— creo que es inútil.
Pase mis dedos por mi cabello recordándole a Anthony que no habíamos observado a ningún hombre con características similares, ser grabado por las cámaras de seguridad del edificio de apartamentos en donde vivía.
— Paciencia— suspiró Anthony sin despegar su vista del monitor.
El señor Fabio quien estuvo todo el tiempo observando las cámaras intervino — esos planos era importantes Andy.
— si, lo eran— respondí apartando la mirada del monitor.
— De pronto usted sabe si vive por aquí algún muchacho— pregunto Anthony pues ya se le nota lo impaciente que estaba.
— viven muchos— respondió don Fabio.
Esa respuesta fue genérica, así que lo volví a preguntar — ¿pero no todos viven solos?— , el hombre lo pensó por un par de minutos y empiezo a nombra los nombres de algunos jóvenes que perdí la cuenta y al final hizo una pausa —y un muchacho provinciano que llegó recién.
¿¡Recién!? ¿y en que piso vive?, ¿Cómo se llama? empecé mi interrogatorio.
El viejo Fabio pensativo respondió — es de apellido Gómez y vive en el departamento D del piso cuatro.
eso era todo lo que necesitábamos saber, le dimos las gracias al señor Fabio para es mismo instante subir al departamento a aquel joven, llámanos a su puerta en reiteradas ocasiones pero no abrió, no se encontraba.
Anthony decepcionado al ver que no lo encontramos decidió ir a la policía a entregar los videos de las grabaciones a la policía, no había tiempo que perder pues la audiencia estaba programado para el día siguiente y tal vez con las nuevas pistas se podría aplazar el juicio en contra de Pablo Hawar.
Antes de regresar a la oficina me fui a despedirme del señor Fabio, quien al verme me pidió que me quedara cinco minutos en la recepción, mientras el se iba a fumar cigarrillos fuera del edificio.
Fingiendo una gran sonrisa acepte pues debía regresar a la empresa, el viejo Fabio me ha engañado, ya era más de una hora desde que se había marchado y no regresaba, sin nada que hacer solo agitaba la pluma del escritorio y de ves en cuando miraba el monitor donde estaban las imágenes minuto a minuto del edifico, me llamo la atención cuando mis ojos se posaron sobre un muchacho que salía del departamento D del piso cuatro, llevaba puesta una capucha verde y pantalones negros es casi la misma silueta que había visto en las cámaras del auto, lo seguí con la mirada cada paso que daba, el tomo el ascensor hasta llegar al piso uno, antes que se abriera el ascensor puse toda mi atención esperando que el muchacho saliera, pero eso no sucedió, volví a buscarlo en los monitores de la recepción este continuaba en el ascensor con dirección al estacionamiento que estaba ubicado en el piso subterráneo del edificio.
no dude en seguirlo con la intención hablar con el, pero el muchacho al darse cuenta empezó a huir de mi — hey joven — llame su atención ,pero el corrió aún más de prisa, lo perseguí por todo el estacionamiento, sus pasos eran largos y se iba escapar así que hasta que en un intento desesperado por atraparlo me abalance sobre aquel sujeto.
<< que diablos>> sacudió su cuerpo al tenerme encima, su intención era quitarme de apartase de mi, pero me aferre a su espalda, mis manos sujetan su cabeza y mis piernas rodean su cintura, el sujeto gruño, balanceo su cuerpo de un lado a otro <<esta loca, suéltame>> lo escuchaba gritar desesperado, es voz me resulto familiar.
Alguien debió ver la escena y llamar a la policía que no tardo en llegar y llevarnos detenidos a la estación de transito y levantarnos una multa por obstrucción pública.
Al llegar a la estación tránsito, la agente empiezo el interrogatorio.
— ¿Por qué ataco al muchacho?
No respondí nada, pues como decir aquel sujeto podría haber arrojado un cuerpo en mi departamento, la mujer continuaba
— ¿Qué lo llevo a atacar cual bestia voraz a ese hombre?
Las palabras sequian sin fluir de mi boca, esto enfureció a la agente de tránsito. — Eres una especie loca, desorientada— consiguió llamar la atención de otro agente y esta se dio cuenta que estaba perdiendo los estribos conmigo.
— recibirás una multa — hizo una pausa la agente para mirarme fijamente a los ojos — tienes suerte el hombre al que atacaste no ha presentado cargos en su contra, pero deberás pagar los servicios del dispensario médico sus uñas aruñaron toda su cara.
«Se lo merecía» pensé en mi mente.
Después de una charla magistral con la agente, el detective Gavin entro a la sala, me saludo con la mirada y le dijo algo al oído de la agente, vi como la cara de la agente rápidamente cambia su expresión de molestia a asombro, una vez que el detective abandono la sala, la agente me informo que podía abandonar la estación de transito una vez que firmara y pagara el costo de la atención medica del hombre que lo ataqué.
Al salir de la estación de tránsito tome un taxi con dirección a la oficina, durante el trayecto mi celular vibro al contestar era Emilia preguntándome porque no había regresado a la oficina desde las once — llegaré pronto — dije y colgué. no paso mucho tiempo y volvió a vibrar el celular en mis manos, deje que se callara pero nuevamente volvió a sonar pero esta era vez es Anthony quien me pregunto donde estaba.
—voy saliendo de la estación de tránsito
— que haces allá
quería decir lo que había sucedido pero no dejo que hablara
— vuelve al departamento tienes que saber
— ¿Que?.....— no me dejó hablar y colgó la llamada.
diríjase a la AV. Panamericana
Cambie la ruta del taxista, pues no quería esperar a saber que era lo que tenia que decirme.
Nota de autor
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