Latidos de amor

[Cuatro]

Quiero conocerte- Jesse y Joy

Charla
[4]

ERNESTO

Abro los ojos, y lo primero que veo es la luz que me ciega por un momento por lo que tengo que apartar la vista; miro el reloj despertador. Me doy cuenta que son las cinco de la mañana. Tengo que prepararme para trabajar, no quiero llegar tarde.

El día de ayer fue bastante bueno, para las chicas, y para mí también. Nos recibieron bastante bien a pesar de que somos los nuevos y, a demás de eso, extranjeros, por el momento puedo decir que me agrada mi trabajo.

Me levanto como un resorte de la cama, tengo que apresurarme si quiero tener tiempo para desayunar, yo no funciono si no tomo desayuno. Abro el grifo del baño mientras pongo algo de música, no sé si soy solo yo, pero no puedo hacer nada sin alguna música de fondo. Desde muy pequeño he estado acostumbrado a esto.

Después de hacer todo lo habitual, me subo a mi auto y para mí buena suerte el tráfico es bastante fluido, solo tardó diez minutos en llegar al hospital. Al entrar por la puerta le doy los buenos días a Maggie y April y continuó mi camino hacia los vestidores para ponerme mi bata y mi gafete cuando llego ahí está Will, cuando me acercó hace una mueca de desagrado me da una última mirada y sale por la puerta

Hoy ha sido un día bastante tranquilo, pero nunca debes decirlo en voz alta, es como un lema de los médicos "Nunca digas qué hay tranquilidad, porque puede acercarse un huracán"

Y parece que esa frase cobro sentido ya que minutos después nos llaman por la radio para decir que viene en camino un accidente con víctimas múltiples, por lo poco que sabemos un autobús escolar se volcó en la carretera y en el viajaban unos cincuenta pasajeros, niños y adolescentes en su mayoría. Todos en el hospital nos preparamos para una gran cantidad de trabajo ya que en un segundo este lugar se va a convertir en un completo caos.

Suena la alarma y vienen llegando dos para médicos con un hombre

—Yo me encargo —Avanzo hasta llegar al lado de la camilla.

—¿Qué tenemos aquí?

—Laura Henderson, 17 años heridas en el abdomen, brazos y piernas, fractura expuesta de tibia —informa—Estaba consciente cuando la recogimos en la ambulancia, pero perdió el conocimiento de camino hacia acá

Está bien pueden irse, —digo— Necesitaré algo de ayuda acá

—Vamos a trauma en 5 —digo a una enfermera—y juntos empujamos la camilla hacia allí

Cuando llegamos a la sala esta Nina del otro lado de la cama

—Me asignaron contigo, así que parece que nos toca trabajar juntos

—Ok —respondo— vamos a moverla a la cama cuando cuente hasta 3.

Unos momentos después la trasladamos a la cama.

— Controla sus signos vitales y llama a radiología, que tengan listo el tomógrafo para una TAC, —dirijo mi vista a Nina — sospecho que puede tener una fractura de cráneo. En calidad de urgente por favor

—Inmediatamente

Diez minutos después nos llaman de radiología , y eso es una mala señal ya que solo te llaman cuando han encontrado algo extraño, Nina y yo vamos rápido hasta allá, cuando entramos a la sala está el radiólogo sentado en un escritorio mirando fijamente la pantalla de la computadora

—¿Que encontraron Dr Levy?

—Mírenlo ustedes mismos

Dirigimos nuestra vista a la computadora y se ve claramente

—¿Hematoma sub-dural?

Desafortunadamente si, aquí se puede apreciar —con un bolígrafo señala un punto oscuro.

—Llamemos a neurología, solo tenemos un par de horas si queremos salvarle la vida.

—Si, tienes razón

—Adiós doctor, gracias por su ayuda.

Una vez fuera de la oficina llamamos a la Dra. Smith, la neuróloga de guardia y por fortuna llegará pronto para poder operar a esta chica.

Mientras tanto voy a atender a otras personas, el siguiente paciente lo atiendo junto con Natalie, es un señor de cincuenta años que se cayó mientras trataba de arreglar una gotera, gracias a Dios no fue nada demasiado grave, solo tenía una dislocación de hombro pudo arreglarse rápido y le dimos el alta.

Tiempo después me cruzo con April

—Dr. Ginoble, Laura, la chica del hematoma ya salió de cirugía al parecer todo salió bien pero aún está en terapia intensiva

Gracias, iré a verla —respondo.

Voy hacia allí, camino por los pasillos hasta que llego al lugar indicado, me acerco a la cama y la examinó, compruebo sus signos vitales y todo parece estar bien, aún le queda mucho tiempo de recuperación, pero parece que lo logrará.

Después de atender a otra ola de pacientes por fin termina el turno, y voy otra vez hacia los vestidores para cambiarme.

Cuando estoy terminando entra Natalie.

¿Ernesto, te gustaría dar un paseo por la ciudad? —pregunta— ya sabes porque acabas de mudarte y no conoces nada aquí—trastabilla un poco— Si no quieres...

Está bien —la interrumpo— si quiero ir contigo Natalie.

. Lo espero en la recepción Dr. Ginoble
—sonríe.

Luego de unos momentos por fin bajo a la recepción y Natalie me está esperando.

Subimos a mi auto y emprendemos camino hacia un pequeño lugar, parece un lago, aunque también hay una montaña y las vistas son preciosas

Gracias por traerme a este lugar
—sonrió— Es precioso.

Lo sé —curva la comisura— siempre vengo aquí después de un día difícil o cuando necesito despejarme un poco, me encanta el ambiente de paz que se siente.

Bajamos y comenzamos a caminar, apreciando las vistas mientras charlamos de cosas triviales.

—Cuénteme su historia Dr Ginoble

Nos sentamos en el césped y sin ni siquiera darnos cuenta las palabras comienzan a fluir.

Primero que todo —. rio un poco— no me hables de Usted mientras no estemos en el trabajo ¿tan mayor me veo?



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En el texto hay: musica, amor, romanc

Editado: 12.07.2020

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