Las Ruinas de Cassandrea

Cap. 67 Peligroso

 

Kaylo Jelinek a diferencia de su hermano Raziel, era un sujeto más bien silencioso y quien lo mirase fácilmente podría creer estar viendo a una estatua por la absoluta carencia de expresión. Sin importar que estuviese furioso o feliz – algo esto último más bien insólito – no se podía apreciar en él ningún signo facial que atestiguase sentimiento alguno. No obstante, aquel día y en la soledad de su habitación, sí estaba exteriorizando su preocupación.

Kaylo era el mayor de los dos hermanos, originalmente había sido el hermano del medio, pero tras la sospechosa y nunca aclarada muerte de Valmir, el verdadero primogénito de los Jelinek, él pasó a ocupar el mayorazgo. Nadie sabía a ciencia cierta la razón, pero aquel sujeto por lo único que parecía preocuparse sinceramente era por su díscolo y sumamente peligroso hermano menor.

Kaylo tenía cinco años cuando Raziel nació, y desde entonces, él se había echado encima la responsabilidad de velar por su hermano menor. Raziel había sido problemático prácticamente desde que estaba en la cuna, y si bien Kaylo nunca pudo evitar que cometiese toda clase de barbaridades, siempre hizo cuanto pudo para encubrirlo, y aunque sus padres lo castigaban de forma muy dura, él nunca dijo nada. Cabría suponer que Raziel debía sentirse en deuda con Kaylo o por lo menos demostrar un mínimo de consideración y afecto por su hermano, pero suponiendo que lo sintiese, nunca lo demostraba y era casi tan pesado con Kaylo como lo era con el resto de la humanidad.

A pesar de que Kaylo no tenía pruebas, siempre sospechó que Raziel había tenido mucho que ver con la muerte de Valmir, pero nunca le mencionó nada a su hermano ni a nadie. Los Jelinek eran una familia importante y respetada dentro de la comunidad mágica polaca, de modo que la súbita muerte de Valmir causó conmoción en la opinión pública que entre otras cosas no se explicaba como un joven mago que había demostrado ser portador de un gran poder, había podido fallecer de manera tan inexplicable. Para el momento de su muerte, Valmir tenía dieciséis años y era un aventajado alumno de sexto curso en Durmstrang, mientras que Kaylo era un alumno promedio de quinto, y Raziel ingresaría al año siguiente, pero Valmir no pudo finalizar su sexto año, porque murió en las vacaciones de navidad. Y si Kaylo tenía tan fuertes sospechas acerca de la participación de Raziel, era porque el chico se había empeñado en que Valmir lo llevase de excursión al monte Rysy – el pico más alto de Polonia en la frontera con Eslovaquia –. Esto por sí solo no constituía ninguna novedad ni habría generado ninguna sospecha en Kaylo de no haber sido por la insistencia de Raziel en que no quería que nadie más fuese con ellos, desde que Raziel hizo su petición, Kaylo experimentó un terrible malestar, y por más que insistió en ir, Raziel se empeñó lo mismo en lo contrario y siendo que aquel pequeño demonio con cara de ángel siempre conseguía lo que quería, sus padres se negaron a dejar que Kaylo los acompañase.

El día que se suponía debían volver, no lo hicieron y el padre de Kaylo dijo que tal vez solo se habían retrasado, pero al segundo día comenzaron a preocuparse en serio. Sin embargo, no fue hasta a la mañana del tercer día que decidieron organizar la búsqueda, pero para entonces ya era demasiado tarde. El equipo de búsqueda encontró a Raziel a punto de morir por una hipotermia, y unos metros más allá de donde encontraron al niño, hallaron el cadáver de Valmir. Cuando Raziel recuperó la consciencia, en teoría no recordaba nada de lo sucedido y sufrió una convincente crisis nerviosa cuando le dijeron que Valmir estaba muerto, de modo que los funcionarios del ministerio encargados de investigar lo sucedido desistieron de hacerle preguntas al niño, ya que los sanadores dijeron que, debido al trauma, su cerebro había bloqueado los recuerdos.

Sin embargo, un par de días después, Raziel estaba como si nada hubiese sucedido y no volvió a hablar jamás en la vida de su hermano mayor. Los padres pensaron que era mejor así, pero Kaylo que conocía bien a su hermano, sabía que Raziel había fingido tanto la crisis como el olvido, y después de algún tiempo Kaylo se convenció de que Raziel había sacado del medio a Valmir únicamente porque no soportaba que nadie le hiciese sombra, y siendo que la gente acostumbraba a compararlo con el hermano mayor y a decir que Raziel parecía casi tan poderoso como Valmir, el chico había decidido suprimir el casi definitivamente, algo que había logrado de manera absoluta, porque sus padres le hicieron saber a todos que no debían mencionar a Valmir en presencia del niño; la costumbre se había hecho hábito y el hábito se convirtió en ley.

Cuando Raziel ingresó a Durmstrang, destacó con rapidez tanto por su poder como por su atractivo y su habilidad para ganarse la confianza de las personas, pero Kaylo sabía que no había nada más peligroso que estar muy cerca de Raziel, porque sabía igualmente que su hermano no apreciaba a nadie y solo utilizaba de manera descarada a todo el mundo.

Kaylo había conocido el proyecto de Jensy a través de un amigo y se había alistado en sus filas por convicción, y aunque tal vez él no era tan extraordinariamente poderoso como Raziel, no carecía del poder que residía en su familia y ascendió con rapidez dentro de la organización haciendo que Jensy se fijase en él.  Comenzó a encomendarle cosas más complicadas por intermedio de Weiss, y Kaylo había resultado muy efectivo, razón por la cual Jensy lo consideró para formar parte de su círculo más íntimo.

Teniendo en cuenta el poder del que era portador Raziel, habría sido muy difícil que no se enterase de en qué andaba su silencioso hermano, y en cualquier caso él también había tenido noticias del proyecto de Jensy, porque las personas de las que se rodeaba eran individuos que sustentaban las mismas ideas enfermizas acerca de la superioridad de los magos. Sin embargo, Raziel no era de los que pedía nada y no iba a comenzar ahora, así que desató su propia campaña de terror misma que llegó rápidamente a oídos de Jensy, lo que hizo que éste le ordenase a Kaylo que reclutase a Raziel para su causa. No obstante, esa fue quizá la única vez en la vida que Kaylo sintió verdadero pánico por la de su hermano, porque el muchachito aquel era de una arrogancia suprema y había despachado a su hermano con un mensaje para Jensy en el que pedía a gritos ser asesinado.

  • Dile al tal Radvansky, que yo no nací para ser un vulgar soldado, y que si quiere mi varita, que venga él mismo por ella




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.