Las Ruinas de Cassandrea

Cap. 76 Sospechoso

 

Los gemelos Black y François reclamaron los puestos más cercanos a su recién llegado tío y lo acosaron a preguntas que parecían cubrir todas las áreas imaginables, aunque los demás intentaban hacerse escuchar también. Sin embargo, para extrañeza de la mayoría, ni J.B. ni Antares habían hablado mucho, y si bien en el caso de J.B. podía tratarse de que aun estuviese molesto con Louis por el incidente con Cassandrea, no lo creían en el de Antares, pero lo que sucedía en realidad era que ellos, fieles a la palabra que le habían dado a Louis, prefirieron no hablar para no correr el riesgo de revelar que ya lo habían visto antes, porque él no les había informado si podían hacerlo o no. Louis notó esto y comenzó a fastidiar a ambos chicos haciendo especial énfasis en J.B., y unos segundos después comprobó que había sido mala idea, porque las gemelas Potter y las Black saltaron en defensa del angelito.

  • Vaya, parece que tienes todo un equipo de guerreras para defenderte  --  le dijo en tono burlón
  • Algo que deberías procurarte tú con la mayor de las prisas a juzgar por lo que vimos hace un rato  --  le respondió J.B.

Entre tanto, Tyler que en medio de tantos chicos no había notado la ausencia de su hijo mayor, se giró hacia Dominique.

  • ¿Dónde está Altair?
  • ¿Dónde crees?  --  preguntó ella a su vez
  • En el mismo lugar en el que está Ben  --  dijo Aby que lo había escuchado
  • Sin duda ambos están intentando detener la tormenta Sandy  --  completó Dominique

Una vez finalizada la cena pasaron nuevamente al salón, pero, aunque los chicos habían arrastrado a Louis con ellos, él se excusó y caminó hacia donde estaban su padre y Harry.

  • Tenemos que hablar
  • ¿Qué sucede?  --  preguntó Harry
  • Aquí no, tío, y en realidad sugiero reunir a todos los Aurores

A Harry no le gustó para nada cómo sonó aquello, pero enseguida buscó con la mirada a Ron y a Hermione mientras Bill avisaba a los demás, y unos minutos después todos los Aurores habían desaparecido.

  • Sin duda tenemos problemas  --  le dijo Aydan a Axel
  • Siempre los tenemos  --  contestó él
  • Sí, pero algo nuevo debe haber sucedido para que todos hayan abandonado el salón, así que creo que necesitamos de los buenos oficios de los gemelos  --  dijo haciéndole señas a sus primos
  • ¿Qué sucede?  --  preguntó J.L. cuando llegaron hasta ellos
  • Eso es lo que queremos saber  --  le dijo Aydan y les explicó
  • Olvídalo primo, eso está fuera de nuestros límites
  • ¿Qué? ¿Desde cuándo una puerta cerrada es un límite para ustedes?
  • No se trata de eso  --  dijo Jean Paul
  • ¿Crees que solo le hacíamos charla a tío Louis?  --  preguntó J.L.
  • Tengo la impresión de haberme perdido de algo  --  dijo Axel
  • Ah sí, seguro  --  dijo Jean Paul
  • Escuchen…
  • No Aydan, escucha tú  --  lo interrumpió J.L.  --  podemos meternos en el lugar en el que estén, suponiendo que no se hayan asegurado de que no podamos hacerlo
  • Algo dudoso sabiendo que estamos aquí  --  dijo Jean Paul
  • Pero suponiendo que no lo hayan hecho e ingresemos, no duraremos ni cinco segundos ahí dentro, porque ahora no solo tendremos que escondernos de uno sino de dos --  completo J.L.

Por supuesto los gemelos tenían razón en todos los sentidos, ya que durante la cena, entre las muchas cosas que habían preguntado a su tío, estaba el haberse asegurado qué tantas posibilidades tendrían de pasarles inadvertidos y les había quedado muy claro que sería poca o ninguna, porque si ya Jason era un problema y siempre los cazaba, tal vez con unos segundos de retraso nada más, en el caso de Louis estaba la complicación de que era su sangre y los detectaría casi de inmediato, algo que desde luego Aydan sabía, ya que le sucedía con su padre y por eso había recurrido a ellos; y en segundo término, tal y como suponían, ni Jason ni Louis iban a arriesgarse teniéndolos en casa, así que se habían asegurado de bloquearles en forma efectiva el acceso.

 

Entre tanto en el estudio y cuando estuvieron todos reunidos, Harry volvió a preguntar qué estaba sucediendo.

  • Después que me aseguré de que todos los chicos hubiesen llegado bien, regresé a Hogwarts
  • ¿Por qué?  --  preguntó Jason
  • Porque anoche hubo otro ataque
  • ¡Ay no!  -- gimió Hermione
  • ¿Sabías esto cuando hablamos?  --  le preguntó Jason
  • No, después de hablar contigo, subí con intención de bañarme y descansar un rato, pero apenas me estaba desvistiendo cuando me llegó un mensaje de McG, así que volví allá
  • ¿Y por qué no me avisaste?
  • Tenías otras cosas en las qué ocuparte y en realidad no sabía para qué me estaba llamando, así que regresé y me encontré con la novedad. Al parecer los padres de la alumna en cuestión al no verla llegar en el expreso le enviaron una lechuza a McG, de modo que iniciaron la búsqueda, pero como no estaban teniendo resultados me llamó a mí. Después que me informó, descarté las antiguas locaciones por obvias, pero dado que no teníamos a nadie a quién consultar acerca de la última ubicación de la niña, me fui directamente a su habitación. En esta ocasión se trata de una Ravenclaw y sin duda fue sacada de su cama




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