Las Sombras de un Inmortal

El Umbral del Sacrificio

El viento soplaba con un murmullo extraño, como si la misma tierra intentara susurrarles un destino que aún no podían comprender. Clara y Viktor intercambiaron miradas, sintiendo el peso de la advertencia que el Eco de las Sombras les había dejado.

El sacrificio de lo que más aman.

Las palabras retumbaban en sus mentes mientras avanzaban por el sendero distorsionado. Cada paso que daban parecía arrastrarlos más allá del mundo que conocían, como si la realidad se estuviera deshaciendo a su alrededor. Los árboles ennegrecidos parecían inclinarse hacia ellos, sus ramas estirándose como garras espectrales.

“Debemos movernos rápido,” dijo Viktor, con la mano aún en la empuñadura de su espada. “No sabemos cuánto tiempo tenemos antes de que algo más nos encuentre.”

Clara asintió, pero su mente estaba en otra parte. Su mirada se posó en los cristales que llevaba en sus manos, sintiendo su pulso vibrar en sincronía con su propio corazón. Había algo dentro de ellos, una energía viva que respondía a su presencia.

De pronto, el suelo bajo sus pies tembló. Un susurro surgió de la nada, una voz femenina, tenue pero clara:

"No es la oscuridad lo que deben temer… sino aquello que despierta en su interior."

Clara se detuvo en seco. “¿Escuchaste eso?”

Viktor frunció el ceño. “¿Escuchar qué?”

Antes de que pudiera responder, el sendero desapareció. No, no desapareció… se transformó. La tierra se abrió en un abismo de sombras, y la luz de los cristales fue lo único que impidió que la oscuridad los devorara. Un puente de piedra surgió frente a ellos, pero no era un puente común.

Estaba cubierto de inscripciones antiguas, símbolos que parecían moverse cuando no los miraban directamente. A cada lado, figuras espectrales emergían como guardianes del umbral, sus rostros velados por la penumbra.

“Es una prueba,” susurró Clara.

“¿Otra más?” Viktor exhaló con frustración, pero su mirada no se apartaba del puente. “No tenemos opción.”

Dieron un paso adelante y, al instante, la voz del Eco de las Sombras resonó nuevamente, esta vez más cerca, más intensa:

"Este es el Umbral del Sacrificio. Cruzar significa enfrentar la verdad que más temen. Volver significa aceptar la ignorancia. Elijan."

Las figuras a los lados se movieron ligeramente, como si esperaran su decisión.

Viktor miró a Clara. “Juntos.”

Clara asintió. Y entonces, cruzaron el umbral.

La oscuridad los envolvió. El mundo desapareció.

Y en ese momento, el verdadero sacrificio comenzó.




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