Las Ruinas de Cassandrea

Cap. 115 Kassandria

 

A pesar de que Altair y Ben se habían preparado para lo peor, nada sucedió, al menos en ese momento, porque, aunque no se enteraron de nada después de que Ben terminó de hablar, y se imaginaban que simplemente los habían aturdido, no sabían cuanto tiempo después fueron despertados por otro cubo de agua helada y ahí sí comenzó de nuevo la tortura. Sin embargo, quizá horas o tal vez días después de muchas sesiones ceñidas al mismo patrón, en algún momento después de finalizar una de las mismas, Raziel volvió y se agachó al lado de Altair.

  • Interesante  --  dijo mirándolo como si realmente observase algo que lo fuese  --  Me pregunto cuántas veces pueden curarse a sí mismos  --  siguió hablando, aunque evidentemente no esperaba una respuesta
  • Lo que nos interesa averiguar es otro asunto, Raziel  --  escuchó Ben, porque Altair seguía sin sentido
  • Bueno, eso podemos averiguarlo con facilidad  --  dijo Raziel caminando hacia Ben  --  Yo mato a Stone y veremos si aquel puede traerlo de vuelta  --  y miró a Ben  --  Algo que podría ser muy desafortunado para ti

Ben estaba luchando por mantenerse consciente, pero una vez que Raziel inició su sistemático ataque de nuevo, sintió que caía en el vacío y casi se sintió agradecido. Cuando recuperó la consciencia por el ya familiar método del agua helada, como de costumbre no tenía idea de cuánto tiempo había pasado, pero vio al individuo del que aun no sabían el nombre, hablando con Altair.

  • Entiéndelo de una vez, infeliz, pierdes tu tiempo conmigo  --  estaba diciendo  --  soy un Black, y los Black no pedimos misericordia ni nos arrastramos a los pies de ningún bastardo arrogante como tú
  • No tienes idea de quién soy, niño estúpido, aunque en realidad no la tienes ni siquiera de quién eres tú, y ciertamente no eres un Black, eres un Avery
  • Con lo único que puedo estar de acuerdo es en que no sé quién eres, y al menos me gustaría saber quien es el bastardo desgraciado al que voy matar algún día  --  dijo, y un segundo después estaba siendo víctima de otro Cruccio

Lo que acababa de decir Altair con relación a que no sabían quién era, desde luego era cierto, pues no habían mencionado su nombre, pero ellos en realidad ya tenían una idea de su identidad por la forma respetuosa y distante en la que lo trataban los demás con la posible excepción de Raziel.

  • Si no supiera que tu padre es un Avery, viéndote y escuchándote casi podría estar convencido de que realmente eres un Black  -- dijo una vez que dejó de torturarlo
  • Pues… te sugiero mirar… y escuchar mejor  -- porfió Altair luchando contra el dolor que aun palpitaba en cada centímetro de su piel  --  porque… soy un Black
  • Pero seguimos sin saber quién eres tú  --  dijo Ben con rapidez intentando atraerse la atención del hombre que efectivamente se giró y caminó hacia él
  • Jensy  --  dijo acercándose a él  --  Jensy Radvansky

Aunque en su estado actual, a Ben parecía dificultársele el pensamiento lógico y Jensy lo sabía, se extrañó al no ver muestras de sorpresa o miedo en la expresión del chico, pues estando tan convencido de su propia importancia, esperaba que aquel muchachito mostrase el adecuado nivel terror.

Jensy se había detenido frente a él y Ben enseguida notó lo que quería hacer. A pesar de que él había sido tan bien entrenado como todos sus primos, aquel individuo parecía poseer la habilidad de la legeremancia en grado de exageración, porque por mucho que Ben se esforzó no pudo evitar la irrupción.

  • No eres merecedor del don que posees  --  dijo Jensy después de unos minutos
  • Pues te guste o no, está ahí, así que reclámaselo a los responsables, aunque dudo mucho que valoren tu opinión --  replicó Ben
  • Eres un pequeño bastardo, pero sin duda la arrogancia de los Corbenic está allí
  • Mis padres podrían diferir de tu opinión con relación a lo primero, y en cuanto a lo segundo ¿quiénes son los Corbenic y qué demonios tengo yo que ver con ellos?  --  preguntó y Jensy sonrió con malevolencia
  • De modo que ni siquiera conoces tu historia familiar  --  dijo, y luego agregó con sorna  -- aunque no debería extrañarme tanto, porque supongo que es la clase de cosas que no les dicen a los niños

Ben era uno de los individuos más sosegado, ecuánime y educado que podía existir, y en opinión de Altair estaba muy lejos de poseer la arrogancia de la que Jesny acababa de acusarlo, pero llevaban no sabían cuánto tiempo allí encerrados y no precisamente tomándose unas vacaciones; apenas les habían dado de beber y menos aún de comer, de modo tenían el cuerpo y la mente exhaustos, lo que lógicamente desmejoraba el humor de cualquiera, de manera que a Altair que ya había recuperado a medias la consciencia, no le sorprendía gran cosa que estuviese contestando de aquella forma.

  • Escucha, si vas a decirme de qué estás hablando, hazlo de una maldita vez, y si no, déjame en paz

Altair temió seriamente que aquel individuo comenzase a atacar a Ben, ya que, aunque no lo había hecho hasta ahora, la expresión que se dibujó en su rostro era de mortal odio. Sin embargo, antes de que él pudiese coordinar lo suficiente como para decir nada antes de que Jensy comenzase a atacar a Ben, escucharon pasos y la estancia se iluminó por la cantidad de antorchas que portaban los guardias, haciendo que ellos entrecerrasen los ojos por el repentino cambio de iluminación, pero en cuanto pudieron ver a los recién llegados...

  • ¡Sandy!  --  exclamaron los dos, ya que la visión había terminado de despejar el obnubilado cerebro de Altair




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.