Capitulo 42 "No parece enferma"

Isis Pov

—¡Isis, levanta bien los brazos! — me grita Elizabeth nuevamente. —¡Debes de levantarlos bien, no quiero brazos de fideo! —

—Lo mismo para ti David—le dice Nancy. Llevamos más de dos horas "corrigiendo" posturas —¡Tomen un respiro y espero que cuando vuelvan a este escenario lo hagan excelente ahora sí! — nos grita a ambos.

Desde que la gira por Europa se hizo una posibilidad, los asesores se han puesto más estrictos que nunca y eso está empezando a pasar factura a todos los bailarines.

—Pensé que solo a nosotros nos presionaban, pero ya vi que con ustedes dos son aún más exigentes—nos dice Luca cuando se acerca, y se acerca para estar sentado, igual que nosotros dos, mientras David y yo luchamos por normalizar nuestras respiraciones, no es nada bonito estar ensayando dos horas seguidas sin descanso.

—La verdad si siento muy pesado todo esto, pero creo que es porque apenas soy debutante—le respondo a Lucca una vez que normalizó mi respiración.

—Apoyo a la castaña—responde David, pasando un brazo por mi hombro—Solo espero que cuando estemos en la gira se suavicen un poco, porque a este paso, ¡ni a España llegamos! —

Dice mi amigo causando risas entre nosotros; él día de hoy, apenas pisábamos el teatro, Grease nos pedía ir directamente a las butacas de los espectadores y en el escenario estaban Dimitri y Frederick para comunicarnos que el primer destino que teníamos era España, donde daríamos una semana de funciones y sería la semana de navidad.

Lo malo de todo esto es que pasare lejos las fiestas de mi familia y de mis amigos, pero sobre todo de Máx., que está muy ilusionado por pasar las fiestas conmigo y ahora como demonios le digo que yo las pasaré bailando en España.

Otro asunto que también me tiene molesta es en relación a mi jefe y a mi mejor amiga, no puedo creer que Frederick le allá causado tanto daño a Esther, ella es de esas personas que se merece lo mejor del mundo y no estar sufriendo por un amor.

Al principio me moleste un poco porque ella no haya tenido la confianza de contarnos su pasado amoroso, mientras Mike y yo le contamos todo sobre nosotros, pero al recordar cómo estaba cuando ella me contó sobre su relación con Frederick; me doy cuenta porque no lo hizo.

Desde que conozco a Esther ella siempre ha sido la fuerte del grupo, en quien te puedes apoyar sin temer a que te fallen, la que nunca derramaba lágrimas sin importan que tan emotiva o triste sea la situación... Pero ese día vi el otro rostro que no conocía de mi amiga y me lamenté profundamente no haber estado junto a ella, la noche anterior en la que ella decidió liberar todo ese dolor que tenía guardado.

Por otro lado, Frederick está cumpliendo la promesa que le hizo a mi amiga de conquistarla y está usando toda la artillería pesada... Esta reviviendo el pasado.

Día con día llegan arreglos florales, o chocolates con fotos de ellos de hace unos años con frases y recuerdos de ese momento.

Cada vez que Esther los revise, una traicionera lagrima resbala en su mejilla, y junto con Mike, vemos como poco a poco se está dejando llevar por toda esta situación. La mayoría de las veces nos cuenta las historias que tienen detrás cada foto y sobra decir que van desde un momento gracioso hasta uno romántico.

—¡Se acabó el descanso! — grita Elizabeth sacándome de mis pensamientos, me pongo de pie con ayuda de David y volvemos a retomar el ensayo desde el acto tres donde nos quedamos.

***

¡Al fin acabamos por hoy! Y como no hay función el día de hoy, gracias a que el teatro le tienen que hacer mantenimiento en el área de los sanitarios; todos los bailarines estamos felices por tener lo que resta del día para descansar.

—¡Nos vemos mañana, descansa! —se despide Valery con un beso en la mejilla.

Miró la hora en mi teléfono y apenas son las tres de la tarde, el tráfico en Nueva York está a tope, como siempre. Sacó mi teléfono y abro el chat de Máx, me debato en mandarle un mensaje para que comamos juntos o darle una sorpresa. Últimamente se está haciendo cargo cubriendo los turnos de Matt, quien está al pendiente de la salud de Tessa y el bebé que por suerte ya está superando la infección que contrajo.

Al final me decidí por darle la sorpresa.

—¡Isis! —escucho que gritan mi nombre y comienzo a mirar en dirección al teatro para ver si fue uno de mis compañeros o maestros, pero no es el caso. —¡Isis! —vuelven a gritar y puedo ver que hay una mujer del otro lado de la calle agitando su mano para llamar mi atención.

La miró detenidamente y veo que es una mujer alta, por lo que deja ver la gabardina color café; es delgada e incluso más que yo, lleva el cabello color rubio y hasta la altura de los hombros.

Cruza la calle en la primera oportunidad que tienen y a medida que se va acercando veo lo hermosa que es, y también que a esta mujer yo no la conozco.

—¿Te conozco de alguna parte? —le pregunto cuando al fin está frente a mí, a pesar de que para mí lleva mucho maquillaje, no la hace ver mal, por lo contrario. Acentúa sus facciones.

—Por lo que veo tu a mí no, pero yo a ti si te conozco y necesito hablar contigo urgentemente—

—¿De dónde me conoces? —

—Vi una foto de él junto a ti, tu novio es mi ex pareja— dice y es ahí cuando el foco dentro de mi cabeza se ilumina.

¡Es Carlota, la ex de Max!

—Me parece que tú y yo no tenemos nada de qué hablar—le respondo acomodando mejor mi abrigo, de pronto me siento intimidada ante su presencia.

Por su vestimenta, se ve que es una mujer muy elegante y glamourosa; lleva botas color café claro, con medias negras, falda corta de color café, un cinturón negro, suéter de cuello alto color crema y la gabardina color café claro.

Yo solo llevo mi leotardo color negro y mi abrigo gris para protegerme del frío de la ciudad.