Las voces en el vacío

Segunda Parte: El contacto y la invasión (Diario de Zerid III)

6to Subperiodo, 9 de Xeridia, 8756 GY

Hoy los altos mandos han decidido iniciar el viaje y los ataques al planeta desconocido. Kael ha designado al primer escuadrón de pilotos para las naves, liderados por él mismo. No sabemos cuándo será el ataque, pero incluso la reserva está lista para el largo viaje. Los exploradores han detectado también otras colonias de esa misma civilización en la Galaxia Espiral Y (Galaxia de Andrómeda), por lo que han desplegado una primera flota, y nosotros partiremos mañana.

Los sacerdotes ya realizaron los rituales a nuestro dios para asegurar el éxito de esta nueva carnicería desmedida. La atmósfera en la base es tensa, llena de anticipación y miedo. Fyris me visitó en las reservas y pidió hablar conmigo a solas. No sé qué es lo que querrá, pero yo no quiero verla, no después de las porquerías que hizo en el planeta Thipes.

"Hablé con Kael y accedió a que te integre a mi equipo", me dijo ella. Sin embargo, noté en su semblante que no estaba nada contenta de tenerme en su escuadrón. Yo no respondí nada, realmente no tenía nada que decir. Incluso mis padres dicen que los deshonré al no combatir en aquel planeta. Sus palabras aún resuenan en mi mente, una herida que no termina de sanar.

Cada vez que cierro los ojos, revivo las atrocidades de Thipes. La crueldad de mis compañeros y mi impotencia para detenerla me persiguen. No puedo evitar preguntarme qué nuevo infierno nos espera en este nuevo planeta. ¿Será este planeta otro escenario de horror y desolación? Mi mente está llena de dudas y temores.

Fyris, con su habitual frialdad, intentó convencerme de que unirme a su equipo sería una oportunidad para redimirme. Pero ¿cómo podría redimirme participando en más masacres? Mi corazón está lleno de contradicciones. La lealtad a mi raza choca constantemente con mi conciencia.

Esta noche, mientras el cielo se oscurece y las estrellas brillan como testigos silenciosos, me preparo para el viaje. No puedo dejar de pensar en lo que dejé atrás y en lo que está por venir. El silencio de la noche es interrumpido solo por mis pensamientos y el susurro del viento. Me siento solo y abatido, pero sé que debo seguir adelante.

Solo debo esperar en silencio.

6to Subperiodo, 16 de Xeridia, 8756 GY

Tras varios días de espera, por fin avistamos la Galaxia Espiral X (Vía Láctea). La emoción y el nerviosismo se apoderan de mí mientras contemplo la pantalla de la computadora de la nave. Puedo ver las colonias dispersas por algunos sistemas planetarios en la pantalla, como pequeñas luces que parpadean en la oscuridad del espacio. Cada punto luminoso representa un objetivo potencial, un nuevo escenario de conflicto y destrucción.

Mi corazón late con fuerza en mi pecho, y mi mente se llena de pensamientos sombríos. Tengo miedo, miedo de que se defiendan y acaben con nosotros. Miedo de que nuestros esfuerzos no sean suficientes, de que nuestras armas no sean lo suficientemente poderosas. Miedo de que nos superen en número y en estrategia. Y peor aún, miedo de que nos esclavicen. La posibilidad de caer prisionero de esta raza desconocida me carcome la cabeza, llenándome de angustia.

No puedo evitar pensar en todo lo que hemos dejado atrás y en lo que nos espera. La idea de enfrentar una civilización desconocida, con sus propias fortalezas y debilidades, me llena de incertidumbre. ¿Qué tipo de seres encontraremos? ¿Qué tan avanzados son realmente? A pesar de las afirmaciones de nuestros líderes, no puedo evitar sentir que estamos subestimando a estos seres. Cada relato de su aparente debilidad solo aumenta mi desasosiego.

La idea de ser superados por esta raza desconocida me inquieta, pero si es el destino que nos hemos ganado por destruir de manera indiscriminada, sin respeto a nada, entonces que así sea. Quizás merecemos enfrentarnos a las consecuencias de nuestras acciones. La brutalidad con la que hemos actuado en el pasado no puede quedar impune para siempre.

Mientras espero en silencio, reflexiono sobre las implicaciones de esta misión. La posibilidad de ser superados, de caer en manos de una civilización que podría ser incluso más despiadada que la nuestra, me llena de un temor profundo.

Cada segundo que pasa nos acerca más al enfrentamiento. La tensión en la nave es palpable, y cada miembro de la tripulación parece estar lidiando con sus propios demonios internos. Me preparo para lo peor, sabiendo que el destino de nuestra raza pende de un hilo. Solo el tiempo dirá si nuestra arrogancia nos llevará a la ruina o si lograremos salir victoriosos una vez más.

6to Subperiodo, 19 de Xeridia, 8756 GY

Hemos recibido órdenes de avanzar a las dos primeras colonias, las más cercanas a nuestros cruceros. Kael dio la señal y las naves bajaron. Pude ver cómo se acercaban a gran velocidad y, en un segundo, ya estaban atacando con todo. Por las pantallas observaba a personas huir mientras eran asesinadas con las armas de plasma de las naves. La brutalidad de la escena me llenó de una impotencia abrumadora.

Nuevamente siento esa impotencia al ver cómo se arma una nueva carnicería. Mientras tanto, estamos recibiendo los reportes de los demás ataques a las colonias en la Galaxia Espiral Y, junto con grabaciones del asalto que también dejó víctimas mortales. Cada informe es un recordatorio de la crueldad de nuestra misión y de la sangre que hemos derramado.




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