Max Pov
Lograr conseguir un boleto de avión para España en temporada navideña es más difícil de lo que había imaginado, lo bueno es que mi vuelo sale antes de que cancelen por la tormentas de nieve que se aproxima y ya en siete horas; si todo sale bien estaré con mi chica. Pensé que para estas fechas ella y yo ya estaríamos comprometidos; e incluso ya compré un anillo, el cual no traigo porque estoy seguro que no se podrá organizar una boda con mi castañita viajando y triunfando por toda Europa.
Espero que con mi visita sorpresa, mi chica pueda hacer un espacio entre sus planes navideños para que pasemos algo de tiempo juntos; estoy ansioso por tenerla entre mis brazos otra vez y amarla como lo hicimos antes de que ella partiera.
La voz del piloto comienza a escuchar pidiéndonos acatar las indicaciones antes del despegue. Pronto estaremos juntos otra vez mi linda Castañita.
Isis Pov
El debut de la noche del 24 de diciembre resulto ser; al igual que en Nueva York todo un éxito y como hoy es 25 de diciembre, nos presentaremos hasta la noche con una sola función.
Camino hasta la terraza del hotel para hacer la video llamada con mis padres, me colocó detrás de una pequeña fuente y comienzo a marcar. Mis padres no tardar en contestar y lo primero que veo es el rostro de papá en la pantalla.
—¿Cómo le fue en su gran noche en España a mi hija? —Noto el entusiasmo en cada palabra, pero más en la parte de “hija” — Pero que tonta pregunta hice; es más que seguro que eres todo un éxito igual que en Nueva York—Noto que afuera de una cada pero el lugar me parece conocido.
—Somos un éxito porque es trabajo de equipo; y la verdad anoche llenamos el teatro y esperemos que los días que estemos aquí, pase lo mismo. —Le cuento —¿Y dónde está mamá? —
—Salió con tu abuela a comprar lo que falta para la cena de esta noche—responde y no puedo creer esto. Fue hasta a Nueva Orleáns a pasar las fiestas, era de esperarse que el intenté tener una relación con mis abuelos, pero no pensé que tan pronto. —Yo me quede a hacerle compañía a tu abuelo, pero aún no le agrado del todo y prefirió ir a tomar su siesta—me cuenta y hace una mueca—No pensé que fuera tan duro entablar una relación con mis suegros—
—Pues ahora que lo sabes; espero que no sea lo mismo con Max—
—No creo que debas de preocuparte por mí; sino por tu abuelo al final de todo yo las tengo a ustedes gracias a que él nos ayudó a reunirnos—por la sonrisa en su rostro ve que recuerda ese momento y también cunado se volvió a ver con mamá.
—En eso te doy la razón, me preocupa que no le agrade al abuelo; siempre ha sido celoso con sus chicas, como él nos dice. Además, me parece que el tío Dylan no le agrada del todo y eso que ya lleva veinte años de matrimonio con mi tía Lynsi—
—Gracias por los ánimos que me das quería hija— responde y me hace reír por su actitud— Es bueno saber que toda la indiferencia no será dirigida a mi esta noche—
—¡No lo Puedo creer! — exclamo— No puedo creer que seré la única que no estará presente esta noche —me lamento, pero los sueños requieren sacrificios y al parecer no estar con mi familia en estas fechas es uno de ellos; y si me pongo a pensar no es un sacrificio tan fuerte como los que han tenido que hacer otras personas.
—Estoy seguro que el próximo año estarás en esta misma mesa y con suerte Max también lo hará—su comentario me hace sonreír; él también me ve con Max en un futuro.
—Con mucha suerte lo estará—le respondo ahora acordándome de la conversación que tenemos pendiente; esa foto no llego a mí por casualidad y a pesar de que me he estado tratando de comunicar con él; no contesta mis llamadas y mensajes. Y eso me está preocupando.
Escucho pasos a en la terraza y al dejar de mirar mi teléfono observo a David con dos tazas de café.
—¿Me puedes llamar cuando estén todos cenando? —le pido y el confirma mi petición, nos despedimos y cuelgo la llamada para concentrarme en David.
Se sienta a mi lado y me entrega la taza de café.
—¡Feliz Navidad! —dice y brindamos como nuestras tazas. —¿Ya sabes algo de Max? —pregunta ya que a él y a Miranda son los que les sobre que Max no me ha contestado mis llamadas y mensajes.
—No; y estoy realmente preocupada, él siempre me responde cuando lo llamo y no creo que este trabajando, me dijo que tenía el día de navidad libre y lo pasaría con su familia—
—Mas aparte la conversación pendiente por lo mismo de esa foto—me recuerda ese hecho tan desagradable— ¿Crees que allá sido su ex? —pregunta y estoy más que segura que fue la perra de Carlota; es la única que quiere vernos separadas.
—Si, y aunque quisiera hablarlo con él en persona, ahora mismo eso es imposible—
—Isis…hay algo que debo decirte— comenta.
—Solo espero que no sean malas noticias— respondo antes de darle un trago a mi café.
—Depende de cómo lo tomes tu…Estoy enamorado de ti—dice y mi mente queda en blanco capaz de no poder conjugar palabra alguna. —Al principio pensé que podíamos tener una relación pero luego te vi con Max en el parque y era más que claro que esa posibilidad estaba más que nula para mí, cuando se pelearon el día del extremo pensé que había llegado mi oportunidad de tener algo contigo pero al ver como sufrías por él; lo mejor fue animarte a ir con él y que aclararan todo— sigue hablando pero no me mira a los ojos, veo como toma un trago de su café antes de volver a hablar— Si me anime a contarte lo que siento por ti es porque quiero que sepas que yo nunca hare nada por separarlos; pero quiero que sepas que si mi oportunidad se presenta hare lo posible por conquistarte—
—Yo…— aún no sé qué responderle ante su confesión, pero me salva la campana; mi celular se ilumina y el tono de llamada se escucha después del silencio incomodo que se creó entre nosotros, lo miro y el nombre de Max y una foto de ambos se aprecia en la pantalla— Es Max, tengo que contestar— le digo y él solo asiente. Me pongo de pie y comienzo a alegarme de él hasta llegar al borde de la terraza.