34. Poeta

Joseph 

La victoria se siente de maravilla y más cuando esta la festejas con las personas que mas amas. Que te apoyen y tu apoyar es una de las cosas más satisfactorias, es por eso que siempre apoyare a Kyra, en lo que sea, porque un simple motivo y es que la amo desde que la vi.

—Tranquila nena—Kyra respira con dificultad, su pecho sube y baja con fuerza, y aunque a hecho esto un millón de veces se que siempre se deja llevar por una corriente de nervios que se esfuman cuando da su primer saque.

—Sabes cuanto odio que me digan esa maldita palabra justo ahora—volteo los ojos, a veces debo tener muvha paciencia con esta mujer.

--Estonces solo se tu

—Serias muy malo de psicólogo

—Es por eso que voy a ser abogado, la labia se me da

—No lo creo

—¿Cómo conquiste tu corazón?

—Con labia barata

—Oye te conquiste con Pablo Neruda

—Si en tus sueños

— Te amo, te amo de una manera inexplicable, de una forma inconfesable, de un modo contradictorio. Te amo con mis estados de ánimo que son muchos, y cambian de humor continuamente, por lo que ya sabes, el tiempo, la vida, la muerte. Te amo…—recito el poema de Neruda, ella solo me mira y rie. Se ve linda y relajada cuando sus ojos brillan de emoción.

—Pues bien mi simio con dotes de poeta. Te amo—detesto mi nuevo apodo pero no puedo negar que es gracioso que ella me diga de esa manera

—Demuestrales quien es Kyra Lincoln—me da un casto beso, acomoda sus rodilleras, su coleta y comienza a calentar con Mel

—Asi que la besaste—codeo a Arón. Recuerdo los viejos tiempos en los que junto con David eramos los mejores amigos, compartiamos tantas cosas y Aarón hasta estuvo cubriendome cuando me encontraba con Kyra a escondidas de David. Que cuando vi que beso a mi nena casi lo mato pero despues de que me di cuenta porque era, no hice un drama de simio.

—Estoy frito—me carcajeo y él realmente luce preocupado

—¿Frito, frito o aun sigues crudo? —bromeo ganandome una mirada de mil demonios

—Imbecil—sigo riendome, es gracio ver al mas perro de nosotros, al que hasta juro nunca enamorarse, enamorado.

—Nunca digas nunca

—Hijo de… ¿Por qué la bese?—se pregunta y apoya su cabeza en sus rodillas para gruñir

—Porque es linda, porque te gusta y…

—No soy hombre de una sola mujer nunca

—Nunca digas nunca

—Maldito gusano—me insulta y solo hace que me ria más

—Maldito cobarde, lucha por lo que quieres

—No se nada de ella, excepto que le gusta los libros, que casi nunca va a fiestas, que es aburrida, que tiene muchas secuelas de su epoca en la secundaria, que su estilo es un caos, que me gusta ¡Joder! Que me gusta—me rio, ladeo mi cabeza mientras el sigue en sus dramas existenciales, esta mas que loco intentando luchar contra algo que no se puede luchar con algo que ni bien te encuentras con esos ojos sabes que has perdido las batalla. Ese es el amor el que no te da ni la minima oportunidad para que te defiendas, solo ataca y te consume. Me paro para ir a entregarle agua a Kyra mentras mi amigo se debate en ventajas y desventajas de ser un hombre de una sola mujer. Hombre loco.

Camino estoy al borde cuando nocho que Alice, esa bruja de la cual aun no he tenido tiempo de enfrentarme, va con toda la intensión de lesionar a Kyra. Se cuando una persona tiene malas intensiones, se tambien como se lesiona a un jugador basta meterle el pie de manera correcta para lesionar su tobillo y ese hija de su madre no lo va a lograr. En milisimas de segundo me cruzo asiento que lo que planee me caiga a mi, el tobillo se dobla y me manda directo al piso.

¡Mierda!

¡Duele!

—¡Joseph!—grita mi nena, arrugo mi cara duele, pero mi nena esta bien. ¡Misión lograda!

—¿Qué hiciste? —me toma del rostro y solo muestra preocupación.

—Estoy bien nena, Alice trataba de lesionarte solo intervine

—No debias ¡Es una desgraciada! —sus ojitos se llenan de lagrimas, su voz se entrecorta

—Estoy bien me vendan y estoy bien

—A la enfermeria, ustedes cargenlo—ordena Parker

—Kyra amor juega por mi y por David, y gana siento mucho no poder verte.

—Eres un simio muy habil—acaricio su cabecita—Te amo Blair te voy a ver cuando gane—mi niña, su orgullo y seguridad

—Asi se habla señorita Lincoln—me cargan y dejo a mi nena sola pero se que estara bien

Me cargas por los pasillos, todos están preocupados no es para menos una lesión en estos instantes es la perdición, pero no iba a permitir que algo le pase a Kyra. Yo puede soportar y apuesto que no es nada grave.

—Buenos dias—saludamos todos a la enfermera

—¿Qué paso?

—Se hizo de super heroe—insinua Arón y volteó mis ojos, es un metido

—Todos a la cancha, Aaron quedate con él—ordena nuestro entrenador–necesito que estés bien Joseph, eres el capitán y uno de los mejores del equipo

–Por supuesto entrenador, no se preocupe–no muy convencido asiente y dándome unas palmaditas en el hombro se marcha.

—No es grave, pero necesitamos dar un masaje y vendar, quizás no puedas jugar mañana pero el resto de días si

–Ok

La doctora comienza a mover mi pie de lado a lado, luego en círculos, arriba y abajo. En cada movimiento siento como mi pie cruje pero no importa sé que voy a estar bien más cuando tengo que cargar ese copa junto a mi nena.

¡Dios la amo demasiado!

–Amigo si quieres ve a ver el partido y dile a Parker que estoy mejor—él va a protestar—si eres mi amigo hazlo y me cuentas ya mismo se a de acabar el primer tiempo. 

—Ya regreso–sale y me deja solo con la doctora, que termina de vendar mi pie

—Por ahora quedate aquí, mientras traigo unas pastillas que están en la farmacia

—Claro—asiento. Ella sale y me quedo solo en el pequeño consultorio. 

Saco mi teléfono y comienzo a ver fotos con Kyra, no me cansare nunca de admirarla y admirar la valentía con la que ha venido afrontando la vida. Mi nena es valiente, es toda una guerrera que está de pie y nunca se rinde, que ama con todo su ser con todo su corazón. La verdad no me imagino como hubiera sido mi vida de diferente si no me mudaba a esta ciudad, si no me encontraba con esos bellos ojos hace ya casi unos ocho años.