Anthony
«Maldita sea» gritaba en mi mente molesto, una llanta del auto había reventado, dejándonos varados en medio de la autopista, bajo el frío clima de noviembre, esperando que lleguen los mecánicos a reparar las llantas y así poder llegar al pueblo de Larisa.
Jimena al enterarse de la detención de Andy y las noticias falsas que circulaban, me acompañó al pueblo, ella también quería saber quién era Lorenzo García.
— Hey...Anthony como has conocido a Andy — Jimena se acercó, se sentó en una de las piedras donde estaba sentado, maldiciendo mi suerte.
reí antes de contestar
— en un bar la vi llegar con dos colegas al parecer Andy no era de las chicas que bebían mucho, con un par de tragos la vi ponerse mal y sus dos colegas la dejaron sola, unos hombres al verla tan ebria se acercaron con intensiones maliciosas, sentí la necesidad de proteger y me acerqué me quedé muy cerca hasta que yo también empecé a sentir mal y con la ayuda de Miguel la subí al auto y la lleve hasta su departamento, con el último aliento que tenia pudo pronunciar su dirección, era muy cerca. Llegamos al edificio, en la recepción no había nadie tuve que buscar las llaves en su bolso, tardamos un buen rato en subir pues yo también estaba ebrio no la podía cargar pero encontré su departamento entramos y nos quedamos dormidos.
—No la hiciste nada?— preguntó Jimena lanzándole mirada asesina pues en una ocasión con ella paso algo similar, pero con Jimena amanecimos desnudos, por eso nos distanciamos pues ella era la esposa de Pablo mi amigo. Talvez fue por esa razón que no hice ningún escándalo al ver a Pablo fallándose a Larisa mi ex prometida.
— no el toque estaba tan ebrio que ni me acuerdo como logramos entrar al departamento —
Jimena soltó una risita al escuchar la historia de como conocí a Andy, aunque después supe que ella también trabajaba en la misma empresa, pero en diferentes edificios, yo estaba en edificio norte en el departamento de diseño & construcción y ella estaba en el edificio sur en Marketing muy cerca del departamento legal donde estaba la oficina de Larisa, después de mi ruptura no me acercaba al edificio sur por eso nunca la había visto.
Después que los mecánicos pusieran aire en las llantas por fin pudimos llegar al pueblo de Larisa, el pueblo era pequeño con calles empedradas y estrechas.
Jimena fue la primera en acercarse a una tienda en busca de Lorenzo García y no le habían dado la razón. Caminamos todo el pequeño pueblo y nadie sabía nada de él.
— parece que Lorenzo no es de aquí— Jimena se paró, ya se notaba lo cansada y irritada que estaba.
Seguimos caminando por las estrechas calles del pueblo y cerca de un parque vimos a unos hombres en una parada de taxis.
— quédate aquí— ordené a Jimena a quedarse en la esquina.
— amigo buen día— salude a un hombre quien entre sus labios sujetaba un cigarro.
El hombre dio un par de caladas al cigarro antes de responder — buen día, en que te podemos ayudar—
—amigo, estoy buscando a Lorenzo Garcia—
Los demás hombres se alejaron dejándome a solas con el tipo el hombre dejó salir humo de boca y me miró de arriba abajo, puso sus ojos fijos en mi — estas buscando LCD no es cierto blanquito—
Mis ojos se abrieron, pero intenté disimular, no pensé que Lorenzo era traficante de LCD, pero tenía que mentir y decir que si necesitaba ese polvo.
— mira, blanquito es difícil de encontrar a Lorenzo García, es un hombre que le gusta el misterio—
El tipo arrojó la colilla de su cigarrillo al piso y lo aplastó con la suela de su zapato, me dio una fuerte palmada en mi espalda y obligándome a inclinar mi cabeza hasta quedar a la altura de su cuello para susurrarme al oído — 20 $ y te aviso donde localizar—
No lo pensé abrí mi billetera y le di el dinero solicitado, mientras en mi mente maldecía «la policía debería estar haciendo este trabajo no yo »
Tomo el billete y volvió a hablarme al oído — Lorenzo García, está en su rancho que está a unos treinta minutos siguiendo la ruta norte —
Saque otro billete de 20$ y repetí la misma acción pero esta vez yo fui el que le susurro al oído — Lorenzo García es pareja de Lara Rodríguez—
El hombre movió su cabeza afirmando que si era pareja de Lara Rodríguez la madre de Larisa. Antes que pueda marcharme el hombre del taxi me detuvo — amigo mi silencio cuesta — hizo un movimiento con las manos simulando que quería más billetes.
— Ni una palabra de lo que me has dicho — le en voz baja y estreche mi mano dejando un billete de 100$ en la palma de su mano.
Jimena quien nos había observado, al verme acercar a ella se paró de las banquetas, no dije nada hasta avanzar unos cuantos metros mas adelante y disimuladamente le dije al oído.
— llama al detective Gavin y a los oficiales que llevan el caso de Pablo que vengan con refuerzo y vestido de Civiles.
<<si no lo podían vincular con el caso de Larisa al menos que lo arresten por posesión de drogas>> Pensé en mi mente.
Aunque ya no me quedaba dudas que Lorenzo había participado en la muerte de Larisa.