Isis Pov
Comienzo a estirar mis músculos antes de comenzar mis ejercicios de calentamiento, miro a mi alrededor y muchos de mis compañeros están haciendo lo mismo e incluso ya empezaron con los ejercicio; a unos metros de distancia observo como Elizabeth y Tina comienzan a ensayar a 6 de las chicas que conforman la “Corte Real” dentro de la historia y a juzgar por la cara de Elizabeth no debe de ser nada bueno; volteo hacia otra dirección y lo primero que veo es David haciendo lo mismo que yo pero lo sorprendo mirándome, me dedica una sonrisa la cual correspondo; desde el otro extremo del salón donde nos acoplamos para los ensayos, camina en mi dirección.
— ¿Y qué hace la Reyna Cisne? — Pregunta dándome un beso en la mejilla a manera de saludo, interrumpo los ejercicios y observo que Elizabeth no me esté mirando para poder sentarme; llevamos una semana ensayando y me he creado una opinión o más bien varias opiniones de ellas: la primera es que la mujer es una perfeccionista a matar o simplemente es un nazi del ballet, ya que desde que comenzamos oficialmente los ensayos no ha parado de estar “encima de mi” por así decirlo ya que luego no me deja ni ir al baño.
—Al igual que toda la corte — señalo a todos a nuestro alrededor; y la suelta una pequeña risa; ya que desde que empezamos se ha vuelto nuestra broma personal de los tres; él, Gregory y yo por supuesto— Estirándome antes de matarnos en los ensayos—respondo y su rostro se refleja una mueca de querer llorar, lo cual es solo de broma. En el poco tiempo que llevo de conocer a David me di cuenta de que es super bromista al igual que perseverante y dedicado en su carrera.
—Ni me lo digas— comienza a hablar— Si tú tienes a la generala Elizabeth, yo tengo a su primer oficial; sé que apenas es la primera semana de ensayos y que diciembre ya está casi a la vuelta, pero nos tienen peor que maratonistas— se queja y lo comprendo mis pies ahora mismo piden descanso, ensayamos caso 10 horas diarias por lo mismo de que no nos rinden los tiempos. — ¿Por cierto, donde está Gregory? —
—Tenía que ir a dar sus medidas para su vestuario, recuerda que nos lo dijo ayer—le dijo.
—Es cierto, no me acordaba de eso… ¿Y cómo vas con el asunto de tu novio? —pregunta David; cuando nos conocimos empezamos a hacer las típicas 20 preguntas y dentro de eso salió el tema de las relaciones, para mi sorpresa él está soltero. Al parecer una chica le hizo mierda el corazón y sinceramente es una estúpida, es de los mejores tipos que he conocido, si no estuviera estúpidamente enamorada de Maximiliano, a pesar de nuestros conflictos ya me hubiera fijado en él.
—Sin novedad alguna— contesto ya que es verdad; no nos hemos topado frente a frente, pero si ha habido llamadas y flores de lo lamento y todo eso además de mensajes que por supuesto no respondo.
—Tú también tienes tu parte de culpa en todo esto— me dice y recuerdo cuando estaba parado frente a la puerta de mi departamento y en vez de enfrentar la situación como una mujer adulta, salí corriendo como una niña asustada.
—Ya, te dije que salí corriendo porque no me sentía preparada para hablar con él—le respondo.
—Estas enamora de él, ¿o me equivoco? —pregunta y con mi cabeza respondo con si— es lo único que cuenta, sé que no fue un problema cualquiera por lo que se pelearon, pero debes de reconocer que ese hombre tiene interés y esta al igual que tu enamorado de ti; como hombre no todos reconocen sus errores dentro de la relación y tampoco pasan la mayor parte del tiempo buscando a esa persona no estuviera enamorado de ella—
—Lose, pero…—
— ¡Pero nada! — Me interrumpe— ese hombre se va a cansar de tu actitud infantil; y si no está entre el público la noche del estreno como tu novio; te pateare el trasero hasta New Orleans— dice antes de que Nancy lo mande a llamar y no tarda mucho la Nance del ballet en hacer lo mismo conmigo.
***
Durante el camino a casa pienso mejor las cosas y David al igual que Esther y Mike tiene toda la razón con este asunto; salgo del ascensor y comienzo buscar las llaves en mi bolso, como si fuera un Deja Vu, Maximiliano recostado en la puerta de mi apartamento con la mirada fija en el piso alfombrado y sosteniendo un ramo de narcisos amarillos y jazmines en la mano izquierda.
Se me había olvidado lo guapo que luce con su traje de cirujano; al parecer nadamas término su turno y vino directamente a verme.
Al parecer se da cuenta de que estamos en el mismo espacio porque levanta la mirada y me observa, lo noto algo ansioso inquieto, y creo que yo estoy igual o peor y lo más lo de toda esta situación es que no sé cómo comportarme.
—Hola—dice siendo el primero en romper el silencio de la situación.
—Hola— respondo acercándome; ahora que lo miro más de cerca lo noto más ojeroso y cansado de lo normas, ¿No estará durmiendo bien? — ¿Quieres pasar? —le pregunto señalando la puerta, ya que será incomodo hablar de nuestra situación en el pasillo con tanto vecino chismoso.
—Es lo mejor—responde dándome paso para poder abrir el departamento. Recibo las flores y nos sentamos en el sofá de la sala. — No sé muy bien por dónde empezar; ya que no estaba seguro de encontrarte. Mike me comento que estas ensayando para una nueva obra—así que Mike lo mantiene muy bien informado.
—Me dieron la noticia de que sería la primera bailarina, la misma mañana que…bueno tu ya sabes lo que paso—le cuento.
—Felicitaciones— dice, pero en un tono no tan feliz— Soy un maldito estúpido— comienza a hablar y decido no interrumpirlo; ni contradecirlo— eres una mujer excepcional que no vale la pena comparar con esa persona que no merece ni la mención de su nombre. Sé que es la segunda vez que cometo este error porque estoy muy enamorado de ti y te suplico que me des una nueva oportunidad—
— ¿Cómo sé que no volverás a cometer el mismo error? —le pregunto directamente, tropezamos dos veces con la misma situación.