Siguiendo la ubicación cifrada, Lia escapó al borde de Edenia, allí donde los drones ya no patrullaban. El terreno cambiaba con cada paso: de las calles pulidas y limpias del centro, a la roca desnuda, oxidada por el polvo marciano, que nadie se atrevía a pisar. Edenia terminaba allí, pero el mundo real apenas comenzaba.
Entre las ruinas de lo que alguna vez fue una estación de terraformación, encontró un pasadizo oculto. Tubos viejos, metal corroído, paredes cubiertas de hollín y símbolos borrados por el tiempo. El aire era más frío, más crudo. Se sentía viva.
Allí, en la penumbra rojiza, lo vio.
Tenía ojos grises como el metal y la ropa desgastada de alguien que había vivido fuera del sistema toda su vida. Su cabello oscuro caía en mechones desordenados, su mirada algo perdida y profunda como el tatuaje que llevaba en el cuello y sus movimientos eran cautelosos, como si el silencio fuera su idioma natural.
Su presencia era desconcertante, como si perteneciera a otro tiempo. por lo que le causo curiosidad el saber por que llego enviar ese mensaje.
—¿Tú enviaste el mensaje? —preguntó Lia, la voz temblándole más de lo que esperaba.
—No. Pero te estaba esperando —respondió él, con una voz grave, tranquila, casi como si ya la conociera.
Lia dio un paso hacia atrás. No confiaba en nadie, mucho menos en alguien fuera de la red. Y sin embargo… no sentía miedo.
—¿Quién eres?
—Me llamo Kai. Y tú... eres Lia Solis.
—¿Cómo sabes mi nombre?
—Porque tú también oíste el susurro.
La miró con intensidad. En sus ojos había algo que no había visto en nadie dentro de Edenia: libertad.
—Entonces... ¿no fue una alucinación?
Kai negó con la cabeza.
—Fue una llamada. Una señal para quienes aún pueden oír sin filtros. Tú la escuchaste, y eso significa que estás cambiando.
Lia sintió que el mundo giraba bajo sus pies.
—¿Qué eres tú? ¿Un exiliado?
Kai soltó una breve risa.
—No. Soy la prueba de que Edenia miente.
Un silencio cargado de tensión se formó entre ellos. Luego Kai extendió una pequeña tableta improvisada, conectada a un núcleo de datos propio, independiente de NeoNet.
—Tengo respuestas. Pero no serán fáciles de aceptar.
Lia dudó. Pero al final, dio un paso hacia la oscuridad.
Porque desde que oyó esa voz, ya no había marcha atrás.
asi que decidio confiar en el y ver hasta donde la lleva.
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Editado: 04.06.2025