Jason se había puesto rápidamente de pie, la mayoría de los Aurores había extraído su varita, todos se habían girado y hasta los pequeños corazones de los niños se paralizaron en el momento que escucharon el grito de J.B. aunque inicialmente nadie había entendido qué había dicho.
Un segundo después el niño estaba corriendo hacia la figura de negro que se había materializado en medio del jardín. Ginny y Harry fueron los siguientes en reaccionar y emprendieron la carrera tras su nieto, pero ninguno de los dos fue más rápido de James que llegó casi al mismo tiempo que J.B., y mientras Albus abrazaba a su hijo. Cuando se separó un poco, J.B. reía y lloraba al mismo tiempo y volvió a apretar el cuello de su padre.
Después de eso se puso de pie y abrazó a sus padres, Ginny besó y abrazó a su hijo y parecía querer examinar cada centímetro de su persona, mientras que Harry quería decirle mil cosas, pero el grueso nudo que tenía atravesado en la garganta no se lo permitía. Luego fue el turno de James a quien ninguna emoción lograba suprimir la voz.
Lily al igual que su padre fue incapaz de decir nada y se limitó a abrazarlo, pero cuando Albus vio sus ojos que eran reflejo de los propios, éstos le dijeron lo que no le habrían dicho todas las palabras del universo.
Mientras todos los miembros de la familia, desde los más grandes hasta los más chicos saludaban y daban la bienvenida a Albus, Vivian se había acercado a Daviana que, aunque al igual que todos tenía su varita en la mano, también había apretado a Alba contra su pecho cuando había escuchado el grito de J.B. La chica le entregó la niña a Vivian y ésta caminó junto con Eidel hacia Albus. Todos se apartaron para hacerles sitio vigilando con atención a Albus, y pasado el momento de la sorpresa, se fijaron en los sutiles cambios que se habían operado en él. Como la capa se había deslizado de sus hombros, notaron que parecía no solo más alto, sino más fuerte, llevaba el cabello más largo, aunque no tanto como Jason o Anthar, y si bien aun podía verse cierta tristeza en sus ojos, ya no eran el profundo abismo de desolación que habían visto la última vez.
Albus por su parte, estaba haciendo acopio de valor y recordando todas las instrucciones de Elaine para mantener a raya sus emociones. Sin embargo, se llevó una sorpresa, porque él no había visto ni una sola vez a su hija desde que ésta había nacido, pero por algún motivo siempre pensó que al verla vería el rostro de Brenda y no era así, ya que la pequeña Alba, que al día siguiente cumpliría cuatro años, era una hermosa niña con las facciones casi exactas de Ginny, pero el cabello en lugar de ser rojo como el de su abuela o el de Brenda, era tan negro como el suyo y sus ojos eran dos brillantes esmeraldas.
Cuando los Carmichael llegaron hasta él, padre e hija se miraron, y aunque Albus no tenía idea de qué decir o cómo dirigirse a la niña, ésta resolvió el asunto de forma inesperada al menos para él.
El corazón de Albus sufrió dos violentas emociones, por una parte, el remordimiento por el abandono al que había condenado a su hija lo golpeó con saña, y por la otra, el escucharla llamarlo papi era algo que ciertamente no se habría esperado y le produjo una dolorosa emoción que casi le hacía imposible respirar. Sin embargo, su cuerpo actuó sin participación consciente estirando los brazos y estrechando a su hija contra su pecho.
La mayoría de los presentes había soltado el aire que habían estado reteniendo al no saber cómo iba a reaccionar Albus, algo que en opinión de Jason era totalmente absurdo, ya que, si no hubiese tenido intenciones de ver o acercarse a su hija, no se habría presentado allí justamente ese día.
A pesar de que Ginny había probado su fortaleza y control en las situaciones más desesperadas, en aquel momento hundió el rostro en el pecho de Harry y dejó salir todas las lágrimas que llevaba cuatro años llorando por dentro debido a la ausencia de su hijo. Grace, Victorie, Rose, Fleur y Molly, lloraban a mares, los hombres a pesar de estar emocionados, se controlaban mucho mejor con las posibles excepciones de Sirius y Remus, y en el caso de los niños, si bien estaban contentos de ver a su tío especialmente por la obvia emoción de J.B., se preguntaban porqué sus madres o sus tías lloraban de aquel modo.
Alba había establecido el parecido entre su padre y su abuelo, pero consideraba que le faltaba algo, las gafas. No obstante, pareció olvidarse con rapidez de eso y le cogió un mechón de cabello y rio.
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Editado: 27.06.2023