El ambiente en “El Gran Chiste” había cambiado por completo. La risa de Don Chistoso resonaba como un eco de esperanza, y mientras el club seguía lleno de comediantes y espectadores, Yisus y Lía se sintieron más motivados que nunca para resolver el misterio detrás del robo de la risa.
Después de la competencia, Don Chistoso subió al escenario de nuevo, con una chispa de energía renovada.
—¡Gracias a todos por participar! —exclamó—. ¡Hoy hemos demostrado que la risa puede regresar a San Chistes! Pero antes de seguir, tengo una sorpresa especial.
El murmullo del público creció en expectación.
—Quiero presentarles a nuestros nuevos amigos, Yisus y Lía. Estos dos han estado trabajando duro para resolver el misterio de la risa robada, y creo que tienen algo más que decir.
Yisus sintió que todos los ojos estaban sobre él. Se aclaró la garganta y tomó el micrófono.
—¡Hola a todos! Ayer nos encontramos en una búsqueda de risas, pero hoy, queremos invitarles a unirse a nosotros en otra aventura. En esta historia, no solo estamos buscando el misterio de la risa, sino también la magia de la escritura.
Lía sonrió, entusiasmada.
—Exacto. Nuestro amigo, el autor detrás de esta increíble historia, está planeando lanzar nuevos libros y cuentos. ¡Y quiere que USTEDES sean parte de esto!
—Así es —continuó Yisus—. Si les está gustando esta historia, ¡nos encantaría saberlo! Dejen sus comentarios sobre lo que piensan, y si tienen alguna idea para futuras historias. ¿Qué les gustaría leer?
—Y aquí hay algo emocionante —agregó Lía—. Si siguen el perfil de nuestro autor y dejan un comentario, ¡tendrán la oportunidad de aparecer como personajes en un futuro libro! Imagínense, ¡podrían ser protagonistas en una nueva aventura!
El público comenzó a murmurar, intrigado.
—Así que, si quieren ver sus nombres en las páginas de un libro, ¡no duden en participar! —dijo Yisus, sonriendo—. Y recuerda, ¡si tienes un chiste que te gustaría compartir, este es el lugar!
—Porque, como siempre decimos, ¡la risa es el mejor remedio! —exclamó Lía, y el público estalló en risas.
—Y ahora, volvamos a lo que realmente importa: ¡la búsqueda de la risa! —dijo Yisus, animado.
El ambiente se revitalizó, y todos comenzaron a discutir ideas sobre futuros personajes. La energía en la sala era contagiosa, y Yisus se sintió inspirado.
—¿Sabes cuál es el animal más divertido que existe? —preguntó Lía, mientras el público se acomodaba.
—No, ¿cuál? —preguntó un espectador.
—¡El pingüino! Porque siempre está vestido para la ocasión. ¡Es como si fuera a una fiesta de gala todo el tiempo!
Las risas resonaron de nuevo, y Don Chistoso levantó la mano.
—¡Eso es! ¡Los pingüinos son como los comediantes de la naturaleza! Siempre están listos para dar un espectáculo.
La conversación sobre chistes continuó fluyendo, y mientras tanto, Yisus y Lía se acercaron a un grupo de comediantes que habían estado observando desde una esquina.
—Chicos, ¿tienen alguna pista sobre el robo de la risa? —preguntó Yisus.
Uno de ellos, con un sombrero de copa y una corbata a rayas, se rascó la cabeza.
—He oído rumores de que un grupo de comediantes enojados se ha reunido en un lugar llamado “El Refugio del Chiste”. Dicen que están planeando un ataque contra ti, Don Chistoso.
Don Chistoso frunció el ceño.
—Ese lugar es un nido de chistes malos. Pero si están detrás del robo, necesitamos ir allí y descubrir qué están tramando.
—¡Vamos a hacer una expedición! —gritó Lía, emocionada—. Pero primero, ¿quién quiere contar un chiste para animar el ambiente antes de salir?
Un comediante se levantó y dijo:
—¿Qué hace una abeja en el gimnasio?
—¿Qué? —preguntó la multitud.
—¡Zum-ba!
Las risas estallaron, y la energía del lugar se disparó.
Yisus decidió que era el momento perfecto para hacer un anuncio más.
—Y recuerden, amigos, cada comentario que dejen no solo nos ayuda a mejorar, sino que también puede convertirlos en parte de nuestras historias. ¡Así que no sean tímidos!
Mientras la risa seguía resonando, Yisus y Lía se prepararon para la siguiente etapa de su aventura. El misterio del robo de la risa se volvía más intrigante con cada momento, y estaban decididos a descubrir la verdad.
—Así que, ¿listos para la próxima parada? —preguntó Yisus, mirando a su alrededor.
—¡Listos! —respondieron al unísono todos los comediantes, y con eso, se dirigieron hacia “El Refugio del Chiste”, donde su próxima aventura les esperaba.
En el camino, Lía no pudo evitar pensar en lo que les depararía el futuro.
—Yisus, ¿sabes qué es lo mejor de todo esto?
—¿Qué es? —preguntó él, curioso.
—Que si todo sale bien, podríamos estar en la primera página de un libro, ¡y eso es más emocionante que un chiste de pingüinos!
Ambos rieron y siguieron adelante, listos para enfrentar lo que sea que se interpusiera en su camino, sabiendo que la risa y la creatividad siempre estarían de su lado.