Las princesas no lloran

37. Mi secreto y mi dolor

Las semanas transcurrieron sin ningún problema, aunque en mi mente, tome una desición y la primera persona con la que voy a hablar es Joseph Blair, porque, fue por él por quien replantee una desición enterrada en mi ser. Cuando lo volvi a ver dos años después supe que siempre tendría personas apoyandome y amandome y el miedo no valia mi silencio, nunca lo vale, asi que, si tengo que pelear una batalla con mis propios demonios y con los de la sociedad lo hare y lo hare con amor aunque duela, duela en el proceso.

Casi un mes despues llego la la feria en la cual di mi discurso y otra vez tuve unos papás y un novio orgullosos de mi. Y ese era otro motivo más para mi, uno que me impulsaba de sobremanera.

Al igual que mis amigos Mel y Aarón que aunque parecen que se van conociendo poco a poco cada uno de los dos me apoya por separado o todos juntos. De Mel puedo decir que es genial, una verdadera amiga, he sabiado apreciar sus buenas y sinceras intenciones y algo me dice que nos llevaremos por años.

El día de hoy decidimos buscar los disfraces adecuados para la noche de Halloween, más por su insistencia y la de mi novio que por mi. Por mi me quedaba viendo Netflix y comiendo helado, esa fiesta no trae buenos recuerdos y me duele en el alma pero no quise ser “la aguafiestas” y no me quedo de otra que comprar los trajes aunque con mala cara, pronto pasara y sera un recuerdo.

Después de nuestra tarde de chicas y de estar desmidiéndonos por que disfraces elegir por fin pudimos hallar unos que están perfectos y que van a quedar muy bien con los chicos.

Llegamos a mi casa y Mel se instala en mi cuarto mientras yo le digo que ya vuelvo. Me dirijo al cuarto de mi hermano, necesito un momento a solas, pero más un momento con él, al que tengo que pedir una disculpa.

—Hermanito…—susurro con tristeza— ¡Ay! David—me siento en su cama y acaricio su lugar como si aún estuviera conmigo—hoy hace un año seguías conmigo y hace un año con el corazón roto estaba alistándome junto contigo para irnos a una fiesta que cambio mi vida, que me rompió completa—sorbo mi nariz y continuo pero ya con muchas lágrimas, es la primera vez que lo recuerdo desde hace un año y lastima, siento como mi pecho se estruja y me presiona fuertemente—…perdoname, perdoname hermano pero sentí tanto miedo de contártelo, aun siento miedo de decircelo a alguien, es duro reconocerlo en voz alta y que me juzguen, me señalen, me menosprecien, me hagan ver culpable o me lo hagan ver normal como lo hizo Alice.

Flashblack

—Alice no recuerdo nada, pero se que no era algo que yo quería—digo confundida y con lágrimas en mis ojos, estoy temblando, estoy muy asustada. Desperte con un sermón de David porque la noche anterior había desaparecido sin decirle nada para luego aparecer totalmente sobria aunque con semblante de zombie, y de lo cual no tengo ni un recuerdo nitido.

—Haber Kyra tu estas o estabas saliendo con Alexis de que te quejas es algo normal que pasen esas cosas entre las parejas—se pinta sus labios frente al espejo con normalidad pero yo siento una gran carga de emociones.

No recuerdo nada, solo pequeñas imágenes en las que Alexis haci y deshacia con mi cuerpo, recuerdo sus besos en mi piel y recuerdos que me atormentan, tambien recuerdo que me negaba y lloraba pero él no paraba nada, no se detenia. 

Yo no quise de eso estoy segura.

Pero no logro recordar todo y eso me fustra. Ni siquiera recuerdo como termine con él cuando estaba con mi hermano y luego ya todo fue borroso, es como si mis recuerdos estuviesen atados, tengo lagunas mentales y nada más.

—Primero no somos pareja tu sabes que estabamos conociendonos, saliendo pero eso no quiere decir que yo quería acostarme con él Alicia—digo llorando, aceptando algo a lo que me quiero negar, Alexis abuso de mí.

—Kyra, ya te acostaste con Alexis ¿Cuál es el problema? ¿Qué quieres hacer? ¿Denunciarlo? ¿Qué todos te conozcan? ¿Ser la burla?—pregunta y arregla su cabello en una coleta. No siento ni su apoyo ni la empatia de una verdadera amiga. No se que hacer pero ella lo toma como un juego, como algo normal y no lo siento así, no me siento bien conmigo misma ni con el rastro que dejo eso en mi cuerpo.

¿Acaso es normal? Para mi no, por el simple hecho de que él debia haber respetado mi desición y no actuar sin mi conscentimiento, por más de que sea el chico con el cual estaba compartiendo salidas porque ni siquiera era mi novio y a lo mucho fuimos al cine, a un parque o las mayorias de veces nos veiamos en el colegio, no tenia derecho.

—Haber bebe, talvez Alexis no es Joseph pero ya esta, no puedes pausar tu vida por algo tan simple, olvidalo—dice secando mis lagrimas—eres fuerte Kyra, olvidalo, no es tan grave, con el tiempo va a pasar, lo vas a olvidar y ya lo vas a tener como un recuerdo—besa mi cabecita y yo sigo llorando.

—No Alice, no esta bien, tengo que hablarlo con David, mi hermano debe saberlo y es él único que de verdad puede ayudarme porque el problema era que no porque le de a un beso a un chico quiere decir que me quiera acostar con él, Alexis no respeto mi desición y si lo tengo que denunciar lo hare—ella se enfurece al instante que menciono a mi hermano—¡Alexis abuso de mi! —grito con iras, fustración, dolor y rabia. Las lágrimas caen por mi rostro y en parte me siento culpable.

—¡Haber Kyra quieres que tu hermano sufra, que sienta lastima de ti! ¡Lo vas a hacer sufrir! ¡Date cuenta! —grita y camina molesta por su cuarto—¡Vas a ser una bomba de algo tan pequeño! Además ya eres mayor de edad ¡Deja de ser egoista! ¡Piensa en tu familia!—grita. 



#246 en Joven Adulto
#3814 en Novela romántica
#1122 en Chick lit

En el texto hay: adolescentes, amor-odio, mentiras dolor

Editado: 29.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.