En las fibras de mi ser, un ritmo misterioso late,
un compás que surge del alma, inefable y seductor,
es el ritmo inexplicable que me lleva a un viaje,
donde los versos danzan en una sinfonía de amor.
Es un latir que escapa de las reglas conocidas,
una melodía única, en constante transformación,
un vaivén de emociones que se entrelazan en armonía,
y hacen vibrar mi ser en una dulce obsesión.
Este ritmo inexplicable no se puede contener,
se escapa en suspiros y en susurros sin cesar,
es un lenguaje silente que solo el corazón puede entender,
una danza en las sombras que nunca dejará de bailar.
Fluye como un río que encuentra su cauce en mi voz,
una cadencia que acaricia los sentidos con su esencia,
es el eco de los latidos que vibran en cada verso,
una magia indescifrable que se entrega sin resistencia.
En cada palabra escrita, en cada verso recitado,
este ritmo inexplicable se convierte en poesía,
una conexión profunda con lo divino y lo sagrado,
un susurro del universo que trasciende la cotidianía.
Así que déjame perderme en este ritmo sin razón,
permitir que fluya y me envuelva en su enigma,
pues en él encuentro la libertad y la expresión,
una melodía eterna que nunca perderá su estima.
Ritmo inexplicable, guíame por caminos sinuosos,
despierta mi creatividad y alimenta mi inspiración,
que tus notas fugaces sigan llenando mis versos hermosos,
y que tu música secreta siga siendo mi mayor bendición.