Las Ruinas de Cassandrea

Cap. 40 El mundo cambió

Segunda Parte

 

Durante los próximos tres años, el mundo mágico se vio inmerso en una serie de hechos que lo convulsionaron. Los ministerios de magia de países como Bulgaria, Rumania, Alemania, Francia y Grecia, rompieron relaciones diplomáticas con el ministerio inglés, y aunque al principio Kingsley había recibido muchas cartas de diversos funcionarios de aquellos ministerios y miembros importantes de sus comunidades mágicas pidiéndole la intervención de los Aurores ingleses en sus territorios, las autoridades lo habían estado impidiendo hasta que finalmente habían suspendido las relaciones y las mencionadas cartas dejaron de llegar.

 

Aunque las autorizaciones nunca fueron dadas, eso no impidió que Harry lograse que su equipo se las ingeniara para infiltrarse en aquellos países y habían sido testigos de las barbaridades que se estaban llevando a cabo, de modo que decidieron advertir a los demás países. Bill fue enviado a visitar  África; Joseph marchó a América debido a que en su juventud había pasado algún tiempo en aquellas tierras y había dejado contactos útiles en ellas; Hermione, Ameliè, Steffano, Jason y Anthar se repartieron Europa, ya que  dominaban varios idiomas, pero mientras Anthar tenía un perfecto dominio de los derivados de las lenguas eslavas y Jason las entendía bastante, Hermione lo tenía de las lenguas romances, así que ella junto con Ameliè y Steffano se encargaron de los países de Europa occidental, mientras que Anthar y Jason lo hacían de los de la peligrosísima y convulsionada Europa oriental.

 

Esta estrategia no podían decir que había tenido los mejores resultados, ya que en algunos países los escucharon, y aunque no estaban muy convencidos, prometieron tomar medidas y estar alertas, en otros los tacharon de alarmistas, lo que los hizo recordar a Fudge y su manía de negar cualquier cosa que amenazase su cómoda posición, y en otros – específicamente de los visitados por Anthar y Jason – descubrieron que en su mayoría ya era demasiado tarde, y de hecho en varias oportunidades estuvieron a punto de ser hechos presos y enviados a Numengard, lo que originó la decisión de suspender su actividad en aquella zona.

 

El equipo de Lyra, Justin y Alexander, había sido el más osado, razón por la cual habían estado en serio peligro en varias ocasiones mientras investigaban e intentaban infiltrarse en los países que estaban siendo objeto de mayores problemas, pero Justin y Alex repartían el tiempo entre eso y la supervisión de los Aurores que estaban a cargo de la seguridad de Hogwarts, de modo que eventualmente pasaban algunos días en los alrededores del colegio asegurándose que los chicos estuviesen bien y que todo marchase como debía.

 

Charlie se ofreció para ir a Rumania en compañía de Terry, debido a los muchos contactos que poseía en aquella región, lo que les proporcionó un panorama bastante acertado de lo que allí estaba ocurriendo, pero hacer algo les resultó mucho más complicado.

 

El equipo de investigación de Bill y Joseph había estado muy atareado recopilando todo cuanto podían y sus muchachos no habían tenido prácticamente ningún descanso, pero la mayoría de los nombres que saltaban a la palestra resultaban pertenecer a sujetos muertos, de modo que la frase acuñada por Jason al inicio de toda aquella investigación pasó a formar parte del argot cotidiano de los Aurores, y aquellos individuos pasaron a ser conocidos como  los muertos activos, y de hecho la cartelera que presidía el salón de reuniones y donde tenían las fotografías que habían podido conseguir de ellos, llevaba aquel título en su parte superior.

 

Afortunadamente en medio de todo el caos que estaba viviendo el mundo mágico, en Hogwarts todo marchaba como debía, fuera de la indecente cantidad de lechuzas que llegaban casi a diario con la notificación de los diferentes castigos que les imponían a los niños, especialmente a todos los que se apellidaban Black, y las furiosas notas que le había enviado McGonagall a Sirius, aunque técnicamente él no era el representante de ninguno de los que estaban actualmente en la escuela, ella lo hacía responsable por el escandaloso comportamiento de los varones en cuestiones de faldas. Lo único que preocupaba a los Aurores con respecto a la escuela, era que no habían podido recuperar el libro robado ni averiguar quién lo había hecho. Todos los profesores habían sido investigados e incluso habían aceptado someterse a ingerir Veritaserum, pero todos estaban limpios, y aunque nadie se mostraba muy inclinado a creer que algún alumno pudiese haber hecho aquello, Jason seguía pensando que allí estaba la respuesta, pero como no podían someter a los alumnos a una investigación más profunda sin suficientes motivos que lo justificasen y el consentimiento de los padres, no pudo hacer nada más.

 

No obstante, si las cosas marchaban bien en Hogwarts, no sucedía lo mismo en Durmstrang ni en Beauxbatons, el mundo mágico recibió con sorpresivo asombro primero la renuncia de madame Maxime y posteriormente su desaparición. Después de esto, el ministerio francés emitió un comunicado donde declaraban que, en adelante, Beauxbatons no admitiría a ningún estudiante que fuese hijo de muggles, poniéndose así en la misma línea de Durmstrang. En estas circunstancias, el consejo estudiantil de Hogwarts se había reunido de emergencia con Kingsley y decidieron acoger a los alumnos que eran rechazados por las otras dos escuelas.




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