En el año 4025, estalló una guerra entre las grandes potencias del mundo. El inicio de este conflicto sigue siendo desconocido, ya que toda la información relacionada se perdió. Varios historiadores creen que la causa fue una disputa de poder en la geopolítica o el consumo excesivo de recursos de otras naciones. Sea como fuere, se sabe que la guerra duró solo seis años. Se lanzaron únicamente tres ojivas nucleares, suficientes para causar una devastación global, pero eso fue solo el inicio de la decadencia de la humanidad.
Fue en el año 4032 cuando los estragos de la guerra trajeron algo mucho peor: los infectados. Las sociedades y los organismos estatales fueron desapareciendo lentamente con la llegada de un enemigo creado por el hombre. Los llamaban "zombis", pero la terminología correcta sería "infectados".
En el año 4101, se inició una iniciativa para construir un muro que rodeara el 70% de América del Sur. Aunque parecía una idea primitiva, con el tiempo demostró ser de gran ayuda para la humanidad. Se tardaron 664 años en finalizar esta hazaña. Las viejas naciones dejaron de existir, dando origen a siete nuevas naciones, o mejor dicho, las siete repúblicas.
Era el año 4770, habían pasado cinco años desde que los muros se habían terminado. Por las calles aún se podían escuchar las fiestas celebrando dicha hazaña, pero la realidad es que las repúblicas estaban en un punto de inflexión. Hacia el año 4768, se había redactado una constitución que otorgaba a una sola persona el control de todas las naciones. El Gran Directorio estaba totalmente en caos, ya que había facciones que no estaban para nada de acuerdo con que una persona gobernara sobre las siete repúblicas, en especial la República de Bélua y la República de Argentum, ya que estas naciones aún tenían su propia constitución.
Sin embargo, el 10 de abril del año 4770, el Gran Directorio se disolvió y se creó el Gran Congreso de las Repúblicas. Mediante un pacto en el cual, curiosamente, no se permitió ni a Argentum ni a Bélua participar, la mitad de los que conformaban el Directorio pasó a tener un asiento en el Congreso. Esto ayudó a que el Partido Unión Radical Intransigente (URI) obtuviera una gran parte del cuerpo de senadores y diputados, aunque no la totalidad necesaria para poder elegir presidente.
Tras varios meses de duras discusiones, parecía que la idea de que una persona gobernara sobre las siete naciones se iba desvaneciendo lentamente. Se habían rechazado a más de nueve posibles candidatos; incluso parecía que uno tenía las posibilidades de ser presidente, pero su postulación no llegó ni siquiera a los diputados. Fue entonces cuando apareció una persona joven, un diputado, que había cumplido tan solo veinte años. Se postuló de forma abrupta, simplemente alzando su mano.
"Quiero intentarlo". Fue lo único que dijo. Parecía que se reirían de él, pero no fue así; hubo silencio y murmullos dentro de la cámara. Para sorpresa de muchos, los diputados dieron su aprobación unánime y su postulación pasó al Senado. Ahí, durante varios días, gracias a la astuta audacia de un senador que, mediante acuerdos con el bloque opositor, principalmente los partidos Unión de los Libres (UL) y Justicia Murallista (JM), consiguió los votos necesarios para que este joven diputado fuera elegido presidente. Naturalmente, este senador se aseguró de sacar partido, convirtiéndose en su vicepresidente.
La fórmula quedó compuesta por Joaquín Gabriel Fernández Fausto como presidente y Erick Victorino Sullivan como vicepresidente. El 12 de diciembre de 4770, asumió el primer presidente de las siete repúblicas, con un período de ocho años sin posibilidad de reelección.