Capitulo 9 "Un poco de Isis"

Max Pov

—Max, Isis acaba de llegar— dice Cari asomándose por la puerta de mi consultorio.

—Que pase…por favor— le respondo y ella asiente retirándose. En menos de dos minutos aparece Isis por la puerta con Mike detrás de ella. —Hola chicos— los saludo— ¿Cómo está la resaca? —le pregunto directamente a Mike.

—Hola Max— responde Isis con una sonrisa.

—Hola doctor que no quiso beber anoche— saluda Mike —Y; por cierto, yo no tengo resaca—dice.

—Tu no, pero Matt esta que no aguanta la cabeza— le digo— ¿Lista para comenzar? — le pregunto a Isis que ha estado más callada de lo normal y ella no responde, solo asiente. Les pido que me sigan a la sala de fisioterapia, y comenzamos a caminar — Acomódate en la camilla — le pido y me quito la bata quedando en el traje azul que normalmente utilizamos los doctores en el hospital. Isis se sienta sobre la camilla con ayuda de Mike y es cuando yo me acerco y le quito la bota ortopédica — ¿Te duele? — pregunto presionando el tobillo donde está su lesión.

—No— me responde muy simple.

—Eso es una buena señal, significa que vamos por buen camino y creo dentro de dos semanas podremos quitarte la bota— le informo de los avances que vamos teniendo, un celular suena en la habitación y se por el sonido de la melodía que comienza a expandirse por la habitación que no es el mío o el de Isis.

— ¡Es el mío! — dice Mike y sale para atender su llamada.

— Esta más callada de lo normal, ¿estás bien? —le pregunto.

Mira hacia la puerta y suspira —Varios compañeros me han mandado mensajes; pronto una importante compañía abrirá audiciones para el clásico “El Lago de los cisnes” y al parecer quieren que todos sean rostros nuevos… es una gran oportunidad para mí; de verdad me encantaría audicionar y conseguir ese papel—   me dice algo preocupada y unas pequeñas lagrimas amenazan con salir de sus ojos. Tomo su mano.

—No te pongas así bonita— le pido y la ayudo a levantarse de tal manera que quede sentada.

— ¡Es mi gran oportunidad y no quiero perderla! —  dice comenzando a llorar. Sin pensarlo la abrazó y llora aún más fuerte; lose... soy un débil, desde que mi hermana es pequeña y lloraba no podía evitar abrazarla, lo mismo sucede con mi madre, Cari, Tessa y ahora… Isis.

— Calma— le digo mientras doy unas suaves palmaditas en su espalda— De tu tobillo estas recuperada un 90% y la bota es más que nada, para prevenir una futura lesión o agravar la que ya tienes— le doy un resumen de sus avances y la cara le cambia.

— No sabes lo bien que se siente escuchar eso—dice Isis mientras con la manga de su suéter comienza a limpiar el rastro de lágrimas de su rostro, de mi bolsillo tomo un pañuelo de papel y se lo pasó.

—Me lo imagino— le digo mientras voy por el bote de la basura y ella hecha el pañuelo.

—Desde niña ha sido mi ilusión poder bailar ballet profesionalmente— comienza a contarme. Me siento a su lado en la camilla y ella sigue su relato — Todo comenzó cuando es New Orleans; mi ciudad natal, llego una compañía de ballet ambulante y mi madre me llevo, desde el momento que en el que el telón se levantó le dije a mi mamá que yo quería ser como esa bailarina; desde ese momento mi mamá me inscribió en clases de ballet desde pequeña y cuando se me presento la oportunidad de adicionar para para un papel pequeño en esta ciudad; la tome y no la deje ir— me cuenta—¡Por dios! Es Nueva York; a pesar de que he tenido solo papeles pequeños, eso ya ayuda para pagar los gastos del departamento y adquirir experiencia, pero de verdad quiero ser la principal en esta puesta en escena—

— Hasta que aparecí yo y te atropellé— le digo un poco apenado.

— No fue tu culpa, las casualidades pasan— responde— de hecho, yo soy producto de una casualidad—me dice la miro raro—no me mires así— dice y me da un golpe en el hombro — Mi madre se fue de viaje al caribe con mi tía para festejar su graduación y ahí conoció a mi padre justo cuando era en la última noche de los dos, a eso llamo casualidad— señala.

— Hablas mucho de tu madre, pero… ¿Y tu padre? — le pregunto.

— Nunca lo conocí— comienza a contarme — mi madre me dijo que fue algo de una noche y solo supo su nombre, pero al tratar de buscarlo encontró que James Stone había muerto tres meses después de regresar del Caribe así que mi madre me crio sola— me cuenta.

— ¿Y el señor ya no tenía más familia? —  le pregunto.

— Mi madre se deprimió un poco después de saber la noticia y con las hormonas y todo ese rollo del embarazo, mis abuelos le aconsejaron desistir de la búsqueda para evitar futuros problemas con su embarazo—

— Sabes, el apellido Stone es muy importante en este hospital, uno de los contribuyentes más generosos se llama William Stone, ¿No te gustaría saber si tiene relación con tu padre? —  le pregunto.

— La verdad sí, me gustaría saber dónde está enterrado y llevarle flores… de hecho no fue su culpa no poder estar a mi lado mientras crecía—

— visitara el hospital dentro de un mes, porque no vienes y vemos si le podemos preguntar o no— le sugiero.

— Muy bien— comienza a bajarse de la camilla y le ofrezco mi brazo para que se apoye en él, se sienta en la silla y le pongo otra vez la bota ortopédica.

— Por cierto, te vez muy bien, ¿vas para algún lado hoy? —  le pregunto a manera de general conversación.

— Vamos con mis amigos a recorrer la ciudad— me cuenta y Mike entra por la puerta.

— Bruja, no sé cómo lo hice; pero conseguí entradas para el rey león, así que es nuestra primera parada— dice Mike.

—Solo espero que no salgas cantando y bailando como cuando pasan la versión animada en Disney Channel— dice Isis y Mike le saca la lengua —Hasta el martes Max— se despide antes de salir por la puerta.

Isis Pov

— ¿Cómo te fue? —  pregunta Leysi al verme entrar en la sala de espera donde estaban con Esther.