Las voces en el vacío

Tercera parte: La guerra (diario de Zerid I)

1er subperiodo, 6 de Domia, 8757 GY

Han pasado cuatro periodos desde que atacamos el planeta azul en aquel sistema planetario y todavía se siente la derrota. Es como si el tiempo se hubiera detenido desde ese día. Los civiles de nuestro planeta no saben de la derrota en el planeta azul, y nadie sospecha nada; los únicos que saben, además de nosotros, son los altos mandos y nuestro líder.

No puedo olvidar el día del ataque; es como una premonición de algo inevitable. La confianza en nuestra victoria era absoluta, pero nos equivocamos. Los humanos nos sorprendieron con su resistencia y determinación. Fue una batalla intensa, pero al final, tuvimos que retirarnos.

Desde entonces, Kael ha torturado y asesinado a muchos de nuestros guerreros, e incluso ha invadido otros planetas solo para matar por diversión. Según él, eso le quita el mal sabor de la invasión fallida. Por el contrario, Fyris sigue furiosa y ha intensificado los entrenamientos a casi el doble de lo que normalmente se entrenaba. Ayer, incluso, se llevó a cabo un entrenamiento de disparo con objetivos civiles capturados del planeta Thipes. Vi cómo nuestros guerreros disparaban sin piedad y sin remordimiento contra seres inocentes.

Ambos parecen haberse vuelto locos de poder y sed de venganza. He intentado hablar con algunos de los guerreros, pero todos están bajo el control de Fyris. Me miran con desconfianza. Me siento solo en mi oposición a esta matanza sin sentido.

Hoy, recordé a una persona que podría ser mi aliada. Es una de las pocas que no está bajo el control de Fyris, alguien que al igual que yo ha estado cuestionando las órdenes de Kael desde el principio. Se llama Lyra, y es una de las mejores estrategas que tenemos. Si puedo convencerla de unirse a mí, tal vez podamos encontrar una manera de detener esto antes de que sea demasiado tarde. Siento una chispa de esperanza en medio de este caos.

1er subperiodo, 12 de Domia, 8757 GY

Hoy me desperté con una sensación de desasosiego. La derrota en el planeta azul sigue pesando en mi mente. No puedo sacudir la sensación de que algo está muy mal. Me pregunto si fue un error atacar ese planeta. Me pregunto si fue un error seguir las órdenes de Kael y Fyris.

Me levanté temprano y me dirigí a las barracas para hablar con Lyra. Necesito su ayuda para tratar de hacer entrar en razón a Kael y Fyris. Pero cuando llegué y le conté lo que quería hacer, me miró con miedo y desaprobación. No quiere unirse a mí. Me dijo que valora su vida demasiado como para tomar un riesgo tan tonto.

Me siento frustrado y desanimado. No sé a quién más recurrir. Lyra es la única que podría entenderme, pero no quiere escucharme. Me pregunto si estoy solo en esto. Me pregunto si soy el único que ve la locura en las acciones de Kael, Fyris, de los altos mandos y nuestro líder.

Antes de irme de las barracas, le dije a Lyra que los humanos nos destruirán si no paramos. Pero ella no me escuchó. Se volvió hacia el holograma y me ignoró. Me siento como si estuviera hablando con una pared.

Estoy solo y desesperado. ¿Qué puedo hacer ahora? ¿Quién más puede ayudarme? Me pregunto si debería arriesgar todo y tratar de detener a Kael y Fyris por mi cuenta. Pero el miedo me detiene. El miedo a fallar, el miedo a ser castigado o peor; ser asesinado.

Pasé el resto del día en un estado de inquietud, intentando pensar en una solución. Observé a mis compañeros entrenar, sus rostros endurecidos por la violencia y la desesperación. La brutalidad de nuestros entrenamientos refleja la desesperación de nuestra situación. No podemos seguir así, pero no veo una salida.

Espero que mañana sea un día mejor. Necesito encontrar una manera de salvarnos a nosotros mismos. Quizás haya alguien más que comparta mis dudas, alguien que pueda convertirse en un aliado inesperado. No puedo perder la esperanza, aunque me sienta al borde del abismo.

1er subperiodo, 13 de Domia, 8757 GY

Hoy ha sido un día de reflexión. Me he estado preguntando si estoy haciendo lo correcto al tratar de detener a Kael y Fyris o si estoy siendo un traidor al cuestionar sus órdenes. La incertidumbre pesa en mi mente como una losa.

He estado pensando en buscar aliados entre los demás guerreros. Pero es difícil saber en quién confiar. La mayoría de ellos están cegados por la lealtad a Kael y Fyris. No ven la locura en las acciones de nuestros oficiales, ni siquiera en las de los altos mandos. Esta ceguera les impide ver el peligro real al que nos estamos enfrentando.

Me siento como si estuviera caminando sobre hielo delgado. Un paso en falso y seré descubierto. Esta sensación de vulnerabilidad es abrumadora, pero no puedo dejar que el miedo me paralice. Debo seguir adelante.

No puedo dejar de moverme. No puedo dejar de tratar de detener a Kael y Fyris. No puedo dejar de intentar salvarnos a nosotros mismos. Hoy he visto a Lyra de nuevo. Me ha mirado con una mezcla de miedo y desaprobación. Lentamente me acerqué a ella, sin embargo, mantuvo la distancia y con señas me dijo que me detenga, que Fyris estaba observando todo.

Sin embargo, he visto algo más en sus ojos. He visto una chispa de duda. He visto una chispa de esperanza o al menos eso quiero creer. Esa pequeña señal me da la motivación que necesito para seguir luchando. Aunque Lyra no esté lista para unirse a mí, quizás todavía haya una oportunidad de cambiar las cosas.




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