Después de un largo día de clases, me dirijo hacia mi casa junto con Charlotte ya que quedan algo cerca.
- Y dime ¿Quién te gustó?.
- De que hablas? – preguntó confundida –.
- No te hagas boba – se me queda viéndome notando mi cara de confusión – hablo de los Moretti, ¿en que planeta estas?.
- Claro que no me gustó nadie.
- Ay vamos, Marco no esta nada mal.
- Vaya Charlotte creí que me conocías.
- Ya sé lo que piensas pero debes admitir que no están nada mal.
- No, no lo están, pero no me parece correcto que hablemos de ello.
- ¿Por que no?.
- Es indiscreto.
- No si no lo están.
- No creo que fuera muy agradable escuchar por parte de otras personas comentarios así sobre nosotras.
- Quizás tengas razón, ¿Qué harás en la tarde?.
- Iré a casa de Matteo a estudiar, lo cual no es lógico ya que el nuevo es el no yo.
- ¿Y estarán sólitos? – dice dándome una sonrisa traviesa –.
- CHARLOTTE!, No es lo que piensas.
- Vamos estarás con un chico muy atractivo ¿y no harán nada?.
- Si estudiaremos, eso haremos - en un punto ya me empieza a hartar-.
- No puedes seguir virgen toda tú vida Blair.
- Bueno supongo que eso lo decido yo, no tú.
- Cómo sea, nos vemos – se despide yéndose a su casa-.
Abro la puerta de la mía llevándome la gran sorpresa de que Matteo está adentro conversando con Lorelei.
- Por fin llegas, el pobre muchacho lleva esperándote mucho tiempo, que te he enseñado de la puntualidad.
- Fui con Charlotte a – me interrumpe -.
- Excusas y más excusas, ¿acaso no hay algo que hagas bien?, que hice yo para merecer a alguien tan inútil.
- Bueno el punto es de que ya está aquí, ve a cambiarte te esperó – dice Matteo –.
Sin querer seguir la conversación subo a la habitación optando por ponerme una blusa negra con unos pantalones de mezclilla.
Saco los cuadernos de la mochila y voy bajando las escaleras.
-listo ya podemos irnos.
- Blair como es posible que tengas que ir estudiar por que no te sabes un tema que lo has visto por años, te creí un poco más inteligente.
- No a todos se nos facilitan las materias.
- Suficiente charla, vámonos – sale de la casa y yo voy de tras de el siguiéndolo –.
- Lorelei es un poco intensa.
- Es parte de su naturaleza supongo.
- ¿siempre fue así?.
- ¿En que sentido?.
- Por no decir una Hija de perra, diré cruel -da una sonrisa-.
- Que te tengas que quedar con la custodia de una niña de 13 años y dejar tu vida no es lindo.
- ¿Qué les sucedió a tu padres?.
- Murieron.
- No puedo decir lo siento, por que no los conocí así que...
- no importa ya pasó tiempo de eso.
- ¿Cómo murieron?.
- El 4 de julio, en realidad fue la primera vez que el asesino atacó, nadie sabía, nadie estaba preparado.
- ¿Y cuantos años pasaron?.
- Cinco.
- Para perder a tus padres no creo que se sienta como si fuera hace tiempo.
- Bueno la realidad es que yo estaba con ellos, pero no recuerdo nada.
- Puede ser por el trauma.
- Puede ser... - digo finalizando la conversación ya que llegamos a su casa –.
- Ven conmigo, iremos a mi cuarto.
- ¿No podemos estudiar tranquilamente en el sofá?.
- No. – dice comenzando a subir las escaleras –.
Lo sigo si otra opción ingresando a su cuarto.
- Creí que iba a ser..... diferente.
- Bueno es un cuarto normal, dime ¿Qué pensabas?.
- Que iba a ser desordenado y todo de color negro.
- Pues error, acomódate donde quieras – dice sentándose en el escritorio, así que yo me dirijo a la cama-.
- Okey comenzamos, no es un tema tan difícil solo es cuestión de prestar atención, cosa que por lo que veo no lo dominas – camina hacia mi – oye deja eso – dice quitándome un CD – no toques mis discos.
- Ya lo siento, si es aburrido estudiar en la escuela, es aún más estudiar fuera de ella - digo recostándome en la cama -.
- Por lo que veo me tendré que quedar al lado de ti para que te mantengas quieta -empiezo a notar molestia en su tono de voz-.
Después de eso se la paso explicando el tema una y otra vez hasta que se me quedará en la cabeza, cosa que solo el 50% de información lo hizo.
- Okey, vendrás mañana estarás aquí puntual, no a las 4:00 ni a las 5:00 a las 3:00, ¿entendido?.
- Si aja, como sea, da igual.
- Blair, si no llegas a tiempo te preguntaré todo lo que te expliqué y te quedarás aquí hasta que te lo grabes.
- Carajo, eres peor que el profesor.
- Adiós Blair – se levanta para dejarme un pequeño beso en la comisura de mis labios en forma de despedida, ¡VAYA QUE DESPEDIDA! –.
Bajo las escaleras encontrándome con Marco a punto de subirlas.
- Pero mira quién tenemos por aquí, que hacías allá arriba.
- Estudiando.
- ¿Y porque pareces un tomate andante?.
- Eso es mentira - digo terminando de bajar las escaleras -.
- Déjame decirte que nunca miento.
- Da igual, yo ya me iba – digo pasando por su lado –.
- Estás en mi casa Blair, esas no son formas de despedirse.
- Me largo – digo dándome la vuelta para marcharme, pero el me jala del brazo haciendo que impacte contra su pecho –.
- Pero que maleducada señorita.
Agarra mi nunca y yo intento zafarme de su agarre, pero en un abrir y cerrar de ojos nuestros labios se unen por un segundo, para después soltarme.
- Ahora si, adiós Blair – sube las escaleras –.
- ¡IDIOTA! – digo limpiándome los labios repetidas veces con las manos, ese maldito me acaba de dar mi primer beso a la fuerza, salgo de la casa con ganas de estrangular alguien.