Las Sombras de Raven's Bay

Capitulo 11

La encontró sentada en la terraza del pequeño café de la plaza, con las manos aferradas a una taza de té frío y los ojos enrojecidos. Clara no había cambiado mucho desde los años universitarios, aunque ahora rondaba los cuarenta.

—¿Estás bien? —preguntó Carter, sentándose frente a ella.

Clara negó con la cabeza y sacó un sobre de su bolso. Estaba arrugado, como si lo hubiera doblado y desdoblado una docena de veces.

—Lo encontré esta mañana, entre la correspondencia. No tiene remitente.

Carter lo abrió con cuidado. Letras recortadas de revistas, pegadas con torpeza.

“Algunos secretos deben permanecer enterrados. No sigas haciendo preguntas. No habrá más advertencias”.

Carter frunció el ceño. Era la segunda carta que ella recibía, y esta vez, el tono era más violento.

—¿Crees que tiene que ver con Samantha? —preguntó Clara, la voz temblorosa.

—Estoy casi seguro. Y no eres la única a la que intentan asustar.

Horas después, Carter conducía hacia las afueras del pueblo. Había vuelto a revisar sus notas y grabaciones de la entrevista con Margaret Clarke, la tia de Samantha. Entre sus palabras había una mención inquietante: el nombre de Marcus Ellwood, exprofesor del campus, vinculado sentimentalmente con una alumna que desapareció misteriosamente. Helena Morris.

Ellwood se había retirado poco después de la muerte de Samantha. Nadie lo había investigado a fondo.

Hasta ahora.

Cuando Carter llegó, notó que la puerta principal estaba entreabierta. Se detuvo en seco, su instinto policial activándose de inmediato. No entró. En vez de eso, retrocedió y llamó al 911.

—Soy John Carter. Exdetective. Estoy frente a la casa del profesor Marcus Ellwood, en Raven’s Bay. La puerta está abierta y sospecho que algo no está bien.

Diez minutos después, la policía local llegó. Carter les explicó lo poco que sabía, y entraron primero.

La confirmación llegó rápido: el cuerpo de Ellwood estaba en su estudio, sin vida, con un frasco de pastillas vacío en la mesa y un vaso de whisky a medio beber. Parecía un suicidio. Pero Carter no lo creía. Era demasiado conveniente.

Uno de los agentes salió para interrogarlo.

—¿Lo conocía? —preguntó.

—No personalmente. Pero mi investigación apunta a que Samantha Langley pudo haber descubierto algo sobre él. Algo que no debía saberse.

—¿Y usted cree que su muerte no fue por voluntad propia?

Carter dudó un momento.

—Creo que alguien está limpiando huellas del pasado.

Más tarde, cuando la policía terminó de acordonar la zona, Carter recibió un mensaje de Clara: "Tenemos que hablar. He recordado algo sobre Helena".

Se encontraron en su coche. Clara subió con expresión pálida, más turbada que antes.

—¿Recuerdas a Helena Morris? —empezó ella. Fue alumna de Ellwood. Desapareció de repente, sin dejar rastro. Samantha decía que sabía por qué, pero no quiso contarme… hasta que fue demasiado tarde.

Carter asintió lentamente.

—Tu amiga estaba conectando puntos. ¿Tú crees que Helena y el profesor…?

—Samantha lo creía. Decía que Ellwood la había manipulado. Incluso hablaba de un diario secreto.

—¿Un diario?

—Samantha decía que Helena lo había dejado escondido, pero que solo ella sabía dónde. Estaba convencida de que en esas páginas estaba toda la verdad.

Carter suspiró.

—Y ahora alguien está intentando borrar cada rastro de esa verdad.

—¿Tú crees que Ellwood fue asesinado?

—Creo que no fue él quien eligió morir.

Clara miró por la ventanilla, en silencio.

—John… ¿Y si Samantha fue asesinada por lo que descubrió? ¿Y si Helena está muerta también?

—Entonces estamos hurgando en un nido de serpientes —respondió él. Y alguien aún está dentro, cuidando de que nadie sobreviva para contarlo.

Esa noche, Carter volvió a su alojamiento en la posada local, con una sensación de inquietud que no lograba sacudirse. Puso sobre la cama todo lo que tenía hasta ahora: la fotografía de Samantha con Helena, los nombres subrayados en su libreta, las cartas anónimas y, ahora, un cadáver más.

Habían pasado veinte años, pero el miedo seguía ahí. Latente. Vivo.

Y ahora, más que nunca, Carter tenía la certeza de que la verdad que Samantha descubrió no murió con ella.



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En el texto hay: #suspense, #asesinato, #crimen

Editado: 29.07.2025

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