Capítulo X: Encuentros en ambos bandos
X
Diana miró sorprendida al cuerpo que había llegado de la nada y rápidamente observó detalladamente a los alrededores. Definitivamente aquella persona era un guardián que en su desesperación había logrado llegar con ella. La capa se desactivó recuperando su forma de libro, por lo que mientras Leti lo curaba se percató de que había un libro más a su lado, lo cual hizo que de la sorpresa Leti diera un salto atrás pero aún sin dejar de sanarlo.
Poco a poco el brazo perdido fue creciendo nuevamente quedando exactamente igual a como se encontraba antes. Aunque aún faltaba terminar de restablecer su estado tanto físico como mágico, abrió una brecha en el espacio.
- Ayúdame a moverlo - le pidió a Diana - terminaré de curarlo una vez hayamos llegado con Dante
Diana sujetó a Lucas por el otro brazo y entre ambas lo llevaron a rastras a través de la brecha. Del otro lado, el edificio donde vivía Dante se encontraba completamente devastado. Solo quedaba la mitad de forma vertical del departamento, dando la impresión de que algo lo hubiese cortado dejando una fuerte marca de calor.
- No, no no - repetía preocupada Leti - mientras buscaba por los distintas partes transitables del departamento hasta descubrir que el dormitorio estaba intacto
- Es de noche y el dormitorio está intacto - dijo calmadamente Diana - el daño en el edificio se tuvo que haber dado justo al inicio del lapso vacío. Dada la hora, debió de encontrarse durmiendo antes del inicio del lapso vacío, por lo que debería de estar en su habitación. De haber caído por el ataque debió de haber activado el escudo al percatarse de la caída, aunque no veo ninguna criatura volando que haya iniciado el ataque desde la altura.
- Debemos ir abajo, posiblemente necesite ser auxiliado - dijo Leti
- Es necesario que culmines con el tratamiento de él - respondió Diana señalando a Lucas
- Si lo que hizo el ataque se encuentra abajo, necesitaremos de su fuerza para enfrentarlo - comentó Diana - aunque no creo que el ataque haya sido hecho desde abajo con la intención de derribar el edificio. Probablemente accidentalmente se vio envuelto en la lucha de otro guardián.
Leti continuó curando a Lucas quien empezaba a recuperar la consciencia mientras que Diana sostenía el libro.
- El libro de la bestia - leyó Diana para luego cambiar la mirada hacia Leti - Este grimorio permite a su portador transformarse en una bestia mítica, potenciando sus habilidades físicas y permitiéndole seguir el rastro de su presa, es un libro grimorio complementario al libro del cazador, como es el caso del tuyo y de Dante
- ¿El portador está muerto? - pregunto Leti
- Si lo está - respondió Lucas - gracias por sanarme, pensé que perdería el brazo. Mi nombre es Lucas, soy uno de los guardianes espada, ¿eres tú el pilar?- preguntó señalando a Diana
- Así es - respondió Diana, fijándose recién en la edad del guardián, aunque ya sabía que había registro de guardianes incluso más jóvenes anteriormente - ¿cómo murió el guardián?¿sigue viva la cosa que lo mató?
- El demonio que lo mató arrojó tenía su cuerpo con él cuando me lo encontré, está tras los grimorios. Aquella cosa se llamó a sí mismo como el tercer capitán del segundo mundo oscuro.
- …. - Diana quiso responder pero algo nerviosa, impropio de ella, prefirió guardar silencio ante lo peligroso de la situación
- Así que estamos en una situación complicada - intervino Leti interpretando la reacción de Diana - por lo pronto revisemos lo que sucede en el primer piso, quizás Dante esté ahí
- O aquello que se llevó al guardián del libro de la bestia - dijo Diana - siendo tres de nosotros y quizás podamos enfrentarlo. En el mejor de los casos seremos cinco si encontramos a Dante y al próximo guardián.
Bajaron cada quien a su manera, Lucas dando un gran salto al quinto piso y luego uno más hasta el primero, Leti dando una serie de saltos suspendidos en el aire con las botas aladas, una de las técnicas que había pulido practicando con Dante, y Diana emprendiendo vuelo con su gran par de alas metálicas. No encontraron a nadie.
Lucas removió un par de escombros por si encontraba algo que haya sido pasado por alto por sus sentidos pero fue en vano. Ya desde el primer piso pudieron ver rastros de lucha en dos direcciones, por lo que efectivamente, Dante se habría encontrado involucrado en la batalla por accidente y se habría unido a esta.
- ¿Puede su amigo saltar como yo, o cuenta con alguna habilidad como ustedes para llegar hasta el primer piso? - preguntó Lucas
- Podía generar escudos sucesivos de forma similar que yo con mis botas
- Sé que eso es posible - intervino Diana - ¿tú cómo lo sabes Leti?
- Las últimas dos semanas estuvimos practicando en un campo protector en la terraza por lo que no quedaba rastro de emisión de magia. Te sorprendería las cosas que podemos hacer.
- Esperemos que esté bien, Lucas, ¿puedes seguir el rastro de aquello que generó este daño? - dijo Diana algo incómoda por no haber sido considerada en los entrenamientos. Estiró el brazo con el que sostenía el libro de la bestia hacia adelante, apareciendo un pequeño cubo de luz blanco, posteriormente lo guardó, para luego cerrarlo y desaparecer en el aire.
- ¿Qué hiciste con el libro? - preguntó Lucas
- Ha sido enviado a la gran biblioteca - respondió Diana - podré darles más detalle luego, por ahora centrémonos en encontrar a los guardianes.