Cap. 71 Por fin terminó
Lorena salió a primera hora de la mañana del viernes, mientras que Cassander no lo hizo hasta el mediodía.
- ¿Cómo te sientes? -- le preguntó Altair cuando se puso de pie
- Bien -- contestó en forma seca
- Sander…
- Olvídalo, voy a romperle el alma a ese mal nacido
- Sabes que no voy a impedírtelo, pero piensa un poco, hermano
- ¿En qué se supone que deba pensar?
- En Sandy, por ejemplo -- escucharon la voz de Ben que venía llegando
- Claro, la próxima vez estaré preparado, ya que mi hermana intenta matarme
- ¡Sander! -- exclamó Ben
- Concuerdo contigo en que no se portó de la mejor manera, pero tengamos en cuenta que el momento era tenso para todos y tampoco tú lo hiciste -- dijo Altair con la serenidad y la diplomacia que lo caracterizaba
- ¡Yo no intenté matarla!
Altair miró a Ben que tenía expresión de profunda pena y luego a Cassander que la tenía de la mayor ira. Normalmente él era el mediador oficial en todos los líos familiares, pero en aquella oportunidad se sintió abrumado y superado por la situación. Por lo que había visto el día anterior, Cassandrea no estaba dispuesta a ceder, y según la actitud presente de Cassander, estaba decidido a hacer lo que decía, de modo que con las cosas así resultaría sumamente difícil razonar con alguno de los dos. En cuanto Cassander estuvo listo abandonaron la enfermería, pero cuando salieron y siendo que Cassander parecía tener mucha prisa, Altair sujetó por un brazo a Ben.
- Distráelo tanto como puedas -- le susurró
Sin cuestionarse los posibles motivos de Altair, Ben asintió y caminó más de prisa hasta ponerse a la altura de Cassander. Sin embargo, y asumiendo que Altair intentase impedir que llegase hasta Anteros, el asunto estaba complicado, porque a esa hora todos debían estar yendo hacia el comedor. Cuando bajaban a toda prisa por las escaleras, Cassander notó que Altair no iba con ellos y se detuvo.
- ¿Dónde está Altair?
- ¡Ja! ¿Acaso estás ciego? -- preguntó Ben, y componiendo una convincente expresión de fastidio agregó -- ¿Dónde crees? Con esa bonita chica que lo detuvo
Cassander ciertamente no habría podido ver algo que no había sucedido, pero como iba distraído y conocía lo suficiente Altair como para saber que si alguna linda joven se atravesaba en su camino no la dejaría pasar, asumió que así había sido.
Entre tanto, Altair se había metido a toda prisa por uno de los atajos y había salido al piso inferior deslizándose a continuación por el barandal y aterrizando en el vestíbulo. Vio a Cassandrea que iba de la mano de Anteros, se escondió tras una columna y cerró los ojos.
Anteros compuso la peor de las expresiones al ver a Ben, pero sabiendo que era mala política hacer o decir nada desagradable de él en presencia de la chica, se mordió la lengua.
- ¿Qué sucede, Ben?
- ¿Podrías acompañarme un momento?
- Regreso enseguida, Anteros -- le dijo
- Claro -- dijo él y se quedó allí viéndolos alejarse y con una expresión de supremo odio dirigido hacia Ben
- Andrevich -- escuchó a continuación y se giró
- Black -- dijo al ver a Altair
- Sé que no tienes especial motivo para confiar en ninguno de nosotros, pero te doy mi palabra de que no pienso hacerte nada y solo quiero que hablemos un momento -- dijo y le hizo un gesto con la mano indicándole seguirlo
Anteros lo pensó un momento, pero si aquel necio intentaba algo, él podía defenderse, así que lo siguió entrando a continuación a un aula.
- ¿Y bien? -- preguntó Anteros una vez allí
- Seré claro y directo, no sé si eres lo que dices ser, no sé si amas a Sandy como dices amarla y no sé si algún día harás que alguno de nosotros te mate, pero lo que sí sé es que Cassander va a hacerlo hoy mismo sin darte el beneficio de demostrar si estamos equivocados o no. De modo que asumiendo que realmente amas a Cassandrea, te pido que desaparezcas por el resto del día y evites encontrarte con mi primo, porque como acabo de decir, Cassander va a matarte y nadie podrá impedirlo.
- ¿Y qué te hace pensar que yo voy a dejarme matar? Y más teniendo en cuenta tu amable advertencia
- Créeme Andrevich, independientemente del poder que puedas o creas tener, no hay nada ni nadie que pueda impedirlo
- Según lo que sucedió ayer, él tampoco es tan poderoso como pareces creer si su hermana fue capaz de reducirlo sin apenas molestarse
- ¿Eres tan necio como pareces? -- le preguntó Altair -- Sandy es poderosa, sí, pero ahora Cassander está preparado y Sandy resultará lastimada en el proceso, así que si la amas como proclamas, me harás caso
- ¿Qué puede importarte a ti lo que me suceda?
- Honestamente nada, pero amo a mi familia y estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por todos y cada uno de ellos
- Déjame ver si entendí -- dijo después de un momento -- Pretendes que me esconda el resto del día para evitar que tu primo me mate ¿correcto? -- y Altair asintió -- ¿Y qué sucederá mañana, el día siguiente o el próximo? ¿Va a olvidarse del asunto o es que tienen algún hechizo especial que lo haga cambiar de idea de un día para otro?
- No, y estoy seguro que querrá matarte mañana lo mismo que hoy, pero mañana regresamos a casa y buscaremos resolver esto
- Pues te tengo noticias, genio, yo estoy invitado a su casa para estas vacaciones, así que a menos que puedan encontrar la forma de resolverlo hoy, mañana estaremos en la misma situación.