Las princesas no lloran

22. Rubia con ojos azules

Arreglamos un poco las cajas, entre risas el cuarto de Blair tiene mucha más presencia que al inicio. Tambien vi muchas fotos de cuando entuvo en el otro continente, me rei con muchas y en otras solo gruñia, pero en fin las disfrute. Ahora vamos a mi cas quiero sacarme el uniforme. 

 

¡Quien no los odia!

 

Llegamos a mi casa y como siempre estuvo vacia, a excepcion de mi nana y una que otra persona que ayudan en la casa de los doctores Lincon. Nada fue igual sin mi hermano en nuestras vidas, es como si algo dentro de nosotros se murio se fue con él y no creo que lo podamos recuperar nunca simplemente tenemos que aprender a vivir con ello.

 

¡Pero como duele! 

 

Cuando subi a mi cuarto, entre y me di una ducha rapida, luego me puse un hoddi y un jogger gris, ropa que me encantaba pero mis papás odian, me hice una coleta alta e hidrate mi piel.

 

¡Al natural!

 

Blair mientras tanto estaba husmiando por mi cuarto, veia las fotos que tengo de David y sonreia. Se que en le dolio, ellos eran amigos, como uña y mugre. Eran practicamente hermanos, se eran leales como tales y se amaban, tanto que a veces creia que me amaban menos.

David cuando supo todo lo que paso entre los dos, nunca lo odio ¡que sabio era mi hermano!, pero yo era toda una niña caprichosa y dolida que solo se baso en tontas palabras y se vengo metiendose con Alexis.

Mi hermanito, mi angel favorito, siempre me dijo “princesa mientras la persona que amas y que te ama, no te diga lo contrario mirandote a los ojos, entonces manten la llama del amor encendida”. Y estoy segura que esas palabras son las que me motivarón a creer en el amor de Blair pese al dolor que sentia. 

 

¡Y si que valio la pena!

 

—Blair—lo llamo

—¿Qué paso amor?—asoma su cabeza por el borde de la puerta, se ve tierno.

—Ponte eso—le muestro un frasco de mascarilla de carbón activado—¡Ven!—lo llamo con mi mano cuando lo veo estatico en la puerta—No muerdo apurate—lo regaño y me subo a la encimera del lavamanos—él se acerca y queda frente a mi. Abro el bote y coloco un poco de la crema negra en mi indice y se la aplico en su rostro, él hace muecas y me mira sonriente.

—Amor—me regaña mientras me toma con posesion de la cintura. 

—Jajaja te ves muy pero muy guapo

—Te extrañaba

—Si ¿Cuánto?

—Mucho

—Listo—digo cuando ya termino de ponerme la mascara negra yo tambien—ahora ven aquí—doy un salto y lo halo haci mi, él me abraza por la espalda, saco mi telefono y tomo una foto. La miro una y otra vez y me doy cuenta de que no se cuanto tiempo pude vivir sin él.

—Te amo—me besa en el cuello 

—Yo a ti—salimos del baño y yo estoy tomando las vendas para mis muñecas. Pero quiero saber mas de él. De mi Blair.

—Blair tuviste novias en Estados Unidos—es algo que no me he podido sacar de la cabeza, solo de pensarlo voy a matar a cualquier “rubia ojos azules”

—No y si—toca mi mejilla y yo cierro el cajón con algo de fuerza, “no mucha”.

—¿Cómo?—paso por su lado y busco mis zapatillas

—Mi unica novia has sido tu, eres y seras. Pero si estuve con una que otra chica—ahhhh, siento que voy a explotar como un volcan, siento mi sangre hervir y los celos emanando de mi ser “una que otra chica”

 

 ¿Lo voy a matar, lo voy a matar? 

Si eso hare. 

 

Regreso paso por su lado y digo con sarcasmo:

—Lo suponia—me encogo de hombros, me volteo y camino al cuarto, como niña caprichosa, soy una identica.

—Pero…—me toma del brazo y me hala hacia él pegandome a su pecho

—No me toques—lo empujo y vuelve a pegarme a él, no dice nada y me besa con pasión, me besa y aunque quiero empujarlo no puedo, es mi debilidad.

—Pero—vuelve a decir y mi enojo ya crecio mucho, es idiota

—No no quiero nada—me toca y me alza en el aire para lanzarme a la cama.

—¡Sueltame! ¡sueltame!—se sube encima mio—me estas aplastado Blair ¡bajate!—le ordeno mientras acomodo mi cabello 

—Te lo voy a decir una sola vez mi pequeña loca—¡Idiota! comienzo a golpearlo con mis delicadas palmas.

—¡No soy loca!—refuto molesta y sacandole una sensual sonrisa de esas que tanto amo.

—Bueno amor—clava sus ojos en mi y se agacha hasta quedar a centimetros de mi boca. Estoy nerviosa que no se en que segundo deje de luchar para que se aparte, ahora lo quiero impregnado en mi piel 

¿Se puede querer mas a una persona?

—Te lo voy a decir una sola y ultima vez “Hay muchas con quien estar pero no con quien ser, Kyra”—Beret es lo primero que pienso, y lo beso. El es mi ser.—joder si que te extrañaba—me rio, rodamos en la cama y ahora yo quedo sobre él.

—Igual eres un imbecil—acaricio su cabello y él mi espalda

—Pero amas a este imbecil—sus labios curvan una sonrisa 

—Si que lo amo—afirmo y lo beso. Ahora nos toca estar suspendidos por una semana y disfrutar de la compañía del otro.

 

Bienvenida seas supensión.




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