Las White (maya)

Solo mía

Al despertarme lo primero que veo es a Maya dormida a mi lado, quito la sabana y voy a la ducha, abro la regadera y mojo mi cuerpo con agua fría, no puedo dejar de pensar en lo que Maya me conto, de su manada, no fue mucho pero pude notar que ella dice, cree y confía en que son muy fuertes, no hay motivo aparente para atacarlos

-¿no crees que está muy fría?- dijo Maya regulando la temperatura de la ducha, su cuerpo desnudo llamo toda mi atención sacándome de mis pensamiento

-¿no crees que es muy peligroso que estés así?- dije devorando su cuerpo

-¿Por qué? ¿El lobo me puede comer?- dijo en tono juguetón enjuagando su cuerpo

-No tienes idea-

Hice uso de toda mi fuerza de voluntad para no tomarla ahí, no me gustaría que su primera vez fuera bajo esas circunstancia, salimos de la ducha  cada uno fue a ocuparse de sus tareas, nos reunimos para almorzar y quedamos en vernos en la cena, estuve con Daniel mucho tiempo en la oficina encargándonos de los demás asuntos he pasado mucho tiempo sin salir de la manada que he descuidado los negocios de mis empresas… Daniel archivaba los últimos documentos cuando escuchamos un pequeño ruido proveniente de la sala

-¿Escucho eso alfa?-

-si… veamos que sucede- al salir pude ver a una muy enojada Maya y a Julia con un labio roto, al verme corrió hacia mí y me abrazo

-Leonardo, defiéndeme ella está loca- dijo señalando a Maya-

-No es cierto, ella me ataco primero- dijo Maya furiosa

-No le creas, está mintiendo-

-silencio… Maya ve a la habitación- ella me observo sin moverse- ¡ahora¡- alcé un poco la voz y de inmediato me arrepentí al ves su mirada dolida, quise ir tras ella pero tengo algo que resolver- ¿Qué parte de encontré a mi luna y no quiero que vuelvas no entendiste?-

-Leonardo cariño, yo solo…-

-Alfa… de ahora en adelante me dirás alfa y más e vale que no vuelvas a acercarte a mi luna o me veré en la obligación de desterrarte… ¿quedo claro?-

-Si… alfa-

-Daniel, acompáñala hasta su casa y da la orden de que no puede entrar a esta casa-

-en seguida alfa- tomo a Julia por los brazos y la llevo fuera de la casa ahora debo hablar con Maya y arreglar esto nuevamente, subo las escaleras camino lentamente hasta nuestra habitación, al abrir la puerta la encuentro sentada en la cama se ha cambiado, está usando una bata de seda, está mirando sus pies camino hasta posicionarme frente a ella, pero sigue sin mirarme

-Maya mírame- no se mueve ni dice nada- Maya…-

-¿Por qué?- dice aun sin mirarme- ¿Qué tiene ella que no tenga yo?- dijo poniéndose de pie y mirando me a los ojos, estos brillaban por las lágrimas que estaba a punto de derramar-

-Maya lo que paso entre Julia y yo solo fue una aventura… solo teníamos sexo, pero eso ya acabo-

-solo sexo- dijo dando un paso al frente, sus ojos reflejaban la tristeza y enojo- es eso Leonardo… sexo- dijo dando otro paso al frente pero yo retrocedí, no me gusta el rumbo que lleva esto ya no puedo leer lo que reflejan sus ojos- ¿ella si te complace y yo no?- dijo dando otro paso y yo igual retrocedí, pero me sorprendió que se quitó la bata y bajo esta no traía más que su piel, la cual es una tentación, no puede evitar recorrerlo con la mirada- ¿es esto lo que quieres Leo?- dijo cortando el espacio que nos separaba- entonces tómalo- dijo tomando mis manos y poniéndolas en su caderas y no pude resistir la tentación de besarla

La acerque lo más que pude a mi cuerpo y la bese, mis manos recorrían cada curva de su cuerpo la lleve hasta la cama  la recosté en ella, me separe para poder verla pero me arrepentí de inmediato, en sus ojos habían lágrimas, así que me separe de ella, camine hasta el otro extremo de la habitación y la observe, su cuerpo es una tentación pero su mirada me dice que esta dolida

-¿Por qué te detienes? ¿Qué no es esto lo que querías? ¿O es que no soy lo suficiente mujer para ti?- maldición ahora si lo complique todo, se levantó de la cama y camino hacia mi

-Maya no… esto no está bien… no debió ocurrir- tras mis palabras me volví a arrepentir- me refiero a que no debió ocurrir de esta forma- abrí el guardarropa que estaba a mis espalda y tome una de mis camisas, fui hasta donde ella y se la puse , tome su mano y la lleve hasta la cama me senté  recosté mi espalda en la cabecera de esta, la tome de la cintura y la senté entre mis piernas la obligue a recostarse en mi pecho- Maya yo te amo… si te pedí que subieras fue porque quería dejarle las cosas claras a Julia, mi intención no fue herirte… no tiene idea de cómo te deseo pero me gustaría que tu primera vez fuera especial, no así- ella se giró y se sentó con sus piernas una a cada lado de mi cintura, con sus manos acaricio mi rostro

-a mí no me importa cómo, cuándo u donde sea, ¿sabes porque?- dijo acercando su rostro al mío negué sin dejar de ver sus hermosos ojos negros- porque yo también te amo- y eso fue suficiente para besarla con todo el amor que se puede demostrar en esa acción

Trato de ser cuidadoso con cada acción cada beso, cada caricia, cada movimiento, quiero que todo sea perfecto, que ella pueda disfrutar el estar con migo tanto como yo disfruto el estar con ella, es una maravilla poder explorar cada parte de ella y saber que me ama tanto como yo a ella… es la sincronía de amor perfecta, el acto que sellara nuestro lazo



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En el texto hay: secretos

Editado: 07.10.2019

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