Después de los agitados acontecimientos vividos con la aparición de un grupo del que apenas habían logrado saber nada, si bien era cierto que los ataques a la familia y amigos de Harry habían cesado, no era menos cierto que los hombres de Jensy estuviesen precisamente inactivos.
Una vez que ese convulso período de ataques había finalizado, los Aurores se habían dedicado con más calma a sus investigaciones, y aunque las mismas seguían aportando poca información, se centraron en otro asunto, que a juicio de las autoridades era igualmente preocupante.
Cuando Bill Weasley presentó las pruebas de que los detenidos en Azkaban no eran las personas que habían creído que eran, los miembros del Wizengamot se preocuparon por los hijos de éstos, pero en el caso de Demian Turel y Andrei Kovacevik no era mucho lo que podían hacer, ya que ambos chicos ya eran mayores de edad. De modo que se centraron en Otto Goyle y Scorpius Malfoy, lo que generó un serio conflicto.
Otto Goyle tenía otros parientes que se comprometieron a hacerse cargo del chico, y aunque nadie estaba muy seguro de que aquellas personas fuesen confiables o no estuviesen involucradas con los sujetos a los que perseguían, no tenían más alternativa que entregarles a Otto.
Pero en el caso de Scorpius Malfoy el asunto se presentaba más problemático, porque la madre de Scorpius, Astoria Malfoy no aparecía por ninguna parte y siendo que ni sus padres ni su hermana estaban vivos, no se podía contar con nadie de esa rama familiar. El asunto es que los Malfoy tampoco los tenían, de modo que se pensó en Andrómeda Tonks que era la hermana de Narcisa, pero cuando Dánaee fue a entrevistarse con la mujer, se encontró con que la pobre se encontraba muy delicada de salud y francamente no estaba en capacidad de hacerse cargo de un chico que además todos sabían que era en extremo problemático. Estando así las cosas, la única alternativa que quedaba era Sirius Black.
El susodicho casi sufre un paro cardíaco cuando Bill y Joseph se lo dijeron y ni que decir hay, que los miembros más jóvenes de la familia estuvieron a punto de masacrar a Bill cuando fueron informados de la novedad. Pero aunque Sirius estaba en franco y total desacuerdo, el buen corazón de Grace hizo la diferencia. De tal suerte que a Sirius no le quedó más remedio que aceptar, y de los chicos el más filosófico era Albus y dijo que al menos solo sería por un par de años.
Una vez que habían finalizado las primeras vacaciones en las que los chicos se habían ido a Avalon, el asunto más triste para todos se presentó cuando regresaron. Durante la estancia en la isla de los que habían ido a ella, se veían muy poco ya que tenían diversas actividades orientadas al poder de cada uno, y solo se reunían durante las sesiones de entrenamiento de duelo a las que invariablemente asistía Jason. Aquellos días los chicos la pasaban bastante mal, porque tanto él como Morgana eran decididamente irritantes, y tenían una vena maligna que utilizaban para desconcentrarlos.
Sin embargo y en conjunto, se podía decir que lo habían superado con bastante éxito, pero cuando llegó el momento de volver se encontraron con un asunto que aparte de sorprenderlos mucho, les gustó menos. El día de su regreso y cuando ya estaban en la orilla dispuestos a abordar el bote que los llevaría de vuelta a la colina, fueron informados que Anthar, Tyler y para horror de todos Louis, no regresarían con ellos. En el caso de los dos mayores habrían podido entenderlo ya que ellos no debían volver a la escuela, pero de ninguna manera podían comprenderlo en el de Louis. No obstante, habría sido mucho esperar que les diesen alguna explicación y tuvieron que volver sin ellos.
No hace falta decir la enorme decepción de los Black, de Lily y de Dominique al no ver a Anthar y a Tyler, pero nada podría describir el dolor de Bill y de Fleur cuando leyeron la carta de Louis que Jason les entregó.
Queridos mamá y papá:
Lamento mucho despedirme de esta forma, pero no habría tenido valor para hacerlo de otra. No habría podido enfrentar con la entereza necesaria tus ojos llenos de lágrimas mamá, porque a pesar de lo mucho que me esforcé siempre por hacerte la vida miserable, te amo con todo mi corazón. Del mismo modo que no habría podido enfrentar los tuyos papá, que sin duda estarían cargados de preguntas que de momento no estoy en capacidad de responder.
No aspiro a que entiendan mis razones porque ni siquiera puedo darles una, de modo que solo les pido que acepten mi decisión y confíen en mí. No sé cuánto tiempo me tome aprender lo que quieren enseñarme, no sé por qué razón fui escogido para esto siendo como sabemos que soy, un incordio, un desastre natural y todas las otras cosas que siempre me llamaron. Pero independientemente de las razones que hayan tenido para ello, haré mi mejor esfuerzo y espero que algún día puedan sentirse orgullosos de mí.
Madre, sé que siempre has pensado que nací con el único y exclusivo fin de hacerte la vida difícil, pero aunque es posible que llegues a echar de menos mis locuras, deberás aceptar que tu pequeña catástrofe se marchó para siempre, y en su lugar ha quedado alguien que tuvo que asumir que la vida no siempre es bella, no siempre es como queremos y no siempre está vestida de alegres colores, pero es la que tenemos y tenemos que enfrentarla como se nos presente, porque ni siquiera nos está permitido dejarla cuando queremos sino cuando es el momento.
Padre, has sido el mejor padre que alguien pudiese tener, y aunque es posible que pienses que nunca presté atención a lo que decías, sí lo hice y gracias a tus enseñanzas es que hoy confío en que podré enfrentar la vida con el valor, la honestidad y el sentido de justicia que te esforzaste en enseñarme. Tus palabras nunca fueron a dar al vacío y recuerdo todas y cada una de ellas, y solo espero ser merecedor del apellido que llevo.
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Editado: 27.06.2023