🦋 Nota: Recordando que el libro de Aren no será tan largo como el de Alyssa y Alexandre pero que será un preámbulo a la saga🦋
Aren Campbell.
Ingreso al edificio principal del internado con la mirada puesta en mi móvil por dónde terminaba de despedirme de Dunne. Ella seguía siendo la misma incluso de saber lo que pasó conmigo y me agrada, puede que sea verdad eso que el amor puede cada cosa que no conlleve al maltrato. Seguramente, aspiró hondo y guardo el aparato en el bolsillo internado del lado derecho de mi saco del uniforme y camino por el resto del pasillo viendo al frente con la frente en alto.
Una maraña castaña clara siendo portada por una chica de la misma altura que la mía, de piel blanca lechosa y enormes ojos verdes se posa delante de mi con sus brazos en forma de jarra en ambos lados de su cadera, viéndome esbozando una sonrisa ladina llena de burla como siempre nos habíamos tratado.
Ella se llama: Bea Meyer. Una vieja amiga con la cual perdí comunicación cuando se fue de Alemania, hasta hace unos días que regresó y Heins le recomendó a su madre, (que también es amiga de mi mamá), que ella podía cursar una carrera dentro del internado donde me encontraba.
—Hola Aren.—me saluda cambiando la sonrisa ladina por una completamente diferente.
—Bea.—devuelvo el saludo con amabilidad.—Creí que estarías esperando por mí en el aula de historia.
—Lo iba hacer hasta que recordé que tardas una vida entera en entrar.—ella lo mira con recriminación.—Y esperé por ti pacientemente.
Negué riéndome y le animé a qué sigamos juntos hasta el aula hablando de nosotros, como siempre hacíamos.
—¿Dunne como se encuentra? —me pregunta por mi novia.
Eso era lo que me permitía seguir con mi amistad con Bea y es que ella comprende y acepta que estoy en una relación más que estable y comprometida con Dunne, no tiene interés en dañarnos sino en apoyarnos. Simplemente me sentía agradecido con tener a mi buena amiga de regreso a Alemania.
—Hasta hace un rato que hablé con ella, estaba de camino a mi casa con su tía.—le dije y ella asintió.—¿Y George? —y de regreso, pregunté por su pareja
Bea Meyer estaba dentro de una relación estable con uno de mis mejores amigos y ese era el hermano de Mason, George. Ambos iniciaron una relación a principios de Septiembre de hace dos años y hasta el momento han estado más que estables.
—Su madre me contó que le va muy bien en la empresa, que trata de adelantar cada cosa para cuando salga del internado.—me comenta. Y es que ella y George tienen la misma idea que Dunne y yo, casarse al terminar el año dentro de internado y evitar que nuestros padres elijan por nosotros.—Me da tantos nervios saber que dentro de poco saldré y me casaré con él.—chilló feliz y reí.
—Podrías compartir esa misma felicidad con Dunne.—dije y ella me dio su atención.—Está igual de ansiosa que tú o peor.
—Es que Aren…—Ella se detiene delante de mí para decir— Para nosotras el día de nuestro matrimonio es el día más importante de nuestras vidas, no una celebración cualquiera que puedes pasar de alto, no. Es el día que unimos nuestras vidas con una persona a la cual amamos, es más que importante.—sus esmeraldas brillan y eso me pareció lo más tierno del mundo.—Dunne debe sentirse igual y prometo que saldré con ella y le ayudaré, seremos dos novias comprometidas felices y en busca de nuestros vestidos.—afirma segura, muy segura.—Es tu pareja y por ende mi amiga, la acepto para ti si te hace bien.
Bea comprendió muy bien mi situación y no me juzga por ello, al contrario, siempre buscaba alguna forma o medio de comprender aún más como me sentía yo o Dunne. Bea no es como su madre y padre, no, ella no discrimina a mi pareja por su color de piel y la quiere así como quiere a mis hermanas y me calma, de algún modo tengo el consuelo de que Dunne dentro de nuestro matrimonio mantendrá a una amiga fiel como Bea.
—¿He dicho lo mucho que me alegra que hayas vuelto a Alemania? —mencioné sonriente, viéndole.
Bea menea su cabeza riendo bajo pero audible ante mí.
—Solo cuido de mi hermanito y su novia.—me codea comenzando a caminar conmigo a su lado.—Se que para Dunne será complicado adaptarse a la vida de casada y quiero estar para ayudarla. Y George, obviamente te ayudará a ti.
Entre risas, bromas y más comentarios entramos al aula de clases para iniciar con el mismo cronograma. La clase de historia se veía realmente interesante el día de hoy por lo que mantuve mi mente ocupada en dicha asignatura aunque Bea no me ayudaba, puesto que cuando volteaba a verla hacía una mueca graciosa robándome risas
Hasta aquel día en el hospital que no veo a mi hermano, está de reposo en la mansión bajo la vigilancia de Heins por lo que eso es una clara fachada. Debe dar su respuesta en el transcurso de esta semana o sino me quedaré sin hermano mayor, por lo que espero fielmente a qué Alec haya decidido sabiamente.
Jasmine había salido igual que Alec de reposo por sus fracturas y no hemos hablado, pero por lo poco que hablamos ese día la vi muy triste por la perdida del bebé que pudo haber tenido con mi hermano. Casi fui tío por primera vez. La ilusión que me hace esa idea me embarga el alma, que exista una mini versión de mis hermanos a los cuales que querer y cuidar me agrada, deseo que cuando Jasmine vuelva a embarazarse este casada con Alec y que está vez si se salve.
Él tenía mucho miedo y lo comprendo, no es fácil amar cuando se está irremediablemente roto pero haces el intento por aquella persona. Y Alec lo hace solo que un día después se arrepiente y la trata mal, muy mal diría yo. El día en el hospital después de saber la noticia le dijo tantas cosas que a mí me dolieron y tuve que intervenir, los problemas son entre ellos dos pero no puedo permitir que trate de ese modo a Jasmine aún cuando no tiene culpa alguna.
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Editado: 03.09.2024