Las Vidas de un Amor

Capítulo 2

 

Tasya

Durante el resto de mi jornada laborar por los pacientes y por qué les tengo que prestar atención deje de lado lo que pasó más pronto con la señora Elena, pero ahora que estoy en mi casa vuelvo a pesar en que carajos paso, se sale de la lógica de lo posible de cualquier enfermedad o trastorno que pueda tener.

Y como toda persona envuelta en la tecnología, lo que hago es buscar el nombre de Khalid Vasilis, pero cuando no apareció nada referente a mis sueños una parte de mí se decepciono, pero otra se alivió, y pensé en dejar esto como un mal episodio tratando con un pacientes inestable, pero antes de cerrar la ventana de búsqueda, veo el nombre de un hotel, de nombre Vasilis, que está en mi ciudad y del cual nunca había escuchado, por impuso anoto la dirección para búscala en el GPS, y ver qué tan lejos esta y ver si voy pregunto si saben algo de un Khalid.

Al ver la dirección no esta tan lejos, y paso por mi mente ir hasta haya y preguntar por Khalid Vasilis, ya que el nombre y apellido son poco comunes, y en la información del hotel solo es la página donde se pueden hacer reservaciones en línea y viene un poco de la historia del hotel, lo más relevante es que se fundó en 1950 por la Familia Vasilis, pero fuera de eso no vienen nombres de los integrantes de la familia, pero algo muy dentro de mi me dice que en ese lugar podre obtener información, pero también siento que esa información va a cambiar mi vida y no quiero ir, pero aún que tenga temor, es más fuerte mi deseo de saber si la Señora Elena dijo algo verdadero relacionado con los sueños que tengo.

Viendo que ya es tarde decidi dormir, para mañana poder ir al trabajo descansada, pero sé que eso es poco probable, ya que sé que voy a soñar algo hoy también.

……………………

…………………...

 

—Te digo que ese hombre es peligroso, si nos atrapa te asesinara. — una voz de un hombre que no reconozco me dice de forma desesperada a la vez que me jala de la mano para que siga caminando, no puedo ver su rostro porque trae una capucha, como la de un monje de la antigüedad, aparte de que todo está oscuro porque es de noche y estamos corriendo en un bosque si seguir ningún camino.

— ¡ELOISE!, Detente por favor, ven conmigo. —

Tras de mi escucho una voz aún  más desesperada, volteo sin dejar de correr y ahí está él, el hombre que me persigue, pero por alguna extraña sensación quiero soltarme del hombre con el que corro e ir a donde esta él.

Cuando la poca luz de la luna cae sobre él, puedo ver como su ropa está cubierta de sangre, de repente un rayo cae lo que provoca que mi visión sea más clara y puedo ver como en su mano derecha ahí una espada al igual que él, cubierta de sangre.

……………..

……………..

Día siguiente

Escucho mi despertador y despierto de golpe, con el cuerpo cubierto de sudor frio, esta vez las sensaciones del sueño fueron más vividas que otras veces, posiblemente sea por lo que paso ayer.

Me pongo de pie y me alisto para ir a trabajar. Al llegar a mi consultorio no veo a Sonia, y eso es raro por lo general siempre esta cuando llego, saco mi celular y la llamo, no tarde en contestar.

—Hola jefecita, ¿Pasa algo? — Me contesta con una voz muy calmada. 

—No, no pasa nada solo que aún no llegas. —

— ¿Llegar a dónde? —

— A donde más, a el consultorio, Sonia ya casi son las 8, pronto llegara la primera consulta, y aun no llegas. —

—Tasya, ¿Estas bien?, hoy no ahí consultas, técnicamente es día libre, ¿No te acuerdas que cambiaste las citas de hoy para mañana para no ir justamente hoy solo por dos consultas. —

Mierda, es verdad, y lo peor es que no me acordaba de eso.

—Claro, que tonta soy, perdón Sonia, nos vemos mañana. — cuelgo antes de que me diga algo más, pero mañana de seguro me pregunta que me pasa.

Estoy pensando en ir con un Psicólogo, creo que esto me está afectando y ni siquiera sé que es.

Pero pensándolo mejor este día sin trabajo me sirve para ir al hotel Vasilis, así que con es en mente salgo rumbo a mi auto para ir a ese lugar.

Cuando estoy cerrando la puerta del consultorio ciento como alguien me toca el hombro al voltear veo a un hombre de unos 30 años aproximadamente, un poco atractivo, aunque ya he visto a un hombre mucho más atractivo, pero en mis sueños.

—Hola, disculpe la molestia, pero ¿ya esta cerrando? — me dijo con una sonrisa, que aunque parecía bastante simpático, me pareció muy desagradable por algun motivo.

—Si... de hecho hoy no se abrirá. —

—Qué pena, yo venía por una consulta, cree que mañana me pueda atender, no es nada grave, solo es una consulta para ver como ando. —

—Lo ciento pero no, ya tengo toda la agenda llena y no puedo meterlo. —

— ¿Y para cuándo cree que puede darme una cita? —

—No creo que sea pronto, así que le recomiendo que busque por otro  lado. — aunque sea un posible paciente, que es igual a dinero, este hombre me da mala vibra y no lo quiero cerca.




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