Las Sombras de mi Pasado (prontamente Resubiendo Y Editada)

8: Una estrella no se estrella por azar.✓

 

 

Cada vez más cerca del final del primer libro de la saga Hermanos Campbell 🥺. Recuerden que son diez capítulos y terminamos

 

Aren Campbell.

 

Pude haber vuelto por ella al día siguiente y no lo hice por aceptar su voluntad de dejarla en paz, pero es que no podía. Era doloroso saber que Dunne no estaba a mi lado, saber que más nunca escucharía salir de sus labios los te amo que tanto amaba. Desordené mi cabello al salir de la ducha para prepararme, debía asistir al mi clase con Bea.

Bea ha estado a mi lado durante toda esta semana, ella sabe que esto que pasó con Dunne me afectó mucho y que aún quiero estar a su lado. Me ha dado buenos consejos y creo que funcionó solo uno.

“—Ella te buscará cuando esté lista Aren.

—No quiero, siento que como pasan los días la pierdo.—suspiré.

Bea me tomó del mentón t me hizo mirarla. Sus esferas esmeraldas brillaban por los rayos del sol.

—Si de verdad te ama no lo hará, no permitirá nada Aren.”

Debo de confiar en ella, en que regresará a mi lado, que más nunca nos dejaremos y que por sobretodo, la confianza de ella en mi crezca.

—¿Mejor? —Bea me recibe en el pasillo con un abrazo.

—Duro pero aquí estoy.—nos separamos y comenzamos a caminar por el pasillo.

—Es parte del proceso de la aceptación, cuando menos lo pienses ya no dolerá tanto.—dice y bajamos las escaleras saludando a varios de nuestros compañeros de aula.

—Solo espero y quiero que Dunne decida volver a mi lado, pertenece a mi lado y yo al de ella.—dije y Bea aspiró.

—Aren creo que deberías llamarla.—me propone.—Habla con ella y veremos que sucede.

—¿Crees que atienda Bea? —dudé inseguro, deteniendo mi andar en plenas escaleras para verla. Ella bajando me sonrió y asintió.

—Vamos afuera y la llamas de mi móvil.—Bea me toma del brazo y nos hace bajar los últimos escalones con rapidez hasta salir de mi edificio, lo rodeamos hasta dar con la parte trasera rodeada de árboles y nos sentamos en la grama, ella busca en su mochila y saca su teléfono.—Habla con ella.

Recibo el aparato en mis manos y me comencé a sentir muy nervioso, desde aquel día que no hablo con ella y que no se nada de su vida. Bea lo enciende y me lo tiende, marco el número de la casa, de seguro ella estaría trabajando al lado de Marjorie.

Familia Campbell.

—¿Marjorie?. Es Aren.—saludé.

—¡Arencito! —chilla feliz.—Cariño tenía tiempo sin saber de ti, únicamente llamas a tu mamá y a mi no.—me riñe haciendo que ría.

—Una disculpa Marjorie, prometo que te llamaré más seguido.—Ella ríe y Bea me anima a preguntar.—¿Estás con Dunne?, necesito hablar con ella de algo importante.—pasé saliva pesadamente.

—Dunne se fue con la mamá a Estados Unidos hace unos días Aren.—sentí un balde de agua helada caer encima de mí, una sensación extraña se instala en mi estómago.—Ella le marcó y le pidió irse, supongo que dónde está debe haber retomado sus estudios.

—Oh no sabía Marjorie.—pude articular.—Hasta pronto.—no esperé respuesta y colgué la llamada.

Dejé caer el teléfono en el suelo aún sin poder reaccionar, la respiración me falló, millones de recuerdos con ella ruedan por mi mente en este momento haciendo que todo me duela el doble.

¿Se fue así nomás?, ¿Sin despedirse?, ¿No sé supone que éramos algo?

—¿Aren? —la voz de Bea me saca de mi nube gris llena de pensamientos.

—Ella se fue otra vez y sin despedirse de mi, se largó como si de un ladrón se tratara.—mi voz salió quebradiza.

—Oh Aren, lo siento mucho.—Bea se puso delante de mí y me abrazó fuertemente, escondí mi rostro en su cuello y me permití sentirme mal.

Llegó a mi vida, me enamoró, se fue y regresó a enamorarme por segunda vez, y volvió a irse de mi lado.

¿A qué juega Dunne?, ¿A enamora al idiota?

—¿Sabes Aren?. Una estrella no se estrella por azar y si de verdad están destinados a estar juntos ella volverá, estarán juntos otra vez y será para siempre.—me anima.

Meneé mi cabeza negando, solté una risita sin ninguna pizca de gracia en ella, el dolor de volver a perder a Dunne no se me irá tan fácil del corazón.

—Ella lo terminó de aniquilar todo.—me puse de pie y Bea igual.—Ya lo mató todo, esto fue la gota que derramó mi vaso. Ya es una segunda vez, y me ocuparé de que no haya una tercera.

°✧~✧~✧°

 

Alexandre Campbell.

 

—¿Estás de acuerdo? —me pregunta Heins viéndome fijamente con dos orangutanes a sus lados sosteniendo lo que me parecía ser unas armas.

Tomé el papel que me tendió y medio lo leí, consiste en el contrato de conveniencia, donde acepto casarme con Jasmine para toda la vida a cambio de mi libertad, de ser lo contrario que yo elija me muero.

Acepté el lapicero negro y firmé, aunque en este momento no quiero hablar con ella debo casarme, hemos dormido juntos y eso en mi familia hacerlo fuera del matrimonio es pecado.

—Bien hijo, la boda será en unas semanas.—toma el papel y lo guarda.—Habla con tu prometida para que vaya buscando vestido.

Heins sale de mi habitación con aquellos orangutanes dejándome solo, aspiré hondo desordenando mi cabello y halando del mismo con frustración y preocupación. Si huyo estaría dejando a Aren con todo esto y no puedo, debo cuidarlo aunque eso implique sufrir en el trayecto. Me puse de pie y verifique que se hayan ido, salí y pasé hasta la habitación de mi hermano que para nuestra fortuna estaba delante de la mía.

—En unas semanas me caso.—dije entrando, encontrando a mi hermano en su cama sentado, curioso por saber quién me abrió la puerta me giro encontrando a Bea.—Vine en mal momento, creo.

—Hola Alec, también me alegra verte.—me saluda la ojos verdes antes de regresar al sofá de la habitación de Aren y continuar lo que parece ser una lectura.

—Si.—dije y la dejé de lado para centrarme en mi hermano.—A lo que vine; me caso en unas semanas con Jasmine.




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