Las princesas no lloran

18. Verdades

—Blair no voy a caer en tu estúpido e infantil juego—reprocho molesta, pero como puedo estar molesta con el hombre que a pesar de todo me amo con tan solo la primera mirada que cruce con él. Que nunca me juzgo, me proteguio como su princesa hasta la última llamada nocturna que hicimos, hasta nuestra última promesa.

Me amo. 

Como olvidar sus sonrisas y sus lágrimas. Sus tontos celos y mimos. Lo amo completo por lo que él hizo cuando estuvo conmigo. Porque él fue mucho más de lo que imaginé. Me debe respuestas asi como yo. Nos debemos preguntas, también. 

Pero…

Sopretodo nos debemos infinitos “Te Amo”

—Kyra solo tu juegas a la defensiva, solo tu te sientes ofendida y lastimada pero que hay de mi—lo miro, detallo con mis ojos su ceño fruncido y todo su cuerpo tenso, enojado, y yo cabreada. 

Y los dos juntos hacen la tercera guerra mundial

Somos una bomba atómica

Somos polos opuestos. 

Dos caracteres fuertes, capaz de matarse si se ponen en guerra pero no por ello dejamos de ser dos almas que aman con toda la pasión y por los suyos son capaz de morir. 

 

Yo moriria por Blair y él por mí, por su princesa.

 

—Que onda Blair, yo me enamore de ti y talvez sigua siendo una estupida masoquista que lucha contra sus sentimientos pero quiero que te des cuenta que fui una apuesta un juego para ti. Un trofeo que una vez que lo tomaste, lo tiraste y desapareciste. Me sentí un juego y no te importo—respiro si no lo hago lloro y si lloro me veo débil, él me mira y mira, respira profundo y responde viendome a los ojos de alguna manera retandome. 

Me esta enojando

Mucho

Demasiado y sabe que lo esta haciendo.

—Pues me siento igual—lo quiero estrellar contra algo, lo quiero desaparecer, quiero que los marcianos lo lleven a Marte.

¡Ay Dios! me comienza a estresar, eso me produce ansiedad y eso no me hace bien.

—Pero yo no te hice nada ¡Nada!—le grito colérica y le golpeo en el pecho, me encanta hacerlo. 

Se lo merece.

Claro que sí

—No me hiciste nada Kyra, me traicionaste—me toma las muñecas y yo me suelto de su agrarre y suelto un gruñido. 

No quiero llorrar.

No lo voy hacer.

—Te lo voy a decir por ultima vez, traicionar es estar con alguien mientras estas con otra persona—explico con mis manos y una sonrisa. 

Para ver si entiende. Estoy en etapas, quiero llorar, me protego con risas, y si continuo así voy a terminar llorando.

—!Eso hiciste!—lo dice de manera cruel, se rie y da un paso hacia mí

—¡No! yo estuve con Alexis cuando tu te marchaste y me dejaste tirada como una basura—doy un paso hacia atrás, su cercania aunque no lo denote me pone nerviosa, histerica, debil, vulnerable a Joseph Blair.

Su jodido efecto.

—¡No!—grita y se acerca a mi y ahora donde retrocedo—amor, yo te deje una carta—asiento con lágrimas, la recibi de manos de Alice, pero: ¿Por qué tiene que llamarme amor?—y lo que tuve como respuesta fue una foto besandote con Alexis ¿Lindo no?—estúpido pienso. 

Que se joda su “amor”

–Y que querias que responda a una estúpida carta que decia “Kyra fuiste mi juego favorito”—remedo su voz.

—Yo no escribi eso—frunce el ceño y ahora se hace el indignado.

—¡Ah no!, que novedad, estonces fue mi imaginación—abro mi mochila y tomo mi cuaderno a especie de diario, abro el sobre que esta en la pasta y tomo la carta que ha estado ahí desde hace dos años—Leelo por ti mismo y convencete porque al parecer tienes amnesia y no recuerdas lo que escribes, lo que haces y lo que dices—lo digo burlandome. Estoy en completo silencio mientras el lee esa tonta carta que ahora me pregunto porque no bote. Lo esquivo, porque su cercania me pone mal, camino al filo de la terraza y me siento —Ni siquiera te diste el lujo de decir algo más convincente, fuiste cínico—expreso con mi mirada fija al horizonte.

—Kyra no—lanzo una pequeña risa de dolor— yo te escribi y te dije lo mucho que te amaba y las razones por las que tenia que irme tan repentinamente. Incluso te pedi que fueras a verme—me rio y con disimulo recogo la lagrima que se me escapo.

—Pues talvez lo depositaste en el buzon equivocado

—No Kyra yo se lo entregue a Alicie, era tu amiga y se lo entregue antes de subirme en el avión

—Ella si me entrego, pero esa carta—señalo la que esta en sus manos. Comienzo a armar todo en mi mente y recuerdo cada detalle.

Me mintio y creo que ese es el motivo por el cual nunca crei totalmente en esas letras y por eso que aun lo amo.

—Pues entonces la cambio—lo dice con él ceño arrugado, se que aun no puede desconfiar del todo de Alice.

Mucrosa mentirosa

—Pero aunque eso sea real, porque se que es una vivora, sin ofender Joseph—se sienta a lado mio—pero me podias llamar ¿no crees? Tienes telefono no vivimos en epoca de piedra—reclamo con la voz rasposa, con el pierdo todas mis defensas

—El telefono estaba sin pila, esa fue mi unica opción, luego las cosas se complicarón pero a la semana—frunce su ceño y me mira friamente, mordaz—¿Como querias que te llamara? cuando a la semana que me fui vi una foto tuya con Alexis y no muy decente que digamos—alza una ceja.

—Ya te dije que te queria olvidar, estaba dolida—me excuso como me arrepiento de eso.

—Pero yo también—asiento—fuimos engañados Kyra, dos años que las cosas pudierón ser diferente.

—Creo que si—suspiro y otra vez las ganas de llorar me invaden.—Pero aveces el tiempo no puede volver hacia atrás y quizas lo nuestro ya paso—me levanto y lo miro desde mi posición, creo que se acabo.

Detesto a Alicie me mintio, confiaba en ella y crei en lo que me dijo. Pero ahora comprendo que todo fue una mentira. Un engaño del cual fui presa y cai en sus redes, viviendo por años en un resentimiento tonto contra el hombre que he amado.



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En el texto hay: adolescentes, amor-odio, mentiras dolor

Editado: 29.04.2021

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