Latidos de amor

[Veintinueve]

Grande amore- Il Volo

Eternamente 
[29]

ERNESTO

2 semanas después

Observo el cielo y suelto un suspiro. Aún es muy temprano, faltan pocos minutos para que amanezca, pero yo me he levantado más temprano, camino descalzo entre las viñas. Todo está lleno de vegetación , lo que contrasta con la tonalidad roja y purpura de las uvas, añadiéndole el color azul del cielo y el naranja de los pocos rayos solares que empiezan a aparecer formando todo un hermoso arcoíris.

Vuelvo a suspirar, me detengo un momento y me quedo acostado en la tierra con una sola idea rondándome la cabeza.  Desde que llegue se ha intensificado el sentimiento de querer pedirle a Natalie que sea mi esposa.

Mañana cumplimos cuatro años de relación y no puedo estar más seguro de que ella es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida. Quiero que sea su rostro el que vea todas las mañanas al levantarme.

Esa es toda la certeza que necesito, ahora solo falta afinar algunos detalles y voy a necesitar algo de ayuda.

Saco mi celular del bolsillo trasero de mi pantalón y le envió un mensaje a mi hermano, a quien luego de unos minutos veo acercarse hacia mí.

Le explico brevemente lo que quiero hacer, el me felicita y me abraza, luego de afirmar que cuento con toda su ayuda. Llama a todos los chicos y empezamos a coordinar todo.

El plan es desaparecernos durante todo el dia, mi abuelo me acompañara a buscar el anillo, Piero distraerá a Natalie para que no sospeche nada, Gianluca se encargara de hablar con uno de sus amigos, el cual es chef para que nos prepare la cena. Yo ya he hablado con Otto, un amigo de la infancia el cual tiene una cabaña cerca de aquí para que me la preste durante el dia. Después de explicarle todo, acepto con gusto, Ethan se ofreció a traerme algo de ropa para que pueda cambiarme después ya que no planeo regresar en todo el dia a la casa. Incluso he hablado con Owen, que se puso muy feliz cuando se lo dije.

La única de las chicas que está al tanto de todo es Mariagrazia le he pedido que convenza a todas las chicas de irse a un dia de spa y compras para que a Natalie no se le haga extraño el que yo no este.

La distraerá todo el dia y la ayudará a arreglarse hasta que esté todo listo en la noche para poder sorprenderla.

En este momento vamos mi abuelo y yo en una camioneta con rumbo a una joyería para escoger el diamante perfecto. No puedo evitar que mis pulsaciones se aceleren y mi corazón retumbe contra mi pecho.

Luego de un corto trayecto por fin llegamos. Al entrar al lugar nos atiende una señorita pelirroja muy amable. Después de explicarle lo que estoy buscando, un diamante sencillo pero hermoso me muestra varias opciones y después de deliberar un poco por fin tomo una decisión.

Salimos del lugar y vamos hacia la cabaña para decorar todo el lugar. Cuando entramos ya está casi todo listo. La mesa está preparada con una serie de platillos además de un par de copas de vino. Todo puesto sobre un elegante mantel.

El tiempo pasa demasiado rápido y cuando menos pienso ya solo falta una hora para el gran momento. Recibo un mensaje de Ethan para avisarme que ya tiene mi ropa. Lo hago pasar y rápidamente me calzo el traje y los zapatos de color negro. Todo coronado con una corbata color azul.

Respiro profundamente, ya que tengo la sensación de que el aire no alcanza a llegar a mis pulmones. Mis manos empiezan a sudar. Creo que nunca me he sentido más nervioso en mi vida.

El amigo chef de Gianluca se va, seguido por los chicos, Gian antes de irse me avisa que Natalie viene en camino, me desea suerte y abandona el lugar.

Me quedo sentado en las escaleras afuera de la cabaña para esperarla, mientras sigo respirando para controlar mis nervios.

El sonido de unos tacones me hace levantar la vista para observar a Natalie acercándose a mí. Por Dios ¡Se ve bellísima! Lleva puesto un vestido color verde hasta los pies, su cabello lo dejo suelto con algunas ondas, y el único maquillaje que lleva son sus labios en tono rosado. Al tenerla a un metro de distancia puedo percatarme de que el vestido está abierto en toda su espalda dándole el toque de sensualidad, el cual no le hace falta, ya que ella es sensual aun sin proponérselo.

─ Adelante bella señorita, la estaba esperando.

Ella sonríe, le doy la mano para ayudarla a entrar. Al hacerlo se queda con la boca abierta observando el lugar. Me acerco a la mesa, le retiro la silla para que se siente y ella me lo agradece con una sonrisa.

Comenzamos a cenar entre risas, charlas y anécdotas. Ella es de las pocas personas con las que siento que puedo hablar de todo y de nada a la vez.

Degustamos un delicioso filete de pescado con espárragos y vino tinto. Al momento del postre sé que ha llegado el momento.

─Nat acércate, por favor amore

Ella lo hace hasta quedar parada justo frente a mí.

─ Jamás en mi vida había sentido mi corazón acelerarse tanto como cuando te conocí aquel 25 de junio, sé que sonara demasiado cliché, pero desde el momento en que nuestros ojos se cruzaron supe que tú eras diferente a cualquier mujer que haya conocido. Cuando nos dimos nuestro primer beso mi mundo se detuvo. Todo esto lo supe desde el primer año, los otros tres no hice más que confirmarlo. Por eso el dia de hoy ─pongo una rodilla en el suelo, abriendo la pequeña caja de terciopelo.

─ Natalie Manning ¿Me harías el honor de casarte conmigo?

El espacio se queda en silencio por unos segundos hasta que siento como se abalanza sobre mí para abrazarme.

─¡Si! ¡Si quiero casarme contigo Ernesto Ginoble, quiero estar toda mi vida a tu lado!

Solo sonrió mientras deslizo el anillo por su dedo para luego tomarla en voladas y dar vueltas junto con ella para quedarnos abrazados unos momentos más.



#29969 en Novela romántica
#4986 en Chick lit

En el texto hay: musica, amor, romanc

Editado: 12.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.