sabe muy bien como funciona el sistema. Lo intente. No hay forma de entrar sin activar las alarmas.

Mi padre asiente lentamente, meditando mis palabras.

—Averigua quienes han sido los últimos en estar a cargo de los panems. Busca si alguno de ellos tiene algo sospechoso. Cuando tengas la información búscame.

—Por supuesto.

—Y por favor ni una palabra de esto a nadie, incluyendo a tu tía. Sabes como se pone de paranoica.

—No te preocupes, no le diré nada a nadie.

Se da la vuelta para seguir su camino. Lo miro alejarse junto con sus guardaespaldas. No es hasta que lo pierdo de vista que sigo mi andar hasta los archivos guardados en la bodega. 

—¡Edward!—una voz femenina grita mi nombre. Reconozco esa voz casi de inmediato. Me volteo de mala gana a verla.

—Que sucede.—no me detengo, dejo que Victoria me alcance en el pasillo. 

—Tu tía nos a invitado a la cena de esta noche.

—Dile que no podre asistir.

—Me temo que es muy tarde. Ha invitado al consejo.

Paro en seco. Cierro los ojos maldiciendo. Claro que los ha invitado. Con ellos aquí no puedo seguir negando asistir a la cena. No si quiero llegar a ser un rey respetado por ellos.

—Bien—contesto un poco molesto.—Estaré listo para la cena.

—Le daré la noticia—sonríe complacida. Continuo mi camino, pero ella me detiene de nuevo.—Una cosa más.

—¿Si?

—Ya he tenido mis poderes. El día de ayer...

Eso significa que tendremos que comenzar los preparativos para la fiesta del beso eterno. Sabía que eso era algo que tarde o temprano iba a llegar, sólo esperaba que sucediera dentro de un tiempo más lejano.

No quiero comprometerme con Victoria. No es por ella, es una mujer genial y hermosa. Tengo mucha suerte de que sea la elegida para estar a mi lado en esta vida. El problema soy yo, no me siento listo. Y para ser honesto no me imagino una vida con ella, no me veo creciendo a su lado, criando a nuestros hijos juntos, llevando la riendas de el reino cómo un equipo...

Asiento lentamente. Una débil sonrisa aparece en su rostro. 

—Te veo en la noche, Eddy . 

—Hasta la noche, Vic. 

Me doy la vuelta dejándola sola en el pasillo.

Logró llegar a la bodega con los archivos que necesito sin ningún otro percance. Saco la llave de mi bolsillo para poder abrir la puerta. Se oye un crujido antes de que la puerta se abra por completo. Se cierra automáticamente una vez que estoy adentro.

Busco en los archivos algo que resalte o llame mi atención. Reviso desde los más recientes agentes de seguridad hasta los más antiguos. Todos están acomodados por años. Cada año se debe hacerse un archivo nuevo por seguridad. Repaso dos veces cada uno de ellos para asegurarme de que no me estoy saltando ninguno. 

Dos años están faltando aquí. Polvo esta decorado alrededor de los archivos faltantes. Alguien debió haberlos tomado hace poco, porque su lugar esta completamente limpio. Lo que significa que el ladrón esta aquí mismo en el reino. 

 




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