Las Sombras De MulÁn

Capítulo 2: El nuevo llamado.

El viento soplaba a través de los campos que rodeaban la casa de Mulán, llevando consigo el olor de las recién nacidas flores, la primavera había llegado. Tan puntual como siempre ella se levanta antes que nadie, desde aquella platica con su padre las cosas habían estado a peor, cada día era una batalla interna que poco a poco la mujer estaba perdiendo. Con sigilo emprende camino al templo en el cual enciende incienso y comienza su ronda de oración, pero ahora implora a sus ancestros el que le den la fuerza de continuar, implora por el descanso de los caídos en batalla y pide bendiciones para su familia

El aroma del incienso se elevaba en espirales lentas, perdiéndose en el aire fresco de la mañana. Mulán cerró los ojos y dejó que la paz del templo la envolviera. Sus manos descansaban suavemente sobre su regazo, con los dedos apenas tocando la tela. Al percibir que los primeros rayos del sol se escabullen en el templo sabe que sus oraciones han llegado a su fin, con calma se coloca de pie para emprender camino a su casa. La brisa agitaba las ramas de los cerezos, haciendo que a su paso caiga una lluvia de pétalos rosados los cuales contempla hasta que escucha el llamado de su madre

—Después del desayuno iré a comprar algunas cosas —Mulán mastica lentamente su panecillo mientras su madre la observa de reojo —¿Me acompañas?

—Sería bueno que tomaras un poco de aire —el comentario de su padre hace que Mulán suelte un suspiro

—Puedo ir sola —al notar la expresión pensativa de su hija Li decide no presionarla —¿Quieres que te traiga algo? Quizás ¿Unas cerezas o mangos? Por la temporada deben estar muy dulces

—Te acompañare

Ambos padres no evitaron sonreír ante las palabras de su hija, Mulán termino su panecillo en silencio, observando a su madre quien ya recogía los platos con movimientos precisos y tranquilos mientras sonreía como siempre, ella pensó que esto es lo que a su progenitora le daba felicidad, el atender a su familia; un nuevo cuestionamiento se instauro en la mente de Mulán ¿Sería feliz como su madre si se casaba y formaba una familia? Su padre, sentado con las manos cruzadas sobre la mesa, la miró de reojo, como si quisiera decir algo más, pero optó por guardar silencio.

Al salir de la casa, el soy ya estaba más alto, calentando suavemente la mañana, Mulán camino junto a su madre por las calles del pueblo, no había persona que no mirara a las mujeres, a casa momento ambas recibían saludos a los que contestaban con cortesía. El bullicio de la gente se hacía más y más grande pues la noticia de que la heroína Fa Mulán estaba en el pueblo atrajo a todos los curiosos que deseaban hablar con ella o solo verla

—Hoy el mercado está más concurrido de lo habitual —comentó su madre, ajustando la cesta que llevaba —vayamos directo por los vegetales y frutas

Mulán solo asintió, aunque su mente estaba ocupada en visualizar todos y cada uno de los espacios que la rodeaban, escaneaba con la mirada a las personas para poder determinar si había peligro a su alrededor, ese hábito tomado en los años de combate parece que nunca la dejará. Algo en su interior sintió que algo estaba por venir, aunque no sabía cómo ni por qué. De pronto, un grupo de niños pasó corriendo junto a ellas, riendo y agitando pequeñas banderas, Mulán los observo con una sonrisa apenas perceptible, ver a esos infantes viviendo alegres reafirma que tomo la mejor decisión al ir a la guerra

—¿Cerezas o mangos? —La voz de su madre hace que vuelva su atención a ella — ¿Qué prefieres?

—Lo que usted desee llevar

—Todo está recién cosechado —la vendedora les ofrecía una bolsa con varias frutas —solo lo mejor para nuestra heroína

Aquel comentario incomodo visiblemente a Mulán quien solamente desvió la mirada hacia las frutas, al ver la incomodidad de su hija Li no dudo en apurarse, mientras su madre sacaba unas monedas para pagar Mulán sintió un ligero cosquilleo en la nuca, como si alguien estuviera observándola; al levantar la vista comenzó a buscar y entre la multitud distinguió a un anciano de barba blanca, con ropas gastadas pero limpias, era él quien la miraba con fijeza, su expresión no era hostil, pero sus ojos parecían escrutarla. Antes de que pudiera reaccionar, el anciano inclino levemente la cabeza en señal de respeto, Mulán frunció el ceño, sintiendo un escalofrió recorrer su cuerpo

—Mulán, ¿Pasa algo? —La pregunta de su madre hizo que desviara la mirada de aquel anciano por algunos segundos —¿A quién observas?

—A nadie —al volver la vista aquel hombre había desaparecido; una inquietud se instauro en su pecho

—¿Necesitas algo más?

Antes de que Mulán pudiera responder, el ruido de varios caballos galopando por el camino principal capto la atención de todos. Al alzar la mirada vislumbro varios hombres equipados con sus armaduras, a sus costados traían las banderas del imperio, al parecer los temores de la chica se estaban haciendo realidad. El corazón le latía desmesuradamente ante la vista imponente que regalaban los soldados, las personas abrían paso haciendo que todos ellos se dirigieran hacia ella

—¿Fa Mulán? —Aquella voz la reconoció al instante, era su general, aquel hombre desmonto su caballo con agilidad y elegancia, en solo tres pasos se posó frente a la mujer

—General Shang —respondió ella, inclinando levemente su cabeza en señal de respeto y así evitando mirarlo



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En el texto hay: fanfic, princesa guerrera, mulan fa

Editado: 28.03.2025

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