Las princesas no lloran

43. Comienza el plan

El sábado pase en la casa de Joseph que poco a poco fue aceptando todo lo que sucedió. Asi mismo Carmen consiguio un par de terapeutas porque sabia que era momento de sanar pero profundamente, no ocultando mi dolor y finguiendo que nada paso.

Agradeci su apoyo infinito pero era algo que queria tambien compartir con mis papás despues de que obtenga la declaración de Alexis, hablamos mucho de eso con mi novio y al final acepto.

Carmen habia hablando con un amiga la cual era abogada y nos asesoro, diciendo que sin duda podia poner la denuncia y la Fiscalia no tardaria en actuar pero que iba a ser un poco complicado que se pruebe su culpabilidad. Blair enloquecio al instante y por poco manda al carajo a la abogada pero yo entendi perfectamente a lo que se referia y es por eso que ya idee un plan con Mel y queria tener el apoyo de mas personas para obtener la declaración de Alexis a como de lugar.

Horas y horas conversando y discutiendo con Blair llegamos a la conclusión que el me iba a apoyar en todo lo que habia planeado, aunque fue Mel la de la idea me alegra haber encontrado un amistad como la de ella.

Hoy es domingo, el primer aniversario de la muerte de David, siento que este dolor me consume más, es tan aplastante que corta el oxigeno que ingresa a mis pulmones. Me miro al espejo circular de la sala, la imagen es desagradable. Mis ojos estan metidos y cubiertos por un alrededor un tanto gris, el vestido negro tampoco me beneficia en nada y hasta parece que tan solo dos dias mi peso bajo considerablemente.

Tomo un par de respiraciones y miro bajar a mis padres por las escaleras. Mi padre lleva un traje y mi madre un vestido, de el color tan peculiar, negro. Me ofrecen una sonrisa triste y caminan para darme un fuerte abrazo mientras par de lagrimas se nos escapan de nuestros rostros.

¿Cómo no? Si David era un ser humano maravilloso, sin duda en el cielo faltaban angeles tan buenos y perfectos como él aunque su partida deje un hueco en el corazón de las personas que lo amamos con todo nuestro corazón.

Despues de nuestro emotivo abrazo salimos para subirnos en la camioneta. Miro a Carmen y a Blair subirse en su carro dandonos un pequeño saludo he indicandonos que nos acompañan. Me acomodo en el asiento de cuero, aprocho mi cinturon y cierro los ojos para concentrarme en este moemnto, no en lo que pueda tener luego o en lo que tuve antes.

Media hora despues llegamos a la iglesia, pequeña y acojedora. Nos bajamos en silencio pero con una conexión que no necesita de palabras. Enseguida el carro de Carmen se estaciona a nuestro costado. Nos salidamos con un abrazo y un beso en la mejilla y mis padres les agradecen su incondicional apoyo. 

—¿Cómo estas nena? —pregunta mi novio sosteniendo mi mejilla y enfocando sus bonitos ojos en mi.

—Estoy muy triste Blair pero se que a mi hermano no le gustaria verme asi—explico con algo de culpa

—A tu hermano le gustaria que sintieras, que lloraras lo que tengas que llorar pero tambien que te levantes como lo haz hecho mi guerrera—besa mi frente. Solo guerdo silencio y entro de su mano.

La misa comienza a desarrollarse y las lagrimas se me resbalan sin contencion al recordar como una pelicula nuestros mejores momentos, las veces que lo molestaba y el me perseguia por toda la casa, las risas o cuando me consolaba del moustro debajo de mi cama, me acuerdo de todo y mi pecho llora su ausencia.

—Nos acompañarian al cementerio—pregunta mi mamá con su voz suave.

—Por su puesto los seguimos—me despido de Blair y cada uno se marcha en su carro hasta llegar a ese lugar que aun me causa ciertos escalofrios.

Entramos mi mama en un brazo de papa y yo en otro. Caminamos, recorro con mi mirada las demas tumbas y un viento frio me golpea el rostro y el cuerpo haciendome sentirse ese escalofrio y profunda tristeza. Cuantas personas han perdido a sus seres queridos, mi corazon se parte mas cuando miro imágenes de pequeños niños.

Miro hacia atrás y me encuentro con la mirada de Blair que me brinda su apoyo, regreso mi vista al frente y me doy cuenta que estamos a unos metros de ver a mi hermano.

Llegamos al pasto verde justo frente a su lapida y admiro su foto. Era tan guapo, tan dulce y bueno. Cada uno sumido en sus propios pensamientos se mantiene estatico frente a su lapida.

Mucho tiempo despues mis padres se retiran con el corazón roto y yo me quedo solo con Blair, el camina unos metros atrás dandome espacio y se lo agradezco infinitamente.

Me inco y apoyo mis rodillas en el pasto frio con una mano repaso el esped y luego la lapida, suspiro con dolor.

—Hola hermano—las palabras mueren en mi garagnta, tengo tantas cosas que decirle pero todas se atascan—te amo, te amo demasiado pero siento que debes ser un angel perfecto alla arriba o donde sea. Quiero pedirte que me perdones por no haberte contado lo que paso con Alexis, lo que me hizo—respiro profundo y sacudo un poco mi cabeza para alejar mi tristeza—quiero que sepas que voy a hacer justicia y quiero que me acompañas, siempre vas aa ser mi angel favorito ¿Lo recuerdas? —sollozo y me recuesto en el cesped como si lo estuviera abrazando a él—Te amo hermano, te amo David—sollozo mas fuerte por un par de minutos—te necesito conmigo, ayudame—digo entre lagrimas—ayuda a hacer justicia y que sepa la verdad, te amo muchisimo engendro—sonrio mientras lloro. Llevo dos dedos a mis labios dejando un beso para luego pegarlo en la lapida y pararme para caminar hacia Blair que me recibe con los brazos abiertos.

—Que fuerte eres nena—me da un suave beso y con sus pulgares recoje mis lagrimas—Eres muy fuerte—me llena de besos.

De la mano salimos del cementerio sin mirar a tras cuando por fin estamos afuera suelto el aire que contenia y me cobijo en los brazos del amor de mi vida.

—A partir de ahora comienza el plan, te amo—murmuro en sus labios y lo abrazo fuertemente. 




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