Capitulo 22 "Drama Familiar"

Isis Pov

No entiendo que es lo que está pasando con Leysi, ella siempre me apoyo cuando yo quería saber que había pasado con mi papá. Recuerdo que cuando éramos niñas nos escapamos de la escuela para ir preguntando en las estaciones de autobús si conocían a mi padre, mostrando la foto de mi mamá y le preguntábamos a los hombres si la conocían, pero lo que más recuerdo es la tremenda tunda que nos dieron a las dos por lo que hicimos.

Miro el reloj que esta sobre la mesa de noche a mi lado y veo que son las 9:45 de un domingo por la mañana, si fuera cualquier otro día estaríamos junto a Mike, Esther y Leysi alistándonos para ir a desayunar. Pero este día es diferente, mi padre vendrá a desayunar y a conocer a mis amigos que quiero y considero mis hermanos.

A pesar de lo loca y estresante que puede ser Esther; además de lo dramático y exagerado que logra ser Mike la mayoría de las veces, pero no los puedo culpar por eso, al fin son actores en proceso.

Decido levantarme de la cama y en 30 minutos estoy bañada y “arreglada” para comenzar a preparar el desayuno; me coloco frente a la barra de preparación de alimentos y empiezo a verter la harina en un recipiente.

—Bruja apestosa, sé que quieres impresionar a tu padre, pero por el amor de dios, ¡no cocines tú! — interrumpe Mike mi concentración cuando lo veo encender la cafetera.

—Por mucho que me duela decir estas palabras, concuerdo con Mike—habla Esther entrando en la pequeña cocina del departamento, que gracias a que ahora estamos los tres en el mismo lugar, se ve y se siente más pequeña aun—¡A ti mujer, lo que no se te quema, te sale crudo! —

—Muy graciosa—les contesto vaciando ahora la leche en el recipiente— Pero para mí desgracia; ustedes, par de dramáticos tiene razón—digo comenzando a batir la mezcla —por eso estoy haciendo mis famosos Hot-Cakes con chispas de chocolate—me doy la vuelta y les muestro la masa aun cruda con las chipas flotando en ella.

—Si algo te sale realmente deliciosos, son esos Hot-Cakes—señala Esther.

—Deberíamos ponerle un carrito ambulante en Times Square—propone Mike.

—Junto al vendedor de Hot-Dog´s con el que ligaste la vez pasada­­—le recuerdo y empezamos a reír ya que ese día hizo de todo menos ligarse al vendedor.

—Porque no invitas a Max; así si William se envenena, ya tenemos al doctor en casa—dice Mike y le doy un zape en la cabeza, pero es una buena oportunidad de que Max pruebe mis delicias culinarias.

Como dice mi abuela, a un hombre se le conquista por el estómago. Solo espero que mis Hot-Cakes sean suficientes…al menos de momento.

Pongo los primeros, en la sartén especial y les pido a Mike y a Esther que empiezan con la limpieza mientras tomo mi teléfono y le marco a Max.

— ¡Buenos días Doctor Lombardo! —Lo saludo después de que me contesto— ¿Estas ocupado? —Le pregunto volteando el primer Hot- Cake.

—Para nada, acabo de llegar a mi departamento después de hacer ejercicio—responde— ¿Por qué? — pregunta.

—Pues como mi papá quedo de venir en un rato más para desayunar, me preguntaba si tu querías acompañarnos—le comento algo tímida, no quiero que piense que seré una novia toxica que estará encima de él todo el tiempo… ¿Pero qué rayos estoy diciendo? Interrumpo mis locos pensamientos y me obligo a sentarme en la conversación. —Si estas ocupado o tienes otra cosa que hacer no hay ningún problema si no puedes venir—hablo tan rápido que ni yo misma me entendí.

—Tranquila mi preciosa castañita, mi turno empieza hasta las tres de la tarde—me dice después de soltar una risa por mi última estupidez. — ¿Quieres que lleve algo para desayunar? —

— ¿Puedes traer más leche? —le pregunto y su respuesta es un “si”. Justo antes de que se quemen los Hot- Cakes comienzo a sacar los que ya están listos y poner más.

Al poco tiempo William llega y nos ayuda a poner la mesa y poco tiempo después llega Max, el desayuno pasa amenamente pero aún me pregunto dónde está Leysi; solo pude escuchar cómo se fue después de la pelea, me preocupa la pelea que tuvimos ya que desde niñas siempre hemos sido muy unidas.

Tocan la puerta y Mike se levanta a abrir.

— ¿Quién es? —pregunta Esther cuando estamos todos en el comedor. Vemos como Mike vuelve y por su rostro se ve que es algo serio.

—Isis, tu madre y abuelos están en la puerta—contesta Mike.  Y creo que el drama familiar da comienzo aquí, volteo a mirar a William y la sorpresa adorna su rostro.

—Mi Itzá…—pronuncia antes de salir prácticamente disparado hacia la sala.

—Creo que se adelantaron los planes—pronuncia Esther. —Voy a poner más café; este asunto va a tardar un buen tiempo— se levanta de su silla para ir a la cocina.

— ¡¿Qué demonios haces tú aquí?! —escucho como grita mi abuelo y estoy seguro de que lo escucharon hasta el otro lado de la isla. Decido ir a la sala donde se está desarrollando todo el drama y no hay necesidad de que voltee para saber que Max está siguiéndome; lo primero que veo es el rostro en shock de mi madre junto a mis abuelos que sobra decir que están más que enojados.

Corro hasta dónde está mi madre y veo como no reacciona cuando intento hablar con ella, rápidamente Max la empieza a examinar y Mike tuvo razón en invitarlo a desayunar, parece que mamá por fin reacciona y voltea ver a papá.

­— ¿Qué haces tu aquí? —pregunta mi madre aun sorprendida y acercándose hasta estar enfrente de mi padre. En estos momentos me preocupa como puedan reaccionar todos.

—Sé que tengo muchas cosas que explicarte…—empieza hablar mi papá.

— ¿Cómo qué? —Pregunta mi madre furiosa después de darle una sonora cachetada que nos deja sorprendidos a todos los presentes, más a mí, ya que nunca había visto esta faceta de ella ­— ¡Qué cómo ya habías conseguido lo que querías de mí, te largaste¡— afirma más que enojada y mi padre solo se mantiene firme mirándola directamente a los ojos. — ¿Sabes cuánto tiempo te busque? — Le pregunta—¿Sabes que sentí cuando me enteré que habías muerto y que para colmo estabas casado y con un hijo? — dice mi madre comenzando a golpear su pecho.