Llevaban muchos kilómetros andados y se sentían cansadas y sudorosas, el sol caía fuerte sobre sus cabezas y llevaban puestos los vestidos que Karima cogió para ellas, cuyas telas gruesas les molestaban para caminar.
Entonces vieron acercarse a ellas a un joven de extraño aspecto, tenía los castaños cabellos cortados a mechones que le bajaban por el cuello y unos lentes oscuros cubriendo sus ojos, vestía una camisa oscura y unos vaqueros gastados junto con unas botas, al verlas las saludo alegremente.
Estas se pusieron a la defensiva, acostumbradas a los peligros, pero éste las calmo mostrándoles que no iba armado.
- Hola, chicas, por fin doy con vosotras. - Mothy se cruzo de brazos y le preguntó ariscamente:
- ¿Acaso nos conoces?
- Desde hace semanas que sigo vuestro rastro.
- ¿Quien eres y por qué vas así vestido?
El chico sonrió y sacándose los lentes dejó ver unos dulces ojos color miel, de largas pestañas.
- Me llamo Shaun y vengo desde unos cuantos siglos en el futuro, ahora, ¿nos vamos ya?
Ninja exclamo entonces señalando su cuello:
- ¡Mirad!
Colgando de su camisa, a medias desabrochada, destacaba una fina cadenita con la placa identificativa que todos los de su especie llevaban.
Todo y con eso, Mothy no parecía creérselo y le gritó agarrándole el cuello con una mano:
- ¿A quien le has robado eso? ¡Rápido contesta o te arranco esa estúpida cabeza ahora mismo!
El chico ni intentó defenderse, parecía muy divertido con aquello y emitió una carcajada; luego pronunció en la lengua de los Kats:
“- ¿Lleváis tanto tiempo entre humanos que ya no reconocéis a alguien de vuestra propia especie?”
Mothy saltó hacia atrás al oírle, hacia años que no oía aquel antiguo lenguaje, ya que entre ellas se hablaban en lengua terrestre. Las chicas observaron más detenidamente aquellas orejas de punta y sus ojos felinos; Así que decidieron confiar en él y yendo hacia un lugar despejado del camino, el chico apretó un botón que estaba fijado al cinturón de cuero que ceñía su cintura e hizo aparecer una burbuja transparente que se infló lentamente alrededor de ellos.
Ninja y Mothy recordaban aquel medio de transporte, idéntico al que ellas habían poseído alguna vez y de inmediato notaron como un sopor se apoderaba de ellas.
- Ahora vamos a dormir, el viaje será largo, pero cuando lleguemos a nuestro destino, en el año 2.001 de este mismo planeta, os mostraré donde vivo.- oyeron su voz lejanamente. Ellas se abstuvieron de preguntar nada más y se estiraron mientras cerraban los ojos.
A partir de ahora sus vidas dependerían por entero de aquel alto Kat de cabellos castaños, pero eso formará parte de otra historia.