Las piezas del destino

Capítulo VIII: Golpe de gracia

VIII

 

Pese a que el portal por el que Dante cruzó se encontraba muy cerca al piso, no fue el caso para el otro extremo, apareciendo en medio del cielo en una ciudad que le parecía conocida, pero jamás había visitado. Bajo él solo alcanzó a ver a un ser de lo más repugnante y amenazante. De poder cambiar la dirección hacia donde se desplazaba lo hubiese hecho, pero dado que se encontraba cayendo sin poder desplazarse a voluntad en el aire, solo le quedó activar su escudo y aumentar la velocidad de la caída, con la intención de no darle tiempo de reaccionar a aquella entidad.

Afortunadamente tuvo éxito, impactando sobre aquel ser, en absoluto silencio. La cercanía de Dante hacia el pilar que debía proteger potenció los poderes de Dante, por lo cual pudo mantener y reforzar su escudo inicialmente de forma inconsciente, pero no pasando desapercibido por Dante a medida que caía. Lo que Dante no supo, fue que el impacto inicial fue suficiente para romper la nuca de aquel ser, por lo que no fue necesario que continuase empujándolo con un escudo sobre reforzado hasta el último momento. En su mente solo pasaba la idea de no darle chance a aquella cosa de levantarse y causarle daño. El escudo muy probablemente lo protegería del daño letal de la caída; sin embargo, no sabría en qué estado quedaría luego del impacto.

Dante terminó de golpear el cadáver de aquel ser contra el piso e inmediatamente después, con el escudo aún activo dio un par de rebotes entre los muros de los edificios colindantes, terminando tirado en el piso al lado de su propio grimorio. Lo último que alcanzó a ver antes de perder la consciencia fue a un par de serpientes volando hacia él dispuestas a devorarlo siendo interrumpidas por un ángel que llegaba a su rescate.

Leti fue a rápidamente desplazándose a través del aire, dando fuertes saltos horizontales avanzando cerca del suelo mientras que en lo alto Diana abatía a las serpientes lo más rápido que podía, no permitiría que se forme otro uroboros, si bien la tasa de éxito para que este se convirtiera en un vórtice era baja, una vez iniciado el proceso no había forma de destruir a la serpiente sin sufrir un daño significativo.

Las habilidades de Leti eran rápidas y más efectivas de lo que pensaba, posiblemente debido al potenciamiento generado por su cercanía con el pilar. Los huesos de Dante que en circunstancias normales tardarían meses con asistencia médica. El cuerpo de Dante se puso de pie, habiendo curado solo sus huesos.

  • Espera, aún no he terminado, no deberías moverte - dijo Leti mientras caminaba hacia Dante para poder continuar el tratamiento

Dante, sin dar respuesta a Leti, continuó caminando en dirección al ser al que había derribado. El grimorio, que había quedado tirado en el piso donde cayó fue rápidamente a su alcance y quedó flotando a su alrededor, dando a entender que Dante estaría por usar un hechizo. Una vez se encontraba de pie frente al cadáver de la bestia, alzó ambos brazos hacia adelante y empezó a ejecutar uno de los hechizos del libro.

  • No lo interrumpas - ordenó Diana a Leti, quien intentaba acercarse a Dante para hacer que repose y seguir tratando sus heridas.

Ya no había ninguna serpiente cerca de ellos, aunque el cubo seguía aún activo. 

  • Muy profundo en su consciencia puede entender claramente lo que está pasando. El grimorio lo está ayudando a cumplir con su misión ejecutando el hechizo. Viendo la esfera con la que descendió, al igual que tú su deber es proteger el pilar. Pensar que sólo el cambio en el nombre del grimorio implicaría distintas habilidades. Tu grimorio del protector es un grimorio que está dirigido al escape del pilar y a la asistencia de los demás, solamente puedes enfrentarte al oponente a través de espejismos o afectando sus estados indirectamente. En cambio el grimorio del defensor está enfocado en ser el escudo del pilar y adicionalmente permite sellar al oponente. Tampoco cuenta con habilidades para atacar al oponente, pero puede inmovilizarlo.
  • Entiendo que esas son sus habilidades - replicó Leti - pero su cuerpo aún no puede sostenerse, no debería priorizarse su salud, además ¿acaso aquel ser no se encuentra muerto? No hay necesidad de sellarlo, al fin y al cabo, su cuerpo desaparecerá junto con el lapso vacío
  • Estoy parcialmente de acuerdo contigo - respondió calmada y seria como siempre Diana, a diferencia de lo alterada que se encontraba Leti - Tenemos una obligación que cumplir, aunque no queramos, el grimorio antepone eso al bienestar propio, siempre que no estés en una situación que te lleve a la muerte. En relación con tu segunda observación, te doy la razón, no es necesario que sea sellado. Aun así no debemos interrumpir su grimorio, podríamos alterar el flujo mágico

Dante había terminado de cubrir el cadáver con una esfera inestable, la cual se agitaba como si se tratase de un sólido inestable como una gelatina. Para sorpresa de Diana, la energía se dividió en dos, tomando por un lado a la larga hoz y en otro el cuerpo de la criatura. Mientras que el primer lado se mantenía inmóvil; el segundo, no dejaba de girar suavemente en múltiples direcciones, hasta que poco a poco fue desarmando a la criatura, separando el cuerpo de la armadura.

Las manos de Dante parecían temblar, ya que estaba ejecutando un hechizo que no había aprendido, por lo que su cuerpo estaba pagando el costo. Diana tuvo que detener nuevamente a Leti, para evitar que la interrupción genere un daño mayor. En su esfuerzo, el cuerpo de Dante forzó inconscientemente la transformación del grial, convirtiéndolo en dos guantes metálicos que cubrieron sus brazos hasta antes de sus codos.  El cuerpo de la criatura fue cubierto con una luz semejante a la que cubrió las piernas de Leti y poco a poco fue convirtiéndose en una esfera del tamaño de un puño.




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