En cuanto pongo un pie en la habitación su vista choca inmediatamente con la mía, me escanea desde los pies, recorriendo mis piernas, se detiene en mis pechos y cuando su vista choca con la mía solo elevo una de mis cejas demostrando que no me gustó nada su estudio de mi cuerpo, una de sus chicas está casi sobre él, la toma de la cintura y la pega mas a su cuerpo esperando alguna reacción de mi parte sin embargo eso no va a suceder
-Alfa ella es…- dice pero se detiene al no saber mi nombre
-mi nombre es Mara, somos de la manada “Akela” soy la jefa de este grupo hombres enviados por el beta Arnold- digo con mi tono neutro, el me observa y su ceño se frunce
-Ven acá Mara- ordena con su vos demandante, pero yo solo elevo una de mis cejas- vamos pequeña eres mi luna y por ende debes hacer lo que te diga… AHORA VEN ACÁ MARA- elevo la vos asustando a las demás chicas pero yo ni me moví
-soy su luna no un perro, alfa y si quiere algo de mi pídalo amablemente- dije con mi tono calmado- y un por favor no le hace daño a nadie- su rostro cambio por completo, se levanto de su lugar y a pasos agigantados llego hasta estar frente a mi pero ni me inmute… sin duda esto no terminara bien
-Salgan todos de aquí AHORA- dijo con vos de alfa, todos salieron corriendo menos los de mi manada quienes esperaban mies ordenes
-Vallan con Román, que les indique donde nos quedaremos y cuales son las reglas, los veo luego- dije sin apartar la vista de los ojos de Javier, ahora que puedo apreciarlos de cerca son muy bonitos, rayos calma Mara, cuando todos salieron el aún seguía viéndome, pero ya no hay frente a quien fingir cambio mi postura, dejo de ver sus ojos y paso de el para observar el lugar más detalladamente, pero él me toma del brazo haciendo que vuelva a poner mi atención en el
-Mi querida luna, aun eres muy joven pero debes entender que aquí el alfa soy yo, y que cuando te ordene algo debes hacerlo- dijo con superioridad- mandare a traer tus cosas, te quedaras en un de las habitaciones de la segunda planta con las demás chicas, ellas te enseñaran todo lo que tienes que saber para hacerme feliz- suelta mi brazo y dando media vuelta, pero mi risa lo hace parar de golpe y gira a verme, no es por joderlo pero realmente me ha causado gracia, cuando dejo de reírme el aún me observa con el ceño fruncido esperando una explicación
-lo siento alfa- digo muy hipócritamente- pero debo decir que si soy su luna y aquí el alfa es usted…-se nota satisfecho con mis palabras- pero no recibo sus órdenes, no me quedare con sus putas, y no tengo la menor intención de hacerlo feliz- su rostro es de enojo puro doy unos pasos hasta llegar a él y poso una de mis manos en su mejía- yo seré tu dolor de cabeza- dije bajando lentamente mi mano hasta su pecho- tu perdición- lleve mi mano a su cuello e hice una leve caricia y lo sentí estremecerse- y tu mayor tentación- me coloque a su espalda y baje mi mano hasta su trasero y él se sorprendió, lo abrazo por la espalda, y coloco una de mis manos en su pecho y la otra la voy bajando lentamente por su abdomen, acerco mi boca a su oído aunque tengo que ponerme de puntas, y cuando mi mano llega al borde de su pantalón su cuerpo se estremece y reacciona a mi tacto- el cual no podrás tener- digo en su oído para luego alejarme y dejándolo desconcertado por completo- nos vemos luego alfa- digo saliendo de la sala
Al salir busco el aroma de los chicos así que voy hasta una de las cabañas que están más alejadas de la manada, sin duda Javier nos quiere lejos de la manada, a ver si también me quiere lejos de él, tomo mi celular y les envió un mensaje a las chicas informándoles de la situación y al parecer cada una está lidiando con sus propios problemas, al llegar veo Jalia y Julián están hablando con los demás muy relajados ya que no veo a Román y como siempre no me escucharon llegar hasta que estuve frente a ellos, al verme cambian a una actitud más seria, supongo que por respeto
-Por favor soy una mas del grupo no cambien su actitud cuando este cerca, me hacen sentir como una plaga- digo sentándome junto a Jalia
-Es la costumbre Mara, no podemos olvidar quien eres de la noche a la mañana- dice Julián
-Lo sé, pero finjan, me siento incomoda… además el imbécil de mi mate quiere hacer parte de su harem, y en esa casa yo entro solo como luna y con los derechos que me corresponden- digo y ellos hacen gestos de aprobación- ahora Julián que aras con tu mate-
-Esperar a que caiga- dice suspirando
-Usa tus encantos de chica fácil- le dice uno de los chicos
-Claro usa tu hermoso culo para volverlo loco- dice otro y así poco a poco se van soltando los chicos y van hablado con más confianza
-Chicos esperan- digo levantándome de mi lugar- ¿revisaron la casa?- pregunte aunque ya conozco la repuesta
-sí, está limpia- dice Jalia