Las Ruinas de Cassandrea

Cap. 45 En la escuela

 

A pesar de lo traumático que había resultado el primer día, las cosas poco a poco parecieron encaminarse de la mejor manera al menos en parte. Cassander había ido a hablar con su hermana, y aunque le dejó claro que seguía sin confiar en Andrevich, no interferiría tal y como le había prometido a su padre, pero que mantener su palabra siempre estaría sujeto a que no viese ningún comportamiento sospechoso de parte de Anteros y Sandy se dio por satisfecha.

Los demás si bien no dijeron nada y en el caso de Altair eso era un verdadero milagro, tampoco hicieron nada más allá de mirar con desagrado a Anteros y en ningún caso se dirigían a él para nada. Mientras que las niñas con excepción de Lorena y Arkania, sí se mostraron sumamente amables con Anteros.

Sin embargo, si las cosas habían comenzado a marchar relativamente bien, cuando Arthur que era el capitán del equipo de Quidditch convocó la primera práctica, para horror de todos Ben les participó que dejaba el equipo. A esas alturas el equipo de su casa estaba conformado por puros miembros de la familia. Arthur era el buscador y el capitán, Aydan era el guardián, las gemelas Potter eran las golpeadoras y los cazadores eran J.L. Cassander y Ben; su hermano Axel había intentado por todos los medios hacerlo desistir, pero no hubo forma, de manera que Arthur se vio en la necesidad de convocar las pruebas para cubrir la falta de Ben y quien había pasado a ocupar la vacante había sido Jean Paul.

Todos veían con preocupación que Ben se había vuelto una sombra silenciosa que distaba mucho del chico alegre y bromista que había sido siempre, pero no por eso había dejado de vigilar con atención a Anteros y prácticamente no había momento en que no estuviese sobre él.  Ben casi no hablaba con nadie y los chicos no se esforzaban mucho, porque sabían que cuando Ben estaba de ese humor podía volverse directamente peligroso, la única que se atrevía a dirigirse a él era Oriana, y aunque Ben parecía prestarle escasa atención, ella no cejó en su empeño y era quien se ocupaba de ver que Ben comiese como debía y muchas veces de enviarlo a la cama a altas horas de la noche que era cuando el chico se ocupaba de sus deberes, ya que el resto del tiempo vivía pendiente de dónde y qué estuviesen haciendo Anteros y Cassandrea.

 

Si bien Sandy no había hecho nada en contra de Ben gracias a la intervención de su padre, se había estado negando a hablarle al chico hasta que unas furiosas Lorena y Arkania le hicieron notar que lo estaba matando de tristeza. De manera que un mes después de iniciadas las clases, Sandy se avino a conversar con él, pero no sabía cuando lo decidió, lo mucho que le dolería verlo, porque aparte de no hablarle, también se esforzaba en no mirarlo.

Después de la clase de pociones, Sandy le dijo a Anteros que se verían más tarde y  él asintió sin poner reparos, pero la tranquilidad que había sentido durante aquel mes a pesar de que todos los varones de aquella familia seguían mirándolo con antipatía, se esfumó al ver que Sandy caminaba directamente hacia Stone. Anteros se había estado sintiendo groseramente feliz al ver que Cassandrea no le hablaba y ni siquiera se dignaba mirar a aquel odioso individuo, de manera que ahora al verla acercársele, el odio más profundo brilló en sus ojos, pero con rapidez varió de expresión al ver que una de las gemelas lo estaba mirando y le sonrió en la creencia de que se trataba de Loriana.

  • A mí no me engañas, Andrevich, y si tienes la mala idea de hacerle algo a Ben, descubrirás con mucho perjuicio para tu persona lo peligroso de tu error, porque suponiendo que tuvieses suerte y lograses lastimarlo, te juro que nada te va a salvar de mí

Dicho esto, Lorena le dio la espalda y continuó su camino, mientras que una sonrisa perversa se había dibujado en los labios de Sander que había escuchado a su prima y pensó que, si bien ellos se habían visto obligados a dar su palabra de no hacerle nada a aquel infeliz, no era el caso de sus primas y por lo menos Lorena y Arkania le tenían tantas ganas como ellos, y estaba seguro que en cualquier momento las dulces criaturas iban a demostrárselo de la forma más dolorosa posible. Entre tanto, Sandy había llegado hasta Ben.

  • ¿Podemos hablar un momento?  --  le había preguntado Sandy y él había abierto los ojos con desmesura, porque no se podía creer que realmente le estuviese hablando a él
  • Claro  --  le dijo en forma inmediata

Se encaminaron por el pasillo hacia las escaleras, Anteros los siguió con la mirada y pensó que, si ese cretino lo seguía a todas partes, no había razón para que él no hiciese lo mismo, el asunto fue que no contó con el hecho de que aquel individuo contaba con una fuerza organizada de la que él carecía.

  • ¿Vas a alguna parte, Andrevich?  --  preguntó Arthur bloqueándole el paso

Inicialmente le extrañó que alguno de ellos le hablase, porque eso era algo que no había ocurrido desde que habían iniciado ese año, y antes solo lo hacían para insultarlo. Sin embargo, le contestó de la forma más educada posible.

  • Así es y tengo prisa, así que, si no te importa, me gustaría poder continuar mi camino
  • La verdad es que sí nos importa  --  le dijo Arthur
  • Disculpa, pero no veo por qué razón habría de importarte a dónde me dirijo
  • De hecho sí, si ese camino es susceptible a cruzarse con el de Ben  --  intervino Altair  --  y créeme Andrevich, no quieres hacerlo
  • ¡Déjenlo en paz!  --  exclamó Loriana




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