Grace y Rowena habían tenido verdaderas dificultades para tranquilizar a Sirius y que no la emprendiera en contra de Justin y Alexander, porque en realidad ninguno de los dos habría podido hacer mucho para evitar lo que sucedió. Finalmente, Sirius había comprendido que era imposible que los siguiesen a todos al mismo tiempo y que estaban allí solo para vigilar que ningún extraño pudiese ingresar al castillo, y en caso de que lo consiguiese por algún medio, reunir a los chicos, protegerlos y de ser posible sacarlos del castillo y dar inmediato aviso al cuartel general. Sin embargo, a partir de ese día Justin y Alex se esforzaron al máximo por mantenerlos vigilados tanto como era posible y ni siquiera podían decir que uno fuese más problemático que otro, porque en realidad todos eran iguales, de manera que hacían lo mejor que podían.
Anteros no se había sentido nada feliz, porque si bien Cassandrea le había prometido que al día siguiente de la cena de San Valentín podría dedicarle un rato de atención exclusiva, con lo sucedido no solo no lo había hecho, sino que apenas si había podido verla, de modo que el domingo estaba de un humor asesino, pero aun así a primera hora envió a Hebros con una nota acompañada de una flor, y donde le decía que la esperaba en el comedor, así que en cuanto estuvo lista se encaminó hacia allá.
Cassandrea miró hacia la mesa de los leones, pero fuera de los gemelos que parecían no dormir nunca, el resto de sus parientes no había bajado aún, de manera que sonrió y salió con Anteros.
Alexander le aseguró que no interferiría a menos que como acababa de decir Justin, Anteros intentase agredir a Cassandrea, de manera que se apresuró y los alcanzó cuando llegaban a la orilla del lago.
Cassandrea agitó su varita y en seguida un mantel blanco se extendió en el césped, entre ambos sacaron las cosas y tuvieron una agradable y tranquila comida.
Aunque Cassandrea era una joven tan escandalosamente bella como apuesto era su gemelo, a diferencia de éste, ella no había tenido ninguna oportunidad de entablar relación alguna tanto por el hecho de que sus hermanos y primos habrían despachado limpiamente a cualquiera con quien lo hubiese intentado, como por el hecho de que le gustaba Anteros, de manera que en aquel momento su corazón parecía a punto de salírsele del pecho.
Sin embargo, las palabras parecían haberse perdido en algún lugar del trayecto entre su cerebro y sus labios, así que Anteros decidió obtener la respuesta que esperaba de manera más práctica y borrando la distancia que los separaba se apoderó de los labios que si bien se habían negado a emitir ninguna palabra, no se negaron a recibir el beso.
A pocos metros de la parejita, Alexander se sentía sumamente incómodo por estar siendo testigo de aquella escena, de manera que pensó que Justin tenía razón y si aquel sujeto contaba con la aprobación de Cassandrea, no le correspondía a él interferir y estaba a punto de volverse cuando vio que el chico era violentamente apartado de Cassandrea. Alex extrajo su varita a toda velocidad y miró en todas direcciones tratando de ubicar al causante de aquello, pero ninguno de los chicos estaba a la vista.
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Editado: 27.06.2023