Prólogo

Juliet Luce Damber, mi nombre estaba escrito en el documento de matrícula de este año para el internado La Rose College que había dejado mi padre esta mañana en el tocador de mi habitacion, solo centré mi atención en una palabra del documento: Juliet, mi nombre, me gustaba porque mi madre era una romántica al extremo y me puso el nombre de la protagonista de uno de sus clásicos favoritos, y solo porque ella lo escogió me gusta. Un instante después levanté la mirada, me encontraba sentada delante del gran espejo con marco de plata en el que solía mirarme todas las mañanas para arreglarme, este espejo era de mamá y lo tenía desde el día en que ella se fue, como un recuerdo.

Cada año que pasaba notaba como algo cambiaba en mi y el espejo me lo mostraba y no solo físicamente, sino que sentía que algo dentro de mí también cambiaba con el paso de los años y me gustaba pensar que a través de este espejo mi madre que ya no estaba conmigo me vía crecer y madurar. Ahora ya tengo 17 años y espero ansiosa cumplir 18.

Miré mis ojos grises a través del espejo y la sonrisa que yo misma me regalaba siempre por las mañanas estaba ahí, me gustaba sonreír y nunca me había considerado una persona triste, tengo momentos tristes como todos y para mi está bien pues mamá decía que no todo debe ser alegre, pero mientras pueda conservar la sonrisa y la alegría aun después de los malos momentos todo estaría bien; sobre todo ahora tengo más motivos para reír que para llorar, si bien es cierto que papá, mi pequeña hermana y yo extrañamos mucho a mamá sabemos que  siempre existirán en nuestro entorno muchas personas dispuestas a hacernos ver que tenemosmos millones de razones para estar alegres y permanecer unidos.

Mis ojos se posaron un momento en la foto familiar que tenía en el tocador, en ella estábamos los cuatro integrantes de mi familia: mamá, papá, mi pequeña hermana y yo. Me alegra tener a mi padre, Daniel y a mi pequeña hermana Alice que es un encanto, un ángel rubio de 12 años, ella es una niña sumamente alegre y siempre tan bondadosa, físicamente muy parecida a mamá.

“Mamá”, no tengo una, pero sé que la tuve y me mira sonriente en la fotografía , se llamaba Amber y aunque murió en un accidente cuando yo tenía 11 años y mi hermana 6,  recibimos todo el amor que pudo darnos en esos pocos años que compartió con nosotras. Cuando se fue sentí como parte de mi alegre mundo se derrumbaba, sufrí mucho en ese tiempo y papá aunque estaba muy destrozado se encargó de darnos el amor que ya no podía darnos ella y de consolarnos, con el tiempo el dolor se fue poco a poco y el recuerdo de mamá nos mantenía unidos, superamos su perdida y aprendimos a ser felices como ella hubiera querido.

Miro el rostro de mi padre en la fotografía, se que me parezco más a el que a mamá, tengo sus ojos y el castaño de su cabello; mi padre es un empresario minero muy exitoso que supo sacar adelante el negocio familiar y enorgullecer a los abuelos, siempre tan exigente e inteligente para los negocios pero fuera del trabajo y en familia es un hombre muy bueno además de divertido, aunque siempre está muy preocupado por nosotras y sobre todo por nuestra educación, es por eso que cuando estaba lista para ir a la escuela, su primera opción y la de mamá fue el internado La Rose College, en donde este año cursaré el último año académico después de 10 tortuosos años, LRC es un colegio internado excelente además de bastante exigente, aunque muchas personas lo catalogan solo como un colegio de “niños ricos y estirados”, creo que eso algo que dista mucho de la realidad que se vive dentro. Muchos de los chicos que estudian conmigo son hijos y herederos de grandes empresas e incluso uno que otro miembro de la realeza y bueno si, sus familias tienen dinero, pero no son arrogantes ni nada por el estilo, aunque a otros si que el dinero se les sube a la cabeza y se creen superiores, pero son pocos y hablar de ellos no merece la pena.

Pero entre ese gran grupo de personas están Camile, Johann y Annette, mis amigas a quienes quiero un mundo, cada una tiene una personalidad diferente, Johann es de carácter difícil, no es bueno te meterse con ella porque si lo haces pateará tu trasero; Annette, la dulce y tierna Annette es amante de las compras y de shippear a la gente, también es buena dando concejos y animando a las personas y por último, pero no menos importante, mi bella y pequeña Camile , es pequeña, sí, pero también la más atlética del grupo, no hay deporte que ella no haya practicado, desde futsal hasta canotaje, siempre que se le mete un deporte nuevo en la cabeza ya lo está aprendiendo y sobre todo le gusta ser la mejor en ellos. Puedo decir que están un poco locas, pero me gusta pasar el tiempo con ellas y juntas hemos pasado muchas cosas.

A Camile y Annette las conozco desde el kindergarten y Johanna se nos unió en segundo grado, después de eso fuimos inseparables y hemos llegado a nuestro último año de escuela juntas, no sabemos lo que nos espera pero estamos listas y preparadas para todo, así que ultimo año, ahí voy…