Las Sombras de un crimen

Capítulo 1

La oscuridad de la noche empezaba a desvanecer, pequeños destellos de luz natural ingresaba por la ventana alumbrando la habitación.
Era el momento del día que más odiaba, debía abandonar la cálida cama e ir a la oficina.

Hundí mi cabeza en la almohada mientras susurraba —no quiero levantarme —, de pronto escuche la respiración de otra persona a mis espaldas, un leve aire frío recorrió mi cuerpo, gire cabeza hacia atrás y mi vista chocó con unos ojos cafés claros aún semiabiertos, mi corazón empezó a latir a mil por hora.

—¿Quién eres? ...¿ que haces aquí? —pregunté con voz agitada

El hombre calmado respondió — vinimos juntos anoche ¿lo recuerdas?— alzo una ceja.

—que yo...— me quede en silencio, recuerdos borrosos invadieron mi cerebro, luces, alcohol, música.....

— no lo recuerdo— dije avergonzada, de verdad no podía recordar haber pedido tal cosa.

—te traje hasta aquí, estabas ebria y sola en aquel bar, así que me apiade de ti.

— y porque te quedaste a dormir —

—eso no lo recuerdo— dijo rascándose la cabeza.

Le di una mirada asesina

—de verdad, además no pasó nada estamos vestidos—

Ni siquiera había notado que estaba vestida, eso me tranquilizo pues no había perdido mi dignidad con aquel tipo.

—Gracias por traerme, pero te tienes que ir—

—así nada más— dijo el tipo sacudiendo su ropa que olía a alcohol.

No sabía que hacer así que como agradecimiento por no haberme dejado sola en aquel bar le ofrecí preparar el desayuno, esperaba que rechazara mi invitación, pero aceptó sin rodeos.

Dejé a aquel hombre en la habitación y salía con dirección a la cocina, pero el cuerpo de mujer tirada en medio de sala hizo que gritara de miedo. El hombre de inmediato salió de la habitación para ver que sucedía y también se quedó con la boca abierta al ver tan macabra escena.

—no creas que lo hice yo— negué rápidamente pues en su rostro se reflejaba miedo y de alguna forma se imaginaba que yo había cometido el delito.

—no..es fácil.. de no creer....., esta en tu habitación...— el casi no pronunciaba bien las palabras, estaba en shock.

No lo culpe por no creerme, el cuerpo estaba en mi departamento y solo yo podía entrar, le juré que no lo hice.

—¿sabes quién es?— señaló al cuerpo.

No había tenido el valor de acercarme, así que no había visto el rostro. El cuerpo estaba de costados con dirección a la entrada.

—no— asentí meneando la cabeza

Aquel hombre lentamente se acercó al cuerpo y al ver su rostro exclamó -que diablos....es una colega de la empresa-

al parecer reconoció a esa mujer.

Yo procedí a mirar su rostro y de inmediato la reconocí, era una de las abogadas del departamento legal de la empresa en donde casualmente yo también trabajaba, aunque yo era publicista y pertenecía al departamento de Marketing.

—Es la abogada Larisa— exclame con asombro.

—¿es tu amiga?— preguntó

—es colega la he visto en la cafetería de la empresa— respondí

—espera.. trabajas en Arsa Group— arrugó su entrecejo

—si, soy publicista estoy apenas seis meses—

—pertenezco a la misma empresa pero soy arquitecto, mi oficina esta en el edificio norte y mi nombre es Anthony— respondió

Hasta esa mañana nunca lo había visto a Anthony, pues la empresa se dividía por departamentos y solo los gerentes se reunían, los demás empleados nos limitábamos hacer nuestro trabajo.

—Hablaré a la policía— dije a Anthony.

—¿quieres ir a prisión?— me detuvo al intentar marcar.

—hay un cuerpo debo hacerlo— volví a quitarle el teléfono.

—dirás que mágicamente apareció un cuerpo en tu departamento y que dormiste con un hombre al cual acabas de conocer, acaso piensas que te creerán aquella estupidez—

Eso me hizo reflexionar, el tenía razón no me creerían, me tacharían de loca y me encerrarían en un manicomio o peor aún me condenaría por un asesinato que no cometí. Lleve mis manos a la cara y solo me senté a llorar de impotencia no sabía que hacer y no podía decírselo a nadie.

—tranquila te ayudaré— me dio una palmada en la espalda.

Sus palabras me reconfortaron

—Porque confías en mi— no pude evitar preguntar.

-Simplemente algo me dice que no lo hiciste, a que hora podrías haberlo hecho si te encontré ebria en un bar con tus colegas, no soy forense pero ese cuerpo no lleva mucho tiempo.

—Gracias por creerme— le di un abrazo.




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