Las tres felinas (version libre del cuento La sirenita)

Despedida

                 Una vez se reencontraron los dos esposos y hubieron despedido a los invitados, que se marcharon a sus aposentos, donde pasarían la noche, Hinser señalo a Mauri y pregunto:

             - Cariño, ¿quien es esta valiente anciana que ha salvado a mi padre? -   Ella los miró a todos y respondió:

             - Es una vieja curandera proveniente del ya extinto pueblo de los Aururis, antiguamente sirvió a tu abuelo y fue la compañera de juegos de tu padre, ella en seguida adivinó los planes perversos de Trobos y el mago mato a toda su raza y la desterró en el “bosque negro” como venganza, pero ahora todo ha salido a la luz.

             El rey al oír esto, rememoró sus perdidos años de juventud al lado de su buena amiga y arrodillándose a su lado, le cogió una de  sus  manos arrugadas y la miró amorosamente:

             - Tu eras la joven Aururi que me cuido cuando era pequeño, eras mi única amiga y así te lo pagamos, te ruego que me perdones y accedas a vivir de nuevo en el castillo, destruiremos todo lo creado por Trobos y serás la nueva curandera.- Mauri se sentía demasiado azorada como para guardarle rencor y al ver que el rey estaba verdaderamente arrepentido, hizo una leve reverencia besándole las manos y asintió.

             - De acuerdo majestad, os serviré a vos y a todos sus súbditos.

 Hinser abrazo a Karima y ésta le dijo al rey:

             - Desearía pedirle humildemente una cosa.

             - Sin duda tu y tu bondadosa amiga habéis hecho mucho por el reino, te concederé lo que me pidas.

             - Querría que liberase a la chica que hay presa en los sótanos y al pobre hombre que fue injustamente detenido, solamente se revelaba contra la crueldad de Trobos y no merece morir.

             - Se que ha sido injustamente sentenciado, por desgracia todos los años que ha pasado en las mazmorras no se los podemos devolver, pero cumplió su condena y precisamente esta mañana fue devuelto con su familia, no es una buena excusa, pero le pagaremos con creces nuestro error.  Respecto a  la bru... ¡digo! a la chica que tenemos encerrada, será devuelta en libertad como deseáis.

 

            Así concluyo aquel ajetreado día, los restos del mago fueron quemados en el patio interior y dicen, que mientras su cuerpo se destruía, se pudo oler a muchos kilómetros a la redonda un potente hedor, procedente del veneno que había corroído sus entrañas, por eso, todos los habitantes del reino cerraron los postigos de sus ventanas, hasta que se hubo disipado completamente.

            Aquella misma noche, dos guardias  liberaron a Mothy y ésta, sin pararse a mirar el castillo donde tantas cosas injustas les habían sucedido y conteniendo el poderoso instinto de atacarles, se marcho a grandes zancadas hacia el bosque, reuniéndose allí con su compañera de piel rallada.

Cuando por fin estuvo sola, Karima se dirigió a un lugar apartado con la anciana y le dijo:

             - Te estoy muy agradecida por todo lo que me has dado, pero Mothy y Ninja se han marchado, no volveré a ver nunca más a mis amigas. Soy muy feliz con Hinser, pero he tardado en comprender que mi sitio no es este, no soy una verdadera princesa y nunca sabría como reinar este lugar, ni siquiera sé lo que soy, poseo la mitad de Kat y la mitad de humana, me gustaría volver a ser la que era y tal vez algún día logre regresar a mi verdadero hogar, mi lugar de origen, con los míos.

            La anciana la miró tristemente.

             - Pero mi pequeña... me es imposible devolverte a tu forma natural, es un conjuro irreversible y si lo intento otra vez es posible que mueras... no, no me lo perdonaría, hija mía. Lo siento, ahora debes conformarte y vivir feliz con tu príncipe, es lo que siempre habías deseado, ¿no?

             - No lo sé, estoy muy confundida, algo más fuerte dentro de mí se rebela contra todo, estoy presa de un encantamiento y en ciento modo todavía me queda algo de mi instinto salvaje, añoro mi vida de antes. - La anciana se quedó seria, más de lo que la chica la había visto en el tiempo que la conocía.

             - Solamente existe un modo de romper el hechizo.

             - ¡Oh!¿de veras? ¿y cual es?- le dijo Karima esperanzada.

 La anciana saco un puñal de debajo de sus ropas y se lo puso en la mano.

             - Tómalo, en tu noche de bodas acércate a tu marido y clávaselo profundamente en el corazón, de esta manera mataras tu amor, lo único que te liga a tu condición de humana y entonces tu cuerpo seguirá su ciclo natural, volviendo a ser la que eras.

Karima abrió mucho los ojos y negó horrorizada:

             - ¡Pero no puedo hacer eso! ¡no puedo matarle!

 Mauri se alejo silenciosa hasta su alcoba mientras le decía:

             - Debes seguir el camino correcto, tu corazón te guiara…

            Karima escondió el puñal entre sus ropas y temblando se dirigió hacia su habitación, que compartiría desde hoy con su marido.

 

             A media noche, los dos jóvenes dormían uno en brazos del otro, Hinser se había mostrado más cariñoso que nunca y le hablo del futuro que compartirían, tendrían mucha descendencia y serían muy felices.



#5759 en Fantasía
#1252 en Magia

En el texto hay: edad media magia

Editado: 25.10.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.