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La gran bandera del Instituto Nacional se agitaba suavemente bajo un cielo de un azul intenso. Pero, a diferencia de años anteriores, la atmósfera era de genuina celebración y orgullo. El nuevo director, un hombre enérgico y con una sonrisa fácil, había transformado la escuela.

​Algunos de los cambios más celebrados incluían:

• ​Integración y Accesibilidad: Se instalaron rampas y ascensores nuevos para garantizar que estudiantes como Leo pudieran moverse libremente. Se establecieron programas de tutoría en lenguaje de señas (LS) dirigidos por el propio Jack.
• ​Renovación de Infraestructura: El antiguo salón de música se convirtió en un estudio de grabación de vanguardia y la biblioteca ahora era un centro multimedia totalmente digitalizado.
• ​Énfasis en la Diversidad: Se integraron talleres de conciencia sobre diversas discapacidades y neurodivergencias, haciendo de la escuela un verdadero faro de inclusión en la ciudad.

​El director se acercó al micrófono. "¡Es un honor presentar a la Clase del Año! Demostraron que la excelencia no tiene una sola forma".

​El director comenzó a nombrar los logros especiales:

• ​"Recibimos con honores a Gabriela, quien se gradúa como asistente administrativa, un logro que demuestra que la organización y la dedicación son la clave del éxito."
• ​"A continuación, Gabriel, cuyo talento lo ha llevado a ser reconocido como uno de los mejores músicos de su generación. ¡Con honores, por su pasión y su arte!"
• ​Se hizo un silencio expectante. "Ahora, un ejemplo de la transformación que puede lograr la mentoría y el apoyo. Alguien que demostró que un espíritu rebelde, cuando se canaliza, se convierte en fuerza. Por sus excepcionales notas y ser un modelo de cambio: ¡Jack!"
• ​Finalmente, la ovación más fuerte. "Y por último, pero no menos importante, a nuestra alumna estrella. Su dedicación constante la mantuvo en el primer lugar de cada materia, cada mes, cada año. La número uno en toda su generación: ¡Ava!"

​Tras la ceremonia, los cuatro se reunieron en los jardines, sus togas ondeando con el viento, con sus padres tomando fotos con orgullo.

​Gabriela: No puedo creer que estemos aquí, con todo terminado. Es surrealista.

Jack: Lo sé. Parece que fue ayer cuando casi me expulsan por... bueno, por ser yo. Mira a Ava y sonríe.

Ava: Y mírate ahora, siendo el "ejemplo de la transformación".

Gabriel: (Abrazándolos) Escuchen, aunque nuestros caminos se separen un poco—Londres, Nueva York, o quedándose aquí—esto no es un adiós. Es un "hasta luego".

Gabriela: Exacto. Nos prometemos videollamadas. Y Jack, vas a tener que seguir traduciéndome los cotilleos de Ava de vez en cuando.

Jack: Trato hecho. Y tú, Gabriel, tendrás que enviarme tus nuevas composiciones para distraerme de la anatomía.

Ava: (Con lágrimas en los ojos) Los quiero mucho. De verdad, esto es solo la pausa de verano más larga del mundo. Estaremos en contacto, lo juro.

Jack: Siempre. Ahora, ¡una última foto de los cuatro para la historia!

​Al día siguiente, la atmósfera era completamente diferente. Silenciosa, íntima y cargada de esa melancolía que solo trae el amor joven frente a la distancia. Jack y Ava estaban de pie en la zona de embarque.

​Ava: Mi corazón me dice que te agarre y no te suelte, y mi mente me dice que te deje ir porque tienes que ser el mejor doctor.

Jack: (Le toma el rostro con sus manos. Sus ojos verdes profundos se fijan en los miel de ella). Eres la única razón por la que quiero ser el mejor. Quiero volver y construir algo increíble contigo, algo que mi madre, que no tiene voz, y tu hermano, que no tiene audición, puedan ver como un hogar seguro.

Ava: Y yo me quedaré aquí y seré la mejor maestra. No solo en el aula. Voy a hacer que el mundo sea más accesible, Jack. Por Leo. Por tu mamá. Por nosotros.

Jack: Mira alrededor, luego la besa, un beso que encapsula la promesa de diez años de cartas, llamadas y noches en vela. Te amo, Ava. No es un adiós. Es un... Toca su corazón.

Ava: Toca su propio corazón. Nos vemos cuando volvamos a vernos.

​Jack asiente, toma su maleta y cruza la puerta de embarque, mirando hacia atrás una última vez.

Llore hasta que me cansé y después di la vuelta hacia la vida que me esperaba

​Me concentré en mi carrera de magisterio. No me conformé con ser una maestra normal. Quería el mundo para mis estudiantes, especialmente para aquellos como Leo. Estudié como una maníaca. No solo me perfeccioné en el lenguaje de señas, sino que cumplí mi promesa de aprender otros idiomas: el inglés por Jack y Gabriela en Estados Unidos, el francés por la diplomacia que requiere el trabajo de un doctor, y el chino mandarín, porque el mundo es grande y quería poder comunicarme con cualquiera que entrara en mi aula.

​Leo, mi motor, se graduó del instituto y ahora está estudiando en la universidad Turismo enfocado en el lenguaje de señas. Me llena de orgullo saber que el mundo pronto tendrá guías turísticos que pueden hacer sentir bienvenida a mi gente.

​En cuanto a Jack...

​Un Resumen de lo que Sucedió:

• ​Jack: Se fue a Estados Unidos con Gabriela. Estudió Medicina en una prestigiosa universidad y fue rápidamente reconocido como un estudiante brillante, trabajando sin descanso. Sus notas eran impecables. El tiempo era escaso, pero cada vez que hablaba con Gabriela, su primera pregunta era siempre la misma: "¿Cómo está Ava?" Ella me lo decía y yo cambiaba de tema quería consentrarme en mi vida
• ​Gabriela: No se quedó atrás. Su talento para la administración y la organización la hizo destacar. Constantemente era requerida para proyectos en el extranjero, haciendo frecuentes viajes a Londres. Aunque sus encuentros con Jack eran breves, el lazo de amistad se mantuvo fuerte, sirviendo de puente con Ava.
• ​Gabriel: Se convirtió en el "futuro genio". Su música fue aclamada en círculos académicos en Londres, y ya estaba componiendo para orquestas reconocidas. Su trabajo en la universidad era tan innovador que los medios ya lo perfilaban como un músico que cambiaría la teoría musical moderna.