Capítulo II

Era una noche lluviosa y con muchos relámpagos aquellos destellos alumbraban toda la casa de los Milani, fuertes truenos hicieron que Lucian despertará de manera abrupta y asustadiza viendo por todos lados pero solo había silencio y oscuridad en su cuarto intentó acostarse en su cama nuevamente los susurros se hicieron presentes trataba de ignorarlos pero eran muy persistentes, frente su cama estaba un sillón grande por curiosidad el gira su mirada hacia este y ve un persona sentada allí fumando era un hombre alto pero su rostro no era visible como si algo lo estuviese tapando.

— ¿Quién es usted señor? —dijo con voz temblorosa.

No respondió nada el sujeto solo se levanto y se sentó en su cama tomo el cigarro para colocarlo en la pierna del niño causándole un gran dolor provocando que gritará muy fuerte los gritos despertaron a sus padres, Nina enseguida llego a su cuarto angustiada prendió la luz y abrazo a su pequeño hijo.

—¿Qué sucedió cariño? —le pregunto.

—Un hombre me quemó con su cigarro, no tenía cara mama tengo mucho miedo de que me haga algo malo.

—Tranquilo quizás fue una pesadilla, dame un espacio dormiré contigo esta noche.

Solo faltaba una semana para la entrega de los exámenes eso preocupaba mucho a Nina, temía de que su hijo tuviese Esquizofrenia ya que eso podría afectarle mucho más él por tan desagradable noticia. Por otro lado Mateo solo los observo desde la puerta, para luego marcharse de nuevo a la habitación principal había un gran duda que lo carcomía era de que Lucian no fuera su hijo sus sentimientos eran algo extraños porque no los demostraba hacia nadie.

Él amaba a su esposa pero desconfiaba de ella por una supuesta infidelidad que no sabía si era cierta, ya había tomado la decisión de Lucian fuese internado en caso de que tuviese alguna enfermedad mental severa, Nina no estaría de acuerdo pero era por el bien de todos y de la familia.