Las Sombras de Raven's Bay

Capítulo 18

El faro de Raven’s Bay se alzaba como un gigante solitario frente al mar embravecido. La tarde caía lentamente y la bruma ascendía desde la playa, difuminando las siluetas de las rocas y ocultando casi por completo el sendero que conducía hasta la vieja estructura. Carter llegó puntual, con la libreta en el bolsillo y la fotografía del faro aún grabada en la memoria.

Clara ya lo esperaba en la entrada, envuelta en un abrigo azul marino, con el rostro pálido y el cabello revuelto por el viento. Al verlo, esbozó una sonrisa nerviosa.

—Gracias por venir —dijo, estrechando los brazos contra su pecho como si buscara calor.

—Fuiste tú quien insistió en este lugar —respondió Carter, observando la linterna del faro parpadear en lo alto—. No parece la mejor elección para una charla tranquila.

—Precisamente por eso. Aquí nadie nos interrumpirá.

Entraron en la sala circular, donde el olor a salitre impregnaba las paredes húmedas. Una bombilla solitaria colgaba del techo, iluminando apenas una mesa y dos sillas desvencijadas. Carter se acomodó y dejó que Clara tomara la iniciativa.

—Hay algo que no te conté antes —comenzó ella, con un tono de voz bajo, casi culpable—. Samantha estaba muy alterada semanas antes de desaparecer. Yo creí que era por sus discusiones con Eric, pero en realidad había algo más.

Carter levantó la ceja. —¿Qué era ese “algo”?

Clara vaciló, como si temiera pronunciar las palabras. —Me dijo que había descubierto una conexión entre Helena Morris y otra mujer. Una que murió hace años.

El corazón de Carter dio un vuelco. —¿Se refería a Margaret Ellwood?

Clara lo miró, sorprendida. —¿Cómo lo sabes?

—Digamos que recibí un aviso anónimo —respondió él, sacando el recorte de periódico y dejándolo sobre la mesa. Clara lo leyó con ojos abiertos de par en par.

—Dios mío… Entonces no estaba paranoica. Ella lo sabía.

—¿Lo sabía o lo sospechaba? —replicó Carter con cautela.

Clara se mordió el labio inferior. —Me dijo que había visto a alguien en la biblioteca de la universidad revisando viejos registros médicos. No quiso decirme quién, pero estaba convencida de que la muerte de Margaret no había sido tan natural como decían.

El viento golpeó las ventanas con fuerza, haciendo crujir la madera del faro. Carter anotó cada detalle en su libreta, consciente de que las piezas empezaban a encajar de un modo perturbador.

—¿Crees que Samantha compartió esa información con alguien más? —preguntó.

Clara dudó antes de responder. —No lo sé… pero últimamente estaba muy preocupada por Steven. Decía que lo veía demasiado cerca, siempre apareciendo donde ella estaba.

El nombre encendió de nuevo la alerta en la mente de Carter. Steven parecía estar en todas partes, siempre dispuesto a ayudar, pero también demasiado vinculado a cada paso de la investigación.

Un silencio incómodo llenó la sala. Afuera, el mar rugía como un monstruo enfurecido.

—Clara, necesito que seas completamente honesta conmigo —dijo Carter finalmente—. ¿Crees que Samantha tenía miedo de alguien en particular?

Ella lo miró directamente a los ojos. —Sí. Pero no quiso decirme quién. Solo me dejó esta frase: “Si me pasa algo, busca la verdad en lo que todos dan por sentado”.

Carter cerró la libreta con un chasquido. Aquellas palabras eran tan enigmáticas como peligrosas.

Decidieron marcharse cuando la oscuridad se volvió más densa. Salieron del faro y caminaron juntos hasta la carretera. La niebla hacía difícil ver más allá de unos metros. Clara se despidió apresurada, prometiendo llamarlo si recordaba algún detalle más.

Carter, en cambio, permaneció unos instantes junto al faro, escuchando el eco del mar. Entonces lo sintió de nuevo: la certeza de no estar solo. Giró la cabeza y, a través de la bruma, creyó ver una sombra moverse entre las rocas.

Corrió hacia allí, pero cuando llegó, no había nada. Solo el sonido de las olas y un leve destello metálico en la arena húmeda. Se agachó y recogió el objeto: un mechero de plata, con las iniciales S.E. grabadas en la tapa.

Carter lo guardó en el bolsillo, con la mente llena de preguntas. Una de ellas, la más inquietante, no lo abandonó en toda la noche.

La mañana siguiente, Carter decidió que había llegado el momento de hablar con Ethan Moore, el joven que todos describían como un alumno reservado y, según algunos rumores, obsesionado con Samantha. Se citaron en una pequeña cafetería del centro, lejos de la universidad, donde la discreción era más fácil de mantener.

Ethan llegó puntual. Tenía el aspecto nervioso de quien no está acostumbrado a ser interrogado: cabello desordenado, manos temblorosas y unos ojos que se movían inquietos por el local como si temiera ser observado.

—Gracias por venir —dijo Carter, invitándolo a sentarse frente a él.

—No sé qué más puedo decir. Ya hablé con la policía hace dos años y con usted hace poco —respondió Ethan, con voz queda.

—Lo sé. Pero quiero escucharlo de nuevo, con detalle. Supe que estabas muy cercano a Samantha.

Ethan bajó la mirada, los nudillos blancos de tanto apretar la taza. —Ella… era diferente a todos. Nunca me trató como un bicho raro. Sí, me gustaba, ¿y a quién no? Pero yo nunca le hice daño.

Carter lo estudió con calma. Había sinceridad en su voz, aunque también una tensión que podía confundirse con culpabilidad.

En ese momento, la campanilla de la puerta sonó. Steven entró en la cafetería con su habitual seguridad y una sonrisa que parecía demasiado ensayada.

—Vaya, Carter, no esperaba encontrarte aquí —saludó, como si la coincidencia fuera casual. Su mirada se posó brevemente en Ethan, y el muchacho se removió incómodo en la silla, como si hubiera visto a un fantasma.

Carter no pasó por alto la reacción. Ethan tragó saliva y murmuró un saludo casi inaudible. Steven, en cambio, se mostró encantador.

—¿Entrevistando a viejos conocidos de Samantha? —preguntó mientras pedía un café al camarero. Luego, inclinándose hacia Carter, añadió en voz baja: —Ten cuidado con este. Siempre se obsesionaba demasiado con ella.



#390 en Detective
#511 en Thriller
#168 en Suspenso

En el texto hay: #suspense, #asesinato, #crimen

Editado: 27.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.