Querido Jeremy: Supongo que si voy a comenzar con esto debo hacerlo desde el comienzo. El día en que te conocí.
En aquel momento mí vida estaba literalmente patas para arriba y no sabía muy bien hacia donde ir o que hacer.
Me habían roto el corazón u bien. Tu sabes lo mucho que es difícil recuperarse de algo como eso.
Pero en el momento en que tu apareciste le diste a mí vida un poco de alegría y un halo de esperanza.
Con tu llegada me hiciste creer que todo estaría mejor y que poco a poco en tu compañía podría volver a ser yo.
Quien diría que años más tarde serías tu quien me volvería a hacer pedazos y todo culpa de un estupido plan.