Las voces en el vacío

Tercera parte: La guerra (Diario de Zerid II)

3er subperiodo, 6 de Lapus, 8757 GY

Hoy hemos tomado una decisión que cambiará mi destino para siempre.

Mientras nuestras fuerzas combatían en el planeta Acuarius V, Lyra y yo aprovechamos para tomar una de las naves y escapar; soy consciente de la decisión, pero ya no puedo más; la culpa y la vergüenza me consumen, siento asco conmigo mismo, tanto que deseo haber sido cualquier cosa menos un guerrero de la "honorable" raza a la que una vez dije defender.

Tantos crímenes, inocentes asesinados, cuidades reducidas a cenizas, gente esclavizada. Tal vez deshonré más a mis padres, quién sabe; puede que los ejecuten; pero es lo que decidí. No más, hasta aquí llega esto para mí.

Con dificultad abandonamos la órbita del planeta, las armas de los humanos trataron de derribarnos, pero logramos escapar por los pelos; ahora no sabemos a dónde ir; Lyra fijo curso al sistema Hart muy lejos de la contienda, tal vez encontremos un planeta en el cual asentarnos e iniciar una nueva vida fuera de toda esta carnicería.

Lyra está preocupada, no habla, pero deduzco que no se siente en plena confianza por haber desertado.

He apagado las comunicaciones para evitar que mis antiguos compañeros que nos capturen, aunque puede que los humanos nos encuentren primero y nos maten.

3er subperiodo, 7 de Lapus, 8757 GY

Estoy sentado en la cabina de control, observando en silencio a Lyra mientras pilota con precisión. La tensión entre nosotros es palpable, el silencio es pesado como una carga invisible.

Pienso en lo que dejamos atrás, mis antiguos compañeros, que me considerarán un traidor; los humanos que me verán como enemigo. La nave se sacude ligeramente al entrar en la zona de turbulencia del sistema Hart. Lyra ajusta los controles con habilidad, manteniendo el rumbo. Observo la pantalla de navegación y veo el sistema como un laberinto de planetas y asteroides. Algunos de esos planetas pueden darnos cobijo por un buen tiempo.

Siento una mezcla de emociones: miedo, culpa, esperanza. Sé que he tomado una decisión irreversible. Mi pasado ya no existe; solo queda el presente y la incertidumbre del futuro. La nave continúa su viaje, una pequeña gota en el océano estelar, llevándome hacia un destino desconocido. Estoy solo con mis pensamientos, tratando de encontrar sentido en esta nueva realidad.

Miro a Lyra, con su semblante serio. Ella es mi única aliada ahora, mi única esperanza. Me pregunto qué la motiva, qué la llevó a desertar conmigo. ¿Es solo lealtad hacia mí o hay algo más?

3er subperiodo, 9 de Lapus, 8757 GY

Hemos llegado a un planeta en la zona habitable del sistema Hart. La nave había cambiado de rumbo con dirección al planeta, luego de un escaneo de la superficie, Lyra y yo ajustamos los controles y los vectores de navegación y descender.

Estoy más tranquilo ahora que tenemos un planeta bajo nuestros pies. La incertidumbre del espacio es agotadora, pero poco a poco se reduce un poco al ver que estamos a punto de levantar un refugio en este planeta desconocido.

Al salir de la nave, nos encontramos en un paisaje desolado, pero habitable. El cielo es de un azul tenue y el aire es respirable. siento una suave brisa y la arena bajo mis pies, sin embargo, hay un silencio absoluto, roto solamente por el sonido del río y mi respiración.

El planeta parece no tener señales de vida más allá de vegetación, solo rocas, agua y arena. Lyra asiente y revisa el informe del escaneo de la superficie. "Sí, pero es seguro por ahora. Podemos descansar y reabastecernos aquí". Su voz es práctica, pero detecto un matiz de incertidumbre.

Exploramos un poco la zona armados con nuestras armas de energía, revisando hasta la última roca; la caminata es lenta pero segura, tras varios minutos regresamos a la zona de aterrizaje y entramos nuevamente en la nave, la cual usamos como refugio.

No sé qué pasará mañana, pero por ahora, estoy agradecido de haber encontrado un lugar seguro.

3er subperiodo, 15 de Lapus, 8757 GY

Han pasado seis días desde que llegamos a este planeta y me es difícil conciliar el sueño, cada ruido y sonido que escucho me mantienen despierto, pienso que nos encontraron y nos llevaran de regreso para juzgarnos como traidores. Tanto es el miedo que Lyra y yo decidimos montar guardia por turnos, por si acaso. Mi turno fue primero, y me senté en la entrada de la nave, escuchando cada sonido lejano. No vi nada, pero la sensación de ser observados me persiguió.

Cuando Lyra me reemplazó, intenté dormir, pero nuevamente no pude cerrar mis ojos, así estuve toda la noche hasta el día siguiente.

Hoy (15 de Lapus) amaneció sin incidentes. Lyra y yo hemos estado explorando los alrededores, buscando nuevamente señales de vida o recursos útiles, con lo que recolectamos hicimos una fogata, armas rudimentarias (las armas de energía las guardamos y las dejamos como último recurso) y vestimenta, parece como si hubiésemos regresado en el tiempo.

Mientras continuamos explorando, noté que Lyra parecía más relajada que ayer. Tanto que hasta fue a bañarse al río cerca de la zona de aterrizaje, al mismo tiempo que yo montaba guardia, no podía evitar mirar hacia atrás de vez en cuando y verla quitarse la ropa, revelando su atlética y elegante figura. Me sentí incómodo, pero no podía evitar mirar de nuevo, fascinado por su belleza. Mientras se bañaba, su cuerpo se reflejaba en el agua cristalina, con cada gota de agua recorriendo su piel lentamente.




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